Cap. 41: Los delitos se deben pagar.—Doctor no me nombre me van a matar, ¡Me van a matar!—Venga conmigo, entrara y se quedará allí hasta que nosotros subamos, sólo estará para que Neumann la vea cumpliendo su deber… Después yo me arreglo con el comisario… Ahora venga conmigo.Ritter se acercó al vidrio de la ventana oscura y lo tocó varias veces, el detective pasó enseguida al otro lado.—Buen trabajo doctor —reconoció el detective.Cuando llegaron dejaron a la muchacha lejos del hospital, ella caminó presurosa. Al entrar los hombres adrede habían sido quitados del garaje del sótano para dejar tranquilo al médico involucrado.Ritter estaba solo, caminó hasta su consultorio y comenzó a pasear de un lado a otro. Los nervios estaban a punto de traicionarlo, pero respiró profundo y luego exhalo, el detective le repico en el teléfono para que bajara al sótano.Llegó a donde estaba el detective, aproximadamente cuarenta hombres armados estaban esperando a que el maldito ascensor fuese
Cap. 42: Cómo y por qué.Unos días después Zav y Jeane fueron a visitarlos a la clínica…Jeane, entró sonriente, no a si Zav, quien después de saludar a Lara se acercó a Ritter.—Ritter ¿Cómo es eso que nos denunciaste por los dulces perlados del Perú que le dimos a tu esposa?—Papá, vamos afuera, Lara todavía no está bien del todo —cuando hubieron salido al pasillo Ritter continuó—: Papá, no es que yo los haya denunciado, ustedes están en esa investigación porque justo ahora, cuando nacieron los niños fueron secuestrados.—¿Qué dices hijo?—Sí, se ha mantenido en secreto por el procedimiento judicial que se está realizando, además no quise preocuparlos, no estás para este tipo de noticias. —¿Pero qué fue lo que pasó con los dulces?—Hace dos meses atrás Lara tuvo un principio de aborto, el cual detuve a tiempo. Como estaba dudoso del hecho, mande a analizar las últimas comidas de Lara ellas eran el dulce perlado y el chocolate, motivado a ello es que ustedes fueron llamados a l
Cap. 43: ConvenienciasLara, con tantas cosas que estaban pasando desde que regresó a Berlín ya no tenía confianza en nadie. Nunca pensó que al llegar allí iba a vivir todas aquellas cosas tan horribles.Adalia la miró de frente y entonces le contestó:—No Lara, hoy vine a sincerarme contigo, yo quiero que sepas que es lo que realmente está pasando y que tú no sabes con respecto al nacimiento de tú hijo Egmont y por qué quieren acabar contigo y con todos tus hijos.—Entonces habla…—Primero que nada quiero que me perdones…—No me jodas Adalia, me pides perdón y no sé el por qué… Habla de una vez… —La la conminó con carácter.—Es que, cuando saliste embarazada en la clínica Wolf todo fue un plan ideado por Derek junto con otra persona a quien yo no conozco, ellos están detrás del cambio de las jeringas, todo con la intención de hacer un escándalo y que Ritter quedara fuera de las clínicas para él hacerse de la presidencia la cual se entregaría en unos meses después de tu llegada.—Ya
Cap. 44: Tarde de amigos.Días después…Lara ha estado ocupándose de sus hijos, Emil fue a visitarla aquella tarde, pero apenas Emil llamó en el portal, Ritter fue informado.—¿Qué quiere ese hombre con Lara, es una patada en mi estómago cada vez que oigo su nombre. Confío en Lara, pero no en él, su persistencia me jala las bolas… Me incomoda tanto que sería feliz si lograra desaparecerlo— dijo para sí mientras estaba de espaldas a la puerta…Ritter se volvió y se encontró con Derek en la puerta de su consultorio y con la manilla en la mano, a su lado una mujer con su bata médica y su estetoscopio en el cuello, mirándolo. Se incomodó y con sus ojos chispeantes llamó la atención enseguida a ambos.—Existe un protocolo ético y es “Nunca puedes entrar al sagrado consultorio de un médico sin antes tocar y oír que se te permite pasar”… ¿Acaso no lo recuerdan? —dijo ceñudo y moviendo sus parpados.—No vi a Emma por eso seguí. Disculpa —alegó Derek y para pasar el tobo de agua agregó—. S
Cap. 45: Jugando—¿Disfrutaste de tu tarde de amigos con Emil y mi hijos? —le preguntó—, pues te prohíbo que vuelvas a ver a Emil Schulte “¿Entiendes?—Ritter tú no tienes ningún derecho… —Ritter clavó su fría mirada en Lara y esta apretó sus labios en línea vertical, se revolcó entre sus brazos, pero él no la soltó. Seguía mirándola a los ojos. Cuando Lara se tranquilizó la soltó y abriendo la puerta se fue a la habitación. Lara se quedó respirando agitada y con los puños apretados. Luego se sentó y dejó caer sus lágrimas.«¿Qué le pasa? ¿Acaso cree que yo soy una soberana put4 que lo va a traicionar, y peor aún en su propia casa y más vigilada que asesino serial? ¡UF! —botó aire—. Esta loco. ¡Maldita sea!»***Una semana después el doctor Thonson les avisaba que ya estaba todo listo para la transferencia de células madres para Egmont, sólo requerían de que el niño estuviese hospitalizado unos dos días antes para revidar que estuviese todo bajo control.Lara recibió la llamad
Cap. 46: El plan.Lara soltó sus lágrimas y Ritter abrazó a su hijo… Fue un momento muy lamentable, para unos padres con un hijo enfermo de lo que sea es realmente fuerte pasar por estos momentos, pero un hijo con una enfermedad que amenaza constantemente es realmente fuerte. La petición de Egmont los devastó.El doctor entraba con los exámenes en la mano…—Egmont, ¿cómo puedes pensar así? —le dijo a la vez que jalaba una silla y sentaba frente a ellos —. Los niños como tú, tan inteligentes y tan llenos de vida, no pueden darse el lujo dejarse vencer… Además, mira a tus padres, ellos también están con muchísimas esperanzas y fe.Lara sonrió y apretó la mano de su hijo.—Doctor, Son buena noticias ¿Verdad?—Las mejores, mira qué resultados tan espectaculares, la infección está a punto de irse totalmente Egmont y eso es porque tú untaste la crema en la picada después de ducharte ¿No es así?—Si —asintió también Egmont—. Es que me recordé fue justo cuando terminé de ducharme y la vi enr
Cap. 47: Empujoncito.Lara regresa a casa, Lo que vio y oyó de labios de Adalia la ha sumida en una profunda tristeza, ella misma no entiende como puede haber personas capaces de hacer tanto daño.Se va a la habitación de los mellizos, luego de darles la teta a los dos, conversa con su madre por teléfono.—Mamá, ¿puedes venirte mañana para que pases el día con los niños? Quiero que tú estés aquí con ellos cuando lleguemos con Egmont. Les haré una sorpresa, quiero que mis hijos estén felices. Hoy decidí que mis hijos y yo merecemos ser felices, no dejaré que nadie vuelva a llenar de lágrimas nuestros días.Lara se quedó dormida en la habitación de los niños, recibió un mensaje de Ritter de que tenía dos partos de emergencia en la clínica y eran sus pacientes por inseminación así que tendría que acompañarles. Llegó bastante tarde de la noche, subió de una vez a la habitación, pero Lara no estaba allí, entonces pensó que estaba molesta con él y se había ido a dormir a otra habitación.
Cap. 48: SorpresaLara y Ritter venían sonreídos cuando se abrió la puerta del ascensor, entonces Derek estaba esperando justo al frente, se acercó a ellos a pasos agigantados, enseguida se apartó de Lara y se adelantó a ella, quien se detuvo, pues notó las intenciones de Derek, que de una vez le dio un fuerte golpe a Ritter en la cara. Ritter movió la cara a un lado con el golpe, pero de inmediato se lo devolvió, mandándolo al piso.Derek levantándose le dijo:—¡Lo hiciste tú, sé que fuiste tú!Ritter respiró profundo y cuando Lara corrió a su lado le detuvo para que se quedara detrás de él. Se reclinó y levantó a Derek por el brazo. Este parecía que iba a llorar.—Eres un idiota, hermano —le dijo Ritter.Derek, agitado y limpiándose la boca negó con la cabeza.—No me lo niegues.—Me tiene sin cuidado lo que pienses. Ahora lárgate y soluciona tus problemas. Aprovecha esto para separarte de esa loca. Eso es lo que tienes que hacer y agradece a quien hizo eso. Incluso te apoyaré