Cap. 31: Dos Globos…Aby estaba con una sonrisa pícara cuando Lara regresó del baño.—¿Y ahora de que me perdí? Estás feliz, tu rostro se ve radiante, no eres la misma que deje aquí.—Claro que no, ahora soy otra, cambie… Es que entendí algo… Y con eso usted también debería estar feliz, es más, todos deberíamos estar felices, porque podría asegurar que pronto… Egmont tendrá un hermanito.Lara corrió de nuevo al baño y vomito hasta el cansancio.«Dios mío, ¿será posible? Esto sería una gran bendición»—Voy a pedir una prueba de embarazo.***Marlene tenía varios días sin salir de su habitación, el tiempo se le transcurría entre divagaciones de todo lo que pasó aquella noche.Mientras que Erika sabía que se había arriesgado demasiado zampándole esas dos botellas de escocés a Marlene. Su idea era ridiculizar a Lara y que Ritter pasara esa vergüenza delante de sus colegas, lo que no previno fue que a Marlene se le fuera la mano o mejor dicho la lengua.—Erika, ¿por qué no has venido a
Cap. 32: Al ChaletRitter está muy emocionado, va a ser padre nuevamente. Lara después de las sospechas y de sentirse mejor, fue al médico y tras un eco, lo corroboró trayéndose la sorpresa de que tenía mellizos en su vientre.Aquella noche Ritter la levantó en brazos, estaba verdaderamente feliz de que estuviese embarazada y más aún de que fuesen dos.—¿Desde cuándo lo sabes?—Cuando llegamos del hospital con Egmont tuve náuseas y vómitos, hasta que hoy lo confirme con el eco… Estoy feliz Ritter, no sólo por lograrlo sino también por la gran bendición que esto representa. Ritter le besó en los labios.Egmont bostezó.—Ya tengo sueño —Lara y Ritter se acercaron a la cama de su hijo.—Descansa mi amor, mañana será un nuevo día de muchos días más para nuestra familia.—Estoy tan feliz como ustedes, así que vayan a celebrar como esposos —finalizó Egmont. .***Marlene aún tardó unos días más en salir de su recamara, pero notó cambios de todos en la casa. Ahora era vigilada y control
Cap. 33: Lloras y suplicasTres meses después.Lara ya está con su vientre bastante abultado, a pesar del corto tiempo de embarazo su abdomen está bastante notorio, justificado porque son dos crías esta vez.Por recomendación médica se le extendió una licencia médica, ya que en los laboratorios se expone a recibir gases y hasta partículas de medicamentos presentes en el aire que podrían causar daños en el feto, así que siempre estaba en casa.Aquella tarde y para su desagrado Erika estaba en la puerta principal para visitar a Marlene que recién había regresado a la mansión de nuevo, aunque cumpliendo con su tratamiento bajo control absoluto de Ritter.Después de estar plantada en la puerta de la casa más de media hora, Lara la dejó entrar, ya que Ritter estaba en conferencia con los nuevos médicos para sus clínicas privadas. Lara sólo advirtió a Adalgisa que no se les podía dejar a solas ni un segundo. Erika entró molesta y maldiciendo, ya que ni siquiera la dejaron guardar el au
Cap. 34: Besos de chocolateYa han pasado cinco meses en el embarazo de Lara, está sentada en el salón, cuando oyó el auto del chofer de Egmont. Fue a recibirlo… Venían de sus clases de beisbol, ese era el deporte que había escogido además de defensa personal.Esa noche Lara estaba pensativa en el salón, esperaba a Ritter para cenar con él, ya que llegaba tarde, los demás estaban durmiendo.Repentinamente oyó un auto entrar al garaje, pero no era Ritter, él sonaba clarín.Se posó en la ventana, era Zav y Janea empujando su silla de ruedas.—¡Ay! Pájaro de mar por tierra — dijo Lara, feliz por su visita.—Sí nunca visitas al geriatra, ten los viejitos en casa —Jajaja, Rieron ambos.—Es cierto —dijo Lara con boca de pato—, yo también los he extrañado. Después del abrazo Lara los hizo pasar.—Les trajimos dulces perlados de fresa y limón del Perú.—Esto me mata, me encantan de limón —dijo Lara sacando uno y llevándolo a la boca. —¿Y Marlene está aquí? —preguntó Zav. Janea frunció l
Cap. 35: Mis hijosYa era casi de noche cuando Lara despertó. Lo primero que hizo fue buscar a Ritter, pero estaba acompañada de una enfermera.—¿Cómo se siente señora Lara?—Ritter, ¿dónde está mi esposo?—Ya le toqué la luz roja, debe venir ya en camino.El hombre llegó a su lado.—¿Cómo te sientes?La enfermera salió.—Mis hijos, dime como están.—Están bien, respirando y palpitando ambos corazones, fuertes.Lara soltó el aire y se tocó la barriga, dejando salir dos lágrimas por sus rabillos de ojos.—¡Gracias a Dios! Y a tus maravillosas manos… —Lara le apretó la mano. Él ladeó su comisura izquierda, en tics.—Pero aún tenemos que esperar a que vuelvan a sus posiciones —dijo a secas.—¿A qué crees se debió todo eso?—Son dilataciones a destiempo… Bueno, algo las provocó, son muchos factores. Estrés, algún golpe fuerte en el abdomen…—No hubo nada de eso. ¿Sería mi excitación? —murmuró.Ritter ladeó de nuevo su comisura izquierda, siempre en tics.—¿Qué comiste ayer fuera de lo no
Cap. 36: ArepasRitter va a la habitación donde estaba su madre, meticulosamente pone sus manos y va revisando cada cosa que ella tiene allí. Buscó en los sitios que le parecían apropiados para esconder algo a su madre… Después fue a la otra habitación.—Hallo, Marlene. ¿Cómo te sientes aquí?—¿Aquí? ¿Te refieres a esta habitación? —Ritter asintió—. Todas las habitaciones son iguales. Mira dime cómo sigue tu esposa y sus criaturas.—Ellos están bien. Ya deja de fingir, dime de una vez donde están los bombones.—Yo me los comí todos. Se los regalé a tu padre anoche y esa estúpida de Janea se los quitó y los dejó en el bar, todo con la idea de que yo los vea y me sienta mal. Y lo logró, yo me siento muy mal, así que hoy comí solo dulces o de lo contrario la depresión me matará.—Mamá, Lara tuvo un conato de aborto. Le pusieron una sustancia que provoca el aborto en las mujeres embarazadas. Lo hicieron con la intención de que mis hijos murieran y con ellos la única esperanza de vida qu
Cap. 37: AbyLara fue mejorando paulatinamente, hasta que pudo recuperar su normalidad cotidiana. Mientras en Ritter había más dudas que antes, pues hasta Marlene podría estar involucrada en el intento por interrumpir peligrosamente el embarazo de su mujer... Este reforzó la seguridad y vigilancia de Lara y Egmont… Sin embargo…Aquella mañana Vam acompañó a Lara al colegio de Egmont por un evento donde debían participar las mamás de los niños por el día internacional de las Flores. Lara, comprometida con su hijo no podía faltar, Aby la acompañó. Los niños estarían esperando a que todas las madres estén ubicadas en las gradas de la cancha de beisbol, las flores estaban en doce cajones diferentes y ellos debían pasar y tomar doce flores de cada cajón, al llegar al último y terminar, se ubicarían frente a las gradas y debían señalar con la mano derecha al lugar donde estaban sus madres, el juez daría la señal, de ser correcto el lugar, entonces las mamás podían llamar a sus hijos. E
Cap. 38: ReténRitter llamó a Vam.—¿Dónde estás?—Voy subiendo por las escaleras de emergencia, pero no veo a nadie en las escaleras. Corre a los pasillos que dan al comedor, es por allí por donde dicen que vieron a la gente corriendo.Pero es imposible, yo estoy en esos pasillos.Minutos pasaron y comenzaron a salir las personas de las habitaciones, los parientes que se quedan en la clínica con sus pacientes familiares a sus casas, o trabajos, había mucho movimiento en la clínica, a pesar de la gran cantidad de personal laborando para el área de seguridad aún se hacía bastante difícil identificar a alguien conocido o que parezca una persona infiltrada.Una media hora después, ya Ritter estaba destrozado y con las manos atadas. Los niños fueron sacados el retén de cuidados intensivos, sus hijos estaban secuestrados… No había más nada que pensar. Todo había sido bien planificado. Les estaban esperando desde meses atrás, preparados y apoyados desde adentro. ¿Pero quiénes eran los de a