Ese día, como no había trabajo en la empresa, Mario invitó a cenar en su nueva casa a su madre y a su hermano juntos, ella no sabe que conocerá a sus nietos, así como Ángela, no sabe que conocerá a su futura suegra. — ¿Vamos a salir de nuevo tío Mario? —Ellos preguntan eso porque hace poco acaban de regresar a la casa porque fueron a almorzar en un fino restaurante y ahora les ha pedido que se cambien de ropa y se pongan aún más guapos, ya que les tiene una sorpresa. — No, esta vez no habrá necesidad de salir, yo les prepararé una cena especial para que la comamos aquí en casa junto a su mamá. — Tío, ¿tú sabes por qué ella no nos quiso acompañar hoy? — Ella les dijo que quería descansar, por eso ahora yo cocinaré para que ella descanse. — Tú tratas muy bien a mi mamá. Si vas a vivir aquí con nosotros, ¿podemos decirte papá, como si de verdad lo fueras? — Claro que sí pueden hacerlo, y en la escuela también. Ahora pueden gritar a los cuatro vientos, que tienen a su lado a su papá,
Ángela se separó de los brazos de Mario José, y se acomodó el vestido, al mismo tiempo que se maldice a sí misma por ser tan floja y dejarse caer fácilmente en las tentaciones de ese hombre. Pero es que ese maldito derrite a cualquiera, con esa mirada seductora y esos labios tan apetecibles de estar todo el día y la noche prendidos de ellos.La señora Estrella, regresó a la mesa donde se encuentra su hijo y sus nietos a la espera de que les sirvan la comida. Ella va con una sonrisa que se le figura en su rostro y a leguas se le nota su gran felicidad.—¿Qué pasa, mamá? ¿Qué ha pasado por allí para que tú vengas tan sonriente? —su hijo menor acaba de colgar una llamada y la observa con confusión y quizá hasta con cierta diversión.—¡Ay hijo, no te imaginas la pena que acabo de pasar!, me he encontrado a un par de ratones en una batalla campal por probar la saliva del otro.—¡Que! —Exclamó el chico sin entender lo que su madre ha dicho.—¿Ratones en nuestra casa? —Vamos a sacarlos con la
A la mañana siguiente, ambos muchachos estaban abrazados y con sus piernas entrelazadas, cada uno, según ellos, era a su hijo a quien estaban abrazando. La chica, al sentir el rostro del otro tan cerca, le dio un beso de buenos días, como solía dárselo a sus dos hijos cuando los tres dormían en la misma cama desde su nacimiento. — Mmm, así si es rico que lo despierten a uno, con deliciosos besos matutinos. — ¿Qué haces aquí todavía y… y dónde está mi hijo? — Pues no lo sé, yo hasta que la princesa le dio el beso al príncipe durmiente fue que me desperté. — No te creo nada de lo que dices, seguramente tú lo mandaste para su habitación para quedarte conmigo a solas. — Ya te dije que no es así. —¿Sabes? Me encanta, verte enojada, mi bella pelirroja. —Te ves tan hermosa, así despeinada, que hasta dan ganas de follarte hasta el cansancio mientras te tomo de los cabellos rojizos. — ¡Fuera de mi vista, pervertido! —No sé en qué momento de mi adolescencia me fijé en ti. —Maldigo el día q
Cuando Ángela llegó a su casa, solo se encontró con el joven Owen y los niños. —Seguramente Mario José, se ha ido para la clínica a ver a su papá. —pensó ella.— Muchas gracias por cuidar de ellos, ya te puedes ir a ver que tal está tu papá.— ¿A mi papá?, ¿qué pasa con él?— ¿Qué acaso no te han avisado?— No, cuéntame lo que ha pasado.— Pues, que a tu mamá le han avisado que su esposo tuvo un ataque al corazón y está muy mal de salud en una clínica privada.— ¡Ah, ese viejo! —estoy seguro de que solo es parte de su show para presionar a mi hermano a que se case con esa loca de Amanda.— No creo que el señor esté haciendo eso solo por pura maldad, con las enfermedades no se juega.— Él juega hasta con el corazón de mi madre, no digamos para inventarse sus dizques enfermedades.— Ya que tocas ese tema, te comento que en las afueras de un centro comercial nos hemos encontrado a la prometida de tu hermano, he notado que trata muy feo a tu madre.— ¡Ay querida!, ¿y es que hasta ahora cae
Hablando de Ángela, desde que se despertó esta madrugada le ha estado llamando a Mario José, porque uno de los niños tiene dolor de cabeza y mucha fiebre, pero no ha logrado comunicarse con él, y su hermano Owen, tiene apagado su celular.— ¿Por qué me atengo a que ese imbécil venga y me ayude con mis hijos? —si él, nunca ha estado presente cuando lo hemos necesitado, a la m****a todo, de ahora en adelante yo seguiré como antes y haré de cuentas que él no existe.Ángela le habló a su otro hijo para que se levante y se aliste, porque irán a buscar atención médica a un hospital y tiene que llevarlo porque no lo puede dejar a él solito en la casa.Cerca de la casa encontró un centro de salud, prácticamente dentro de la colonia residencial en donde ellos viven. Le atendieron a su hijo y le dijeron que esa fiebre y el malestar en el cuerpo, es por inicios de la gripe que le están anunciando los repetidos estornudos. Le dieron medicamento y luego, ya más tranquila, se regresaron a la casa.M
Todos en el salón donde se está llevando a cabo la ceremonia están a la espera de que el novio haga su entrada principal, se voltean a ver unos con otros porque este está tardando bastante en aparecer. Pero la espera terminó, el novio ingresó colgado del brazo de su señora madre. Todos aplaudieron para darle la bienvenida y no dejaron de hacerlo hasta que llegó al lado de su futura esposa. Después de que ambos dijeron los votos, claro que falsos por parte de Mario José, con el micrófono en una mano y la Santa Biblia en la otra, el sacerdote preguntó: — ¿Alguien tiene algún impedimento para que esta unión se realice? —Si lo hay, que se ponga de pie y hable ahora o calle para siempre. — Aquí… nosotros queremos impedir esta boda, señor. —Dijeron dos pequeños que han entrado al salón y van recorriendo con paso lento el mismo camino que hace unos minutos también recorrió su padre. — ¡Oh, vaya! —¿Quiénes son ustedes?, ¡hermosos niños de Dios! —el sacerdote está consciente que si en ese m
Dentro de la oficina la muchacha está que se estremece de los nervios, ella está segura de que Mario José, se enojará mucho con ella porque pensará que fue ella quien envió a los niños, o tal vez se ponga muy contento. Además, Ángela tiene tanta rabia, y cuando Mario José se presente a trabajar le pedirá que despida a la chica que se expresó tan mal de ella y de sus hijos. — ¿De qué te ríes idiota?, este es un asunto serio, por favor ten un poquito de respeto, aunque sea cuando estés frente a mí. — ella le reclamó a Juan Pablo, ya que este no para de reír en verla a ella tan preocupada, a él le ha caído en gracia lo que sus sobrinos han hecho. — ¡Ay, hija!, ¿tú crees que mi cuñado se va a molestar por lo que tus hijos hicieron? —te aseguro que en este momento más bien les está dando las gracias por haberle ayudado. — Tú sabías que eso pasaría, ¿verdad? — Te lo juro bonita que yo no tenía ni la menor idea de eso. —Mintió el chico. — A ustedes tres ya no se les puede creer, pero ni
Ángela llegó a su casa y muy preocupada y le comentó a la niñera lo que ha pasado. Pero ésta, con una sonrisa le dijo que el señor Mario, no está molesto y que ahora está en la habitación jugando con sus hijos. El semblante de la muchacha se relajó y su cuerpo dejó de estar tenso, al saber que el hombre no está molesto con ellos.Entró a la habitación para buscarlos y les tomó una fotografía cuando vio el cuadro tan hermoso frente a sus ojos, el amor de su vida está junto a su dos más preciados tesoros, —si no te has molestado conmigo, te voy a premiar diciéndole a nuestros hijos que tú eres su verdadero padre. —prometió ella en voz baja.— ¿De verdad se lo dirás? —Preguntó el hombre que se acaba de despertar y justamente escuchó la parte más importante para él.— ¡No! —Le respondió ella y salió de la habitación con sus cachetes colorados porque ella pensó que ese hombre estaba dormido y no le escucharía. —Ella se despojó de sus prendas de vestir y se metió al baño para refrescar un p