Departamento de Sálax
Sistema Carixis
Día 9 del Mes 13 del Año 2104 D.A.
—Creo que si es probable que ganes —le dijo Sálax a Max Starman. Ambos habían hecho el amor y yacían desnudos en la espaciosa cama del apartamento de la sáuxer mientras leían el periódico por la Astronet.
—No estoy tan seguro. La sombra de Torm aún pesa sobre mi familia.
—¿En que consistió realmente la dictadura de Torm?
—Torm era un cártagik, candidato del Partido Droth que llegó al poder por fraude electoral en el 2074 D.A., con una férrea oposición por sus políticas de extrema derecha. Aparentemente, Torm tenía sobornados a varios magistrados, incluyendo al propio presidente del Magisterio, así como tenía mayoría en el
Nave Nodriza Oscura—Bienvenido, Gobernador —le dijo Kezarath cuando Rupert estaba frente a ella. —No pretendo herirlo o provocarle ningún daño. Deseo ofrecerle un trato... —la voluptuosa figura se levantó de su trono acercándose hasta donde Rupert y tomándolo del hombro. Lo acercó reacio a una enorme cama lateral súbitamente iluminada dentro de la horrible estructura de la nave. La mujer removió sus ropas mostrando su escultural cuerpo de grandes y firmes pechos, piernas y glúteos.—¿Me trajo aquí para hacer el amor? Pensé que a una diosa le sería más fácil conseguir amantes...—Como le dije, le ofrezco un trato. Únase al Planeta Oscuro. Pacte con nosotros un trato de lealtad eterna, con su sangre. Podemos reconocer su potencial. A cambio, no solamente podrá dar rienda suelt
Rupert despertó en una tierra repleta de espesa neblina, donde lóbregos árboles resaltaban entre las brumas. El cielo estaba totalmente cubierto por nubarrones blancos, y el césped era de hierva fresca y húmeda por el rocío.Rupert caminó entre tan brumoso ambiente, hasta llegar a una costa, donde un mar cristalino se extendía en el horizonte. Una barca esperaba en la costa recogiendo otras almas descarnadas, que subían con ayuda de hermosas mujeres altas y de cabellos dorados...—¡Valkirias! —pensó Rupert.Las mujeres lo observaron sonrientes pero partieron de la costa, remando con largas varas, en cuanto Rupert se les acercó.—¡Esperen! —gritó— ¡Estoy muerto! ¡Debo ir con ustedes!—Te equivocas, Rupert —dijo una voz fuerte y profunda. Rupert se volteó hacia
Zona InexploradaDía 9 del Mes 13 del Año 2104 D.A. Habían pasado diez días desde el enfrentamiento de la Walhalla con el temible Panal. El acorazado del Ejército Galáctico descubrió un planeta rico en etérium, aunque de desolados y lúgubres paisajes de montañas pedregosas, suelos lodosos y cielo sempiternamente nublado. La Walhalla se apresuró a enviar una buena cantidad de naves para labores de minería. El propio Zílog y su tripulación de confianza (Sashak, Velkhar, Cheng, Arg y Kerozt) los acompañó, para eventualmente toparse con una muy desagradable sorpresa.Zílog realizaba una supervisión de rutina en una de las plataformas mineras colocadas en los yacimientos eteriumíferos del planeta, y encontró masacrados horriblemente a todos los 34 soldados que laboraban en ese moment
La Zona InexploradaDía 10 del Mes 13 del Año 2104 D.A. Después del mal rato al salir del Planeta de los Monstruos, al día siguiente, la Walhalla había descubierto un antiguo acorazado destruido y abandonado que flotaba en el espacio.—Un acorazado del ya extinto Imperio Valtárico —dijo Velkhar al reconocer la estructura. —Según los sensores debe de tener unos dos mil años estándar de antigüedad.—Interesante —dijo Zílog. —Está muy bien conservado... Deberíamos investigarlo. Es una reliquia histórica y nuestra misión tiene también cierta importancia en cuanto a la exploración científica.—¡Por favor no, señor! —suplicó Kerozt algo alarmado. —Podría tratarse de... la Nave Maldita.&n
Planeta TierraGaza, Palestina, 2039 (calendario humano)Kezarath y Rupert se materializaron nuevamente en las desérticas inmediaciones de la destruida tierra palestina de Gaza, donde un bombardeo inclemente se llevaba a cabo con la destrucción masiva de cientos de edificios. Tanques rusos invadían las arenas del desierto y disparaban en contraataque una pesada artillería contra Tel Aviv.Una centena de cuerpos desmembrados de pobladores palestinos, hombres, mujeres y niños, entintaban de rojo sangriento las calles, víctimas de los bombardeos.—¿Reconoces el evento histórico que estamos presenciando? —le preguntó Kezarath, quien había modificado sus ropas, y ahora vestía un uniforme militar norteamericano, que se amoldaba sexualmente a su escultural figura.—La Tercera Guerra Mundi
Tiempo previo al Big BangUna fría extensión infinitesimal de vacío y oscuridad rodeaba una masa de materia/energía incandescente e infinitamente caliente, de un tono gris verdoso.Rupert y Kezarath se manifestaron en el vacío infinito del espacio primordial a una distancia (que para Rupert fue imposible calcular) de la masa de energía.—¡Sí! —dijo Kezarath al borde del éxtasis con el rostro iluminado por el resplandor de la materia y el cabello arremolinándose en el vacío. —La materia primordial del Multiverso... el origen del Cosmos... dentro de pronto acontecerá el Big Bang y podré amoldar el Multiverso a mi voluntad...Rupert recordó las palabras de Wodan:Tratará de quebrar el Huevo Cósmico, y su ambición le provocará la muerte...Kezarath toc&oac
Sistema CarixisDía 6 del Mes 6 del Año 2105 D.A.—¿Por qué tenemos que negociar con los urlocks? —le preguntaba Kriggs a Rupert como quejándose, mientras la pareja, acompañada de Maktub, viajaba hacia la sede del Consejo Galáctico.—Porque resulta —explicó Rupert— que el apoyo de los urlocks puede ser muy estratégico para ganar la guerra, si los urlocks nos permiten utilizar su territorio, que es muy extenso.—¿Por qué no habrían de hacerlo? —preguntó Maktub— deben temer tanto al Planeta Oscuro como a nosotros.—El problema con los urlocks es que son una especie extremadamente xenofóbica —explicó Rupert. —Para ellos no hay mucha diferencia entre nosotros y el Planeta Oscuro.—El otro elemento —dijo Krigg
La Zona InexploradaMientras dormían plácidamente, hubo un retumbe en las cavernas que los despertó de súbito. Los tripulantes contemplaron a sus anfitriones asustados correr de un lado a otro.—¿Algún insecto? —se preguntó Zílog. Pero pronto, descubrieron que el sonido que retumbaba en las cavernas era el típico de cañonazos fotónicos.—¡No puede ser la Walhalla! —adujo Cheng.Un extraño gas tóxico se adentró en las cavernas. Zílog y su personal intentaron ponerse rápidamente las máscaras de los trajes, pero fue inútil, pronto sucumbieron al gas y perdieron la consciencia.Al despertar, ya era de día. Una especie de seres monstruosos similares a cerdos antropomorfos, de cuerpos rechonchos que no medían más de metro sesenta y que disp