Esa noche la pequeña Angela dormiría en casa de sus abuelos, harían pijamada como acostumbraban cada quince días, Angelina le tenía preparadas palomitas y sus dulces preferidos, Lucien Black, era el que elegía las películas, los abuelos siempre procuraban pasar tiempo con sus nietos

Angelo no tuvo más remedio que darle el recado a Rocío, la ex esposa asintió y dejó que su ex marido viera una amplia sonrisa en ella, como no tenía que pedirle permiso, Rocío al llegar las ocho salió toda hermosa a recibir a Doménico, Angelo casi echaba espuma por la boca

Pero el hombre no se había quedado sin hacer nada, había invitado a cenar a Diane al mismo restorán al que el ingles llevaría a Rocío, tenía un infiltrado que le estaba pasando información

— Lucien, ¿estás seguro que la llevará al restaurante de carnes elegante que está en la avenida cinco?

— Que sí, ¿acaso el disparo te dejó sordo Angelo? escuché cuando Milán hablaba por teléfono con tu ex mujer, ellos irán a ese fino restaurante de carn