Cap. 34: Besos de chocolateYa han pasado cinco meses en el embarazo de Lara, está sentada en el salón, cuando oyó el auto del chofer de Egmont. Fue a recibirlo… Venían de sus clases de beisbol, ese era el deporte que había escogido además de defensa personal.Esa noche Lara estaba pensativa en el salón, esperaba a Ritter para cenar con él, ya que llegaba tarde, los demás estaban durmiendo.Repentinamente oyó un auto entrar al garaje, pero no era Ritter, él sonaba clarín.Se posó en la ventana, era Zav y Janea empujando su silla de ruedas.—¡Ay! Pájaro de mar por tierra — dijo Lara, feliz por su visita.—Sí nunca visitas al geriatra, ten los viejitos en casa —Jajaja, Rieron ambos.—Es cierto —dijo Lara con boca de pato—, yo también los he extrañado. Después del abrazo Lara los hizo pasar.—Les trajimos dulces perlados de fresa y limón del Perú.—Esto me mata, me encantan de limón —dijo Lara sacando uno y llevándolo a la boca. —¿Y Marlene está aquí? —preguntó Zav. Janea frunció l
Cap. 35: Mis hijosYa era casi de noche cuando Lara despertó. Lo primero que hizo fue buscar a Ritter, pero estaba acompañada de una enfermera.—¿Cómo se siente señora Lara?—Ritter, ¿dónde está mi esposo?—Ya le toqué la luz roja, debe venir ya en camino.El hombre llegó a su lado.—¿Cómo te sientes?La enfermera salió.—Mis hijos, dime como están.—Están bien, respirando y palpitando ambos corazones, fuertes.Lara soltó el aire y se tocó la barriga, dejando salir dos lágrimas por sus rabillos de ojos.—¡Gracias a Dios! Y a tus maravillosas manos… —Lara le apretó la mano. Él ladeó su comisura izquierda, en tics.—Pero aún tenemos que esperar a que vuelvan a sus posiciones —dijo a secas.—¿A qué crees se debió todo eso?—Son dilataciones a destiempo… Bueno, algo las provocó, son muchos factores. Estrés, algún golpe fuerte en el abdomen…—No hubo nada de eso. ¿Sería mi excitación? —murmuró.Ritter ladeó de nuevo su comisura izquierda, siempre en tics.—¿Qué comiste ayer fuera de lo no
Cap. 36: ArepasRitter va a la habitación donde estaba su madre, meticulosamente pone sus manos y va revisando cada cosa que ella tiene allí. Buscó en los sitios que le parecían apropiados para esconder algo a su madre… Después fue a la otra habitación.—Hallo, Marlene. ¿Cómo te sientes aquí?—¿Aquí? ¿Te refieres a esta habitación? —Ritter asintió—. Todas las habitaciones son iguales. Mira dime cómo sigue tu esposa y sus criaturas.—Ellos están bien. Ya deja de fingir, dime de una vez donde están los bombones.—Yo me los comí todos. Se los regalé a tu padre anoche y esa estúpida de Janea se los quitó y los dejó en el bar, todo con la idea de que yo los vea y me sienta mal. Y lo logró, yo me siento muy mal, así que hoy comí solo dulces o de lo contrario la depresión me matará.—Mamá, Lara tuvo un conato de aborto. Le pusieron una sustancia que provoca el aborto en las mujeres embarazadas. Lo hicieron con la intención de que mis hijos murieran y con ellos la única esperanza de vida qu
Cap. 37: AbyLara fue mejorando paulatinamente, hasta que pudo recuperar su normalidad cotidiana. Mientras en Ritter había más dudas que antes, pues hasta Marlene podría estar involucrada en el intento por interrumpir peligrosamente el embarazo de su mujer... Este reforzó la seguridad y vigilancia de Lara y Egmont… Sin embargo…Aquella mañana Vam acompañó a Lara al colegio de Egmont por un evento donde debían participar las mamás de los niños por el día internacional de las Flores. Lara, comprometida con su hijo no podía faltar, Aby la acompañó. Los niños estarían esperando a que todas las madres estén ubicadas en las gradas de la cancha de beisbol, las flores estaban en doce cajones diferentes y ellos debían pasar y tomar doce flores de cada cajón, al llegar al último y terminar, se ubicarían frente a las gradas y debían señalar con la mano derecha al lugar donde estaban sus madres, el juez daría la señal, de ser correcto el lugar, entonces las mamás podían llamar a sus hijos. E
Cap. 38: ReténRitter llamó a Vam.—¿Dónde estás?—Voy subiendo por las escaleras de emergencia, pero no veo a nadie en las escaleras. Corre a los pasillos que dan al comedor, es por allí por donde dicen que vieron a la gente corriendo.Pero es imposible, yo estoy en esos pasillos.Minutos pasaron y comenzaron a salir las personas de las habitaciones, los parientes que se quedan en la clínica con sus pacientes familiares a sus casas, o trabajos, había mucho movimiento en la clínica, a pesar de la gran cantidad de personal laborando para el área de seguridad aún se hacía bastante difícil identificar a alguien conocido o que parezca una persona infiltrada.Una media hora después, ya Ritter estaba destrozado y con las manos atadas. Los niños fueron sacados el retén de cuidados intensivos, sus hijos estaban secuestrados… No había más nada que pensar. Todo había sido bien planificado. Les estaban esperando desde meses atrás, preparados y apoyados desde adentro. ¿Pero quiénes eran los de a
Cap. 39: Imposible escapar de Vam.—Qué carrizo haces aquí Marlene y con esta mujer? Erika se puso roja de ira.—Un momento Ritter, no tienes por qué tratarme así, vine porque estoy preocupado por ustedes. ¿Qué crees que soy para que me hable así?Ritter levantó su comisura izquierda en tics.—No voy a discutir contigo ni a darte razones, nada me obliga. Nuestra relación murió hace mucho tiempo, y ahora sólo tengo cosas importante de mi familia de las cuales ocuparme, no vengas a gastar mi tiempo —volviéndose a Marlene le dijo:—El chofer te llevará y no salgas a la calle.—Espera hijo —le llamó Marlene—. No me has dicho qué es lo que ha sucedido con los niños y Lara. ¿Por qué no me han dejado verlos?—Que están secuestrados… ¿No lo sabías? ¿Los niños están secuestrados? Los sacaron de la clínica y nadie vio nada, los sacaron unos fantasmas porque no hay nada en las cámaras de seguridad…Ritter frunció el ceño y tomó a Erika de los hombros hamaqueándola.—¿Cómo sabes eso? ¿Quién te i
Cap. 40: Una verdad oculta—Yo que tú desisto, ni siquiera lo pienses —le advirtió Vam—. No ha nacido la mujer que escape de Vam, o sea de mí, de mis grandes manos, muñequita —para todos era sabido que no había forma de escapar de Vam en un cuerpo a cuerpo, por eso mismo Ritter se lo asigno a Lara, porque después de que ella se fue, decidió buscar este tipo de hombres más rudos, más cuerpo y músculos, pero bien ágiles a la hora de correr detrás de alguien.Ritter le gritó —: Misión imposible escapar de Vam —Ritter negó con la cabeza. Pero Vam también era un tipazo, alto, fortachón y un rostro cuadrado a lo bestia pero bello a lo Adonis. La mujer, no le quedó de otra de bajar la cabeza. Fue llevada a la comisaria, la sacaron envuelta en un abrigo, nadie debía verla ni saberse que era del personal de enfermería de la clínica. Ritter estaba con los ojos hundidos.Llevaban más de dos horas y la mujer no había abierto la boca, no podían seguir con ella allí interrogándola, le estaban ya
Cap. 41: Los delitos se deben pagar.—Doctor no me nombre me van a matar, ¡Me van a matar!—Venga conmigo, entrara y se quedará allí hasta que nosotros subamos, sólo estará para que Neumann la vea cumpliendo su deber… Después yo me arreglo con el comisario… Ahora venga conmigo.Ritter se acercó al vidrio de la ventana oscura y lo tocó varias veces, el detective pasó enseguida al otro lado.—Buen trabajo doctor —reconoció el detective.Cuando llegaron dejaron a la muchacha lejos del hospital, ella caminó presurosa. Al entrar los hombres adrede habían sido quitados del garaje del sótano para dejar tranquilo al médico involucrado.Ritter estaba solo, caminó hasta su consultorio y comenzó a pasear de un lado a otro. Los nervios estaban a punto de traicionarlo, pero respiró profundo y luego exhalo, el detective le repico en el teléfono para que bajara al sótano.Llegó a donde estaba el detective, aproximadamente cuarenta hombres armados estaban esperando a que el maldito ascensor fuese