CAPITULO 3
El sábado transcurrió normal, Cecil sabía que, si se quería ganar ese permiso, lo menos que debía hacer, era hacer enojar o preocupar a Susan, su madre.
Ya era domingo por la mañana, Cecil se encontraba sentada en el jardín, como le gustaba tomando un té de jazmín, esperando cuando empezaran a emerger los rayos del sol, para sentirse cálida e imaginar como seria ver una amanecer, en ese momento, salió su padre y se sentó a su lado.
Cerro los ojos y espero junto a Cecil ese hermoso momento, a Iván Patel le encantaba tener estos momentos con su hija Cecil, eran tan reconfortantes, estar en contacto con todos los sentido de cierta forma.
-Lo sentiste papá?
--como cada mañana hija
Cecil dio un suspiro profundo -como me encantaría ver plenamente el amanecer-
--seria hermoso hija, pero es mas hermoso y placentero sentirlo con los ojos del alma.
--tu madre ha dicho que si iríamos al almuerzo de los Mercier.
Le dijo su padre aun con los ojos cerrado.
-Que? ¿Yo podre ir también?
--sí, asi es, no me des las gracias por convencerla ok? Jajaj
-papi, papito gracias, gracias, ya te dije cuanto te amo?
--jajajaj mi niña, que no haría por ti?
Si, ese era Iván convenciendo a su esposa, para hacer feliz a su pequeña Cecil.
Ella la luz de sus ojos, quien llego cuando menos se lo esperaba, el embarazo de la madre de Cecil fue sorpresivo y fue el momento más feliz de Iván, ni aun con Rebecca su primogénita, sintió tanta emoción y amor por una criatura, cuando supieron la condición de Cecil, su padre no dudo en quedarse a su lado mas que nunca, el seria los ojos de Cecil, aunque para él fue muy extraño todo lo sucedido, siempre fue fiel creyente que algo le hicieron a su pequeña el juraba que Cecil lo seguía con la mirada desde bebé, que lo veía, le atraían los colores vivos como todo bebé pero mas que todo, le encantaban las flores, la pequeña Cecil siempre amo las flores por eso su padre estuvo con sospechas por muchos años y aparentemente dejo el tema hasta ese punto.
Se dedico a ver por ella y entregarle todo para su felicidad, mientras el tuviera vida, Cecil seria la persona mas feliz de la tierra.
Se estaban arreglando para tan dichoso almuerzo que tenía a Cecil muy emocionada, después de tanto tiempo, podría ir a interactuar con personas nuevas y eso le encantaba.
Se coloco un lindo vestido de diminutas flores, dejo su hermosa cabellera negra larga suelta, solo medio atada con una cinta que hacia juego con su vestido de tirantes y unas sandalias lo bastante cómodas para ella.
Aunque no podía ver, aprendió a aplicarse labial, le gustaba usar un tono cereza gloss, no era nada escandaloso, pero resaltaba sus voluptuosos labio y los hacia lucir mas pomposos y atractivos, a ella le gustaba la sensación que dejaba este en sus labios y su dulce aroma a cerezas, a su mente a veces llegaban recuerdos, que realmente ella no sabia si eran eso o solo eran imágenes creadas por su imaginación, de lo que, si estaba segura, era de que era capaz de sentir los colores.
-CECIL!!! Ta estas lista? Baja, nos vamos ya
-YA VOY MAMÁ!! – grito Cecil desde su habitación-
Al bajar ya estaba su madre, su hermana y su padre quien la esperaba en el final de la escalera para llevarla de la mano.
Subieron a la camioneta y en menos de nada, ya estaba en los predios de los Mercier.
Al llegar se sentía el bullicio, había mucha gente como era de esperarse.
-Mi estimado Iván y su familia, bienvenidos, mucho tiempo de no verlos, Susan un placer como siempre.
-Bastián, cuanto tiempo, te presento a mis hijas Cecil y Rebecca.
-Un placer conocer a estas bellas señoritas, deja te presento a mis hijos
-el es Alejandro mi hijo mayor, luego sigue Emmanuel y por último mi pequeño Christopher
-un placer -dijo Susan- espero se lleven bien con nuestra hijas.
Cecil estaba un poco nerviosa y Alejandro lo noto, Cecil creyó reconocer esa voz y por su nombre, era el mismo que había conocido días atrás, podría ser eso de esta manera?
Alejando no quiso decirle nada en el momento, mas adelante encontraría el espacio para hablar con ella a solas.
Se sentaron a la mesa que era destinada para los Patel, Rebecca como siempre lanzando comentarios clasistas sobre los demás, era bien sabido que los Patel eran de las familias mas adineradas del país, pero Rebecca, era un tanto despreciable, era en extremo opuesto a lo que era Cecil.
Rebecca podía hacerte querer morir en cuestión de segundos, aparte siempre envidio a Rebecca, si, asi como lo lees, aun con su discapacidad, envidiaba a su hermana, Cecil era una persona fácil de querer, aparte de que era demasiado hermosa, su piel tersa, sus hermosos ojos azules y su cabellera totalmente negra y larga. los ojos innegablemente eran los de su padre, pero en cambio Rebecca, era más la copia de su madre y…. no es que se pareciera mucho físicamente a su padre, su contextura era delgada y alta, pero de cabello rubio y ojos marrones, aparte de su carácter de m****a, poca empatía y creer que el mundo era de ella.
Susan veía y respiraba por Rebecca, asi que ahora quería hacer el papel de celestina, quería emparejarla con Alejandro Mercier, Rebecca quedo encantada en cuanto lo vio y además de ser un buen partido en todos los sentidos, era un Mercier.
Susan salió en busca de Alejandro, para con alguna excusa tonta hacerlo relacionarse con su hija mayor.
Cecil estaba tranquila hablando con su padre, mientras sentía el sol en la cara, ella amaba sentir los rayos de sol sobre ella y mas aun si tomaba una deliciosa limonada cerezada y comía deliciosas galletas antes del almuerzo.
-Cecil, bebé, te puedes insolar cariño, acomódate aquí donde no te de el sol -le dijo su padre-
- esta bien papi, ya voy -respondió Cecil con una hermosa sonrisa-
-sabes lo mucho que me gusta estar asi, pero entiendo que no es bueno en exceso
Luego de almorzar y estar al pie de su padre en todo momento, decidieron alejarse un poco para que Cecil disfrutará de ese hermoso jardín, tenía muchas Flórez, ella las amaba y su padre lo sabía.
-huelen delicioso papi, hay demasiadas, puedo sentir que son rojas y rosadas, es así?
-no te equivocas hija, hay rosas de un lado y son rojas y hay otras que son...?
-peonias!! ¿Cierto?
-asi es jajajja eres muy buena en esto.
-mi nariz no me falla, aparte puedo sentir que son rosadas, no se por que ni cómo se el nombre del color.
Así estuvieron un rato cuando de un momento, no supieron cuando, apareció Alejandro.
-wow, has adivinado todas a la perfección, solo con tocarlas y olerlas, como lo haces?
-es un don supongo, mis otros sentidos están mucho más desarrollados.
- oh! Alejandro, te encargo a mi Cecil, me llama tu padre, ya vuelvo.
-entonces Cecil? ¿Me dirás tu secreto de como desarrollaste tanto tus sentidos?
-es por que no puedo ver supongo.
-que lastima que no puedas ver por esos hermosos ojos.
-oh y gracias por no decir que nos conocimos el otro día.
-imagine que no querrías que lo supieran, mantendré nuestro secreto.
Alejandro miraba embelesado a Cecil, era tan adictiva y cautivadora, pero ella podía sentir el peso de su mirada.
-que tanto me miras?
-como sabes que te estoy mirando?
-puedo sentirlo, asi de simple.
-eres tan inteligente, sabes, esas flores todas, las cultivo mi madre.
-de verdad? ¿Podría conocerla?
-lo siento, mi madre…. ya murió
-oh no! Lo siento mucho de verdad, que imprudente fui al preguntar por ella.
-para nada, tranquila, no tendrías por qué saber eso.
Cecil sintió los pasos de su padre acercarse.
-ya viene mi padre, fue un gusto volver a hablar contigo Alejandro.
-lo mismo digo Cecil, espero volver a vernos en aquel lugar, -esto ultimo se lo dijo muy cerca de su oído-
Cecil se sonrojo levemente y sintió una electricidad por todo su cuerpo.
-está bien.
Y se alejo con rumbo a donde venia su padre.
Capítulo 4 -que hablabas con Alejandro hija? -oh, solo de las flores -está bien mi niña, vamos, ya es hora de ir a casa, fue una tarde muy agradable aquí realmente -verdad que si papi?- dijo una Cecil muy emocionada- -sí, el clima muy favorable, la comida deliciosa y ese jardín precioso con muchas flores -podemos tener otras flores en casa? -claro que… -que no!-dijo Susan, la madre de Cecil- -que más flores quieres sembrar por dios, no hay espacio para una más, con las que tenemos es suficiente, su mantenimiento no es sencillo ni económico. una triste Cecil, siguió en silencio todo el camino a casa, el cual era corto realmente, pero ella lo sintió eterno. Al llegar, subió de inmediato a su habitación, ahora solo quería darse un baño y descansar un poco y sacarse la idea de nuevas flores en su jardín. Mientras tanto Susan y rebeca, en la cocina de la casa. -que tal te pareció Alejandro? -pues madre, la verdad…si esta muy lindo y es muy alto, además es un Mercier, puedo se
CAPITULO 5Llego Cecil a casa, tratando de no ser notada, pero ella fue quien no noto a su hermana mayor en la sala de la casa.-carraspeo odiosamente- Donde estabas Cecil?Cecil quedo fría, porque no espero que estuviera precisamente su hermana.-estaba en el campo, caminando un poco, por qué?-me necesitabas para algo hermana?-acaso me puedes servir para algo? PufffCecil rodo los ojos y le hizo una mueca de fastidio a su hermana.-ja! ¿Y ahora haces esas groserías?-tras de inservible, mal educadaCecil ignoro como siempre el comentario despectivo de su hermana, era más común de lo que se puedan imaginar y es que la verdad, rebeca y Susan no eran precisamente las personas que más amaban a Cecil.El entorno de Cecil era mucho más tranquilo cuando solo se trataba de su padre y de su difunta nana, la nana de Cecil murió hace un par de años y fue un golpe muy duro para ella, a veces ella misma duda del amor de sum adre y se culpa a sí misma por ello.Cecil subió a su habitación y de t
CAPITULO 6 -alò? -buenas tardes Alejandro, te habla Iván Patel -oh,buenas tardes, en que puedo ayudarle? -seré directo y franco contigo, que quieres con Cecil? -eso no fue un detalle que se tendría con cualquier persona, llenarle todo el jardín de flores, las que ella quería. -está bien, también seré directo con usted y aunque hubiese deseado hacerlo mas adelante y en persona, le puedo decir que me interesa su hija. El señor ivan quedo sin palabra alguna, no sabia como reaccionar ante esto, era la primera vez que alguien era tan directo al mostrar interés por Cecil. -que... uste qué? -asi como lo escucho, me interesa de muchas manera Cecil y quiero cortejarla para que acepte salir conmigo y del cual espero su consentimiento, solo que no quiero apresurar las cosas, hasta el momento todo se nos ha dado muy espontáneamente y espero que siga asi entre ella y yo. -la verdad, joven Alejandro, me deja sorprendido, sabe usted la discapacidad visual de mi hija no? -claro que soy cons
Cecil se encontraba dispuesta a dormir, pero sus pensamientos no la dejaban conciliar el sueño.Se giraba a un lado, se giraba a otro, pensando en lo que le había dicho Alejandro, la aprobación que le dio su padre y…. la desilusión que le causo su madre, se encontraba en un dilema, a quien le creería? ¿Era Alejandro sincero? Su padre creía realmente que era correcto todo lo que estaba pasando hasta ahora y su madre, ella…. pues…. Tendrá razón el sus palabras?Entre tanto pensar y pensar, no sabe en qué momento quedo dormida, cuando de repente sintió que golpeaban su puerta.¿Quién es? Dijo Cecil con su voz entre dormida aún.Soy yo, papá Adelante papi, entra, ¿qué hora es?Ya es de día mi pequeña, solo quería recordarte que el día de hoy me acompañaras a hacer algunos negocios fuera de casa, alístate y baja a desayunar que nos iremos después.Está bien papi, ya me alisto.Salir con su padre la hacía feliz, quería aprovechar que su hermana Rebecca se encontraba en casa, así su madre
CAPITULO 8 Estaban de vuelta a casa Cecil y su padre y, a decir verdad, era bastante tarde y el hecho de que ninguno d ellos dos fue visto en la casa durante el día, levantaría sospechas a Susan y a rebeca. ¿Dónde estuvieron todo el día? Era una Susan muy furiosa en la sala de la casa y rebeca… pues de ella no había rastro en el resto de la casa. Oh, salimos un rato en la tarde solamente. ¿Un rato dices? En todo el día no los vi en ningún lugar de la casa y nadie me dio razón de ustedes. Madre, es que estuvimos caminando por mi camino en los predios. Cecil sentía que no pudo ser mejor momento para ser ciega, sus ojos no dirían nada, mientras ella agachaba la cabeza, aunque su madre no quedo convencida del todo, no dijo más nada. Cecil subió a su habitación, estaba tan feliz, cuando tocaron su puerta. Cambio su semblante para disimular. si? soy yo, papá. Adelante papá. Estos hablaban susurrada mente para no ser escuchados. Tu madre dices que bajemos a cenar, pero al menos
CAPITULO 9 Cecil entro de puntitas y despacio a su casa, noto que había alguien en la sala, ella entro por la puerta de la cocina que da al jardín, escucho que discutía por celular con alguien, se asomo despacito y vio a su hermana, caminar de un lado a otro, aunque ya estaba un poco mas nublada su vista, aun podía diferenciar rostros, lo que se le hizo muy extraño, fue escuchar esa conversación. ¿Tu solo desapareciste y ahora no quieres hacerte cargo de este embarazo, por que debo afrontarlo yo sola? NOOO!! Se supone que seriamos una familia, fue lo que hablamos y lo que planeamos por meses, como es que ahora solo…. ¿Quién esta hay? Cecil sintió le verdadero terror, fue más rápida q su hermana y alcanzo a llegar a su cuarto sin ser vista, ya a este punto no se escuchaba lo que su hermana hablaba, pero quedo tan extrañada como sorprendida por el hecho de que su hermana este embarazada y no haya dicho nada. Pero mejor se fue a cambiar la pijama por una seca y a dormir, seria el
CAPITULO 10 pasaron dos días en los que Alejandro estuvo un poco ocupado haciendo averiguaciones y luego de eso se fue con su padre a la ciudad. Mientras tanto Cecil, se encontraba un poco triste ya que Alejandro hace días no venía a verla, ni a su casa como tal ni se encontraban en el lago. Te lo dije. Unmm? ¿Que cosa mamá? ¿Solo eras una caridad para él, él se fue a la ciudad, no lo sabias? ¿Quien? Hay ya, Alejandro, quien más, o de que otra persona te podría estar hablando que por tu semblante se nota que no lo sabias. Unmm, no, no lo sabía. La que me lo dijo fue tu hermana, deberías recapacitar en cuanto a tus tratos cono ese joven, podría ser el prometido de tu hermana. Cecil quedo pensativa pero no dijo más nada a las provocaciones de su madre, ella sabía que Alejandro tendría buenos motivos para eso, no se desaparecía solo porque sí. En tanto Alejandro estaba en la ciudad buscando por todos los hospitales, parteras y personas que podían conocer a los Patel, recorrido
CAPITULO 11El papá de Alejandro volvió 5 días después, Alejandro aún seguía en la ciudad y eso a Cecil le estaba carcomiendo la intriga, el papá decidió guardar la calma, pero al ver que Alejandro no llego con su padre, decidió ir a hablar con su amigo Bastián Mercier, padre de Alejandro.Adelante ivan, toma asientoGracias Bastián, me gustaría ir al grano en esta situación.Si, claro, ¿qué pasa? Me preocupa tu semblante.Se trata de tu hijo.¿Qué paso con él?Lleva más de una semana y no sé nada de él, me gustaría saber si le paso algo o que paso, simplemente desapareció hacia la ciudad y no dio razón alguna y ya lleva una semana o quizá más.Oh, lo siento mucho Ivan, no fue planeado que le se fuera conmigo a la ciudad, pero suele ser impulsivo algunas veces. Lo que, si te puedo asegurar y dar mi palabra, es que Alejandro va totalmente en serio con tu hija Cecil y me lo dejo muy en claro, es más, todo este asunto por el que está en la ciudad, es por ella realmente y me gustaría decir