Sistema Carixis
Día 6 del Mes 6 del Año 2105 D.A.
—¿Por qué tenemos que negociar con los urlocks? —le preguntaba Kriggs a Rupert como quejándose, mientras la pareja, acompañada de Maktub, viajaba hacia la sede del Consejo Galáctico.
—Porque resulta —explicó Rupert— que el apoyo de los urlocks puede ser muy estratégico para ganar la guerra, si los urlocks nos permiten utilizar su territorio, que es muy extenso.
—¿Por qué no habrían de hacerlo? —preguntó Maktub— deben temer tanto al Planeta Oscuro como a nosotros.
—El problema con los urlocks es que son una especie extremadamente xenofóbica —explicó Rupert. —Para ellos no hay mucha diferencia entre nosotros y el Planeta Oscuro.
—El otro elemento —dijo Krigg
La Zona InexploradaMientras dormían plácidamente, hubo un retumbe en las cavernas que los despertó de súbito. Los tripulantes contemplaron a sus anfitriones asustados correr de un lado a otro.—¿Algún insecto? —se preguntó Zílog. Pero pronto, descubrieron que el sonido que retumbaba en las cavernas era el típico de cañonazos fotónicos.—¡No puede ser la Walhalla! —adujo Cheng.Un extraño gas tóxico se adentró en las cavernas. Zílog y su personal intentaron ponerse rápidamente las máscaras de los trajes, pero fue inútil, pronto sucumbieron al gas y perdieron la consciencia.Al despertar, ya era de día. Una especie de seres monstruosos similares a cerdos antropomorfos, de cuerpos rechonchos que no medían más de metro sesenta y que disp
Sistema CarixisEn cuestión de un día, la terrible plaga se había propagado por todo Carixis, y los diversos miembros del Consejo debieron unir esfuerzos para hacer frente a la pandemia.—Debe tratarse de guerra biológica por parte del Planeta Oscuro —decía el médico 200 a Rupert mientras atendía a una larga hilera de enfermos de todas las especies en el suelo de los pasillos del Hospital General de Carixis, donde no cabrían más pacientes. Salvo por los androides y los cártagiks, el resto del personal no infectado se cubría con trajes herméticos —Es una vieja táctica de guerra. Te agota los recursos médicos, personales y financieros, pero especialmente, golpea la moral...—Según nos reportan —dijo Rupert— hay brotes de la Plaga en la Tierra, Kinsoha y Brazzky, así como en Xirg&oacut
Sistema CarixisLa crisis con la epidemia se había salido de las manos. Por las calles deambulaban los infectados de todas las especies, furiosos atacando todo lo que encontraban a su paso. Oleadas de miles de personas que parecían una horripilante marejada de gentes enloquecidas.Extrañamente, los infectados no se atacaban entre sí...Las avenidas y calles pululaban de figuras maniáticas, quienes destruían vehículos, edificios, vitrinas, y todo a su paso, provocando incendios y destrucción.Las personas sanas se refugiaban aterrados como podían, generalmente en sus casas y lugares de trabajo, pero muchas veces, la ira encarecida de estos locos era capaz de remover puertas, portones y demás medios de protección, adentrándose al lugar para luego asesinar horriblemente a las infortunadas víctimas.Rupert contemplab
La Zona InexploradaLos esclavos rebeldes libraron una feroz batalla contra los cerdos, lagartos y cíclopes al servicio de Vosh. No obstante, hasta hace poco los rebeldes libraban sus batallas sólo armados de lanzas y flechas contra las armas láser de los monstruos de Vosh, y ahora, la Walhalla les había suministrado armamento de alta tecnología. De tal forma, que los cerdos, lagartos y cíclopes fueron ultimados uno a uno, hasta que los pocos sobrevivientes huyeron a internarse en la selva, corriendo entre los cadáveres ensangrentados de sus congéneres.Los rebeldes celebraron y liberaron a los demás esclavos de sus cadenas.Al entrar en el palacio, encontraron a Sashak sentada en el trono, con Némesis a su lado (quien ahora era un oscuro de nuevo).—¿Dónde está Vosh? —preguntó Ikhi, quien tenía a Z&
La Zona InexploradaDía 3 del Mes 12 del Año 2105 D.A.Año y medio había transcurrido desde que la Walhalla comenzó su misión en la Zona Inexplorada. La nostalgia comenzaba a hacer mella entre los tripulantes por sus familiares y amigos.Durante los últimos seis meses casi no habían tenido ninguna emoción importante y se habían limitado a patrullar las extensas áreas de la Zona Inexplorada. Siguiendo el rastro de los antiguos guardianes que escondieron la Esfera Perdida en algún lugar, encontraron solo mundos deshabitados desde hace milenios y civilizaciones primitivas sin desarrollo tecnológico.Sin embargo, esto estaba por cambiar.Némesis se despertó súbitamente a altas horas de la madrugada. Un febril terror se había apoderado de él. Se levantó de su cama y
Nave Walhalla—No entiendo que pasa, señor —dijo Cheng a Zílog en el puente. La totalidad de la tripulación de alto rango se había despertado, uniformado y llegado al puente para analizar la crisis. —La nave no detecta nada, nada en absoluto alrededor. Ni siquiera la más minúscula partícula de luz.—Némesis —dijo Zílog al oscuro reformado. —¿Por qué te opusiste tan fehacientemente a que entráramos a la Nebulosa? ¿Es esto una trampa de los oscuros que conocías?—No. No es algo que tenga que ver con mi pueblo. Sentí... un presentimiento extraño. Un... temor aprehensión inexplicables.—¿Puedo hacer conjeturas científicas? —preguntó Velkhar.—Por favor. —Respondió Zílog.&mdash
Nave Walhalla—Por lo que pude dilucidar —dijo Velkhar con una bolsa de hielo en la cabeza, mientras hablaba con el resto de los oficiales en la sala de reuniones— son una especie muy antigua y avanzada, que ha estado encerrada en éste lugar por más tiempo del que fui capaz de concebir. Sus conocimientos científicos son mucho más desarrollados que los nuestros. Sin duda, pueden ayudarnos a escapar, pero creo que sólo lo harán si los ayudamos a ellos.—La pregunta es si son confiables —dijo Kerozt. —Si los exiliaron en éste infierno deben haber hecho algo muy malo.—No importa que hayan hecho —comentó Zílog— nadie merece un castigo como éste. Además, ¿qué tal si eran disidentes políticos enviados aquí por una dictadura tiránica?—¿No tienes
Nave WalhallaDía 7 del Mes 12 del Año 2105 D.A.Zílog hacía el amor con Cheng. La hermosa humana oriental se encontraba sobre el capitán brazzky a horcajadas.Súbitamente, Zílog observó horrorizado los ojos de Cheng, volviéndose negros totalmente, y contempló con repugnancia como un tentáculo largo y negruzco emergía de su boca y le aferraba el cuello estrangulándolo.—¡NO! —gritó Zílog y se despertó de golpe en la cama, sentándose agitado y respirando entrecortadamente. Estaba desnudo, y a su lado yacía Cheng, desnuda también.Zílog se recostó de nuevo e intentó conciliar el sueño.Es justo entonces que una gran iluminación pareció invadir su cuarto. Él y Cheng se despertaron extr