Cap. 17: ¡No puede ser!Marlene tenía su cabeza y parte de su torso sobre la mesa en la cocina, en sus manos una botella de Whisky tumbada y totalmente vacía. El espectáculo era bastante deprimente.La mujer levantó su cabeza y con los ojos manchados por el maquillaje ya corrido en su rostro, los miró despectivamente.—Vaya, ¿quién coño es ese mocoso? —preguntó mientras se balanceaba de un lado a otro por la borrachera que tenía.—Lara agarró a su hijo y tratando de ponerlo detrás de ella le respondió:—Es mi hijo Egmont, señora Marlene ¿Lo recuerda?—¡Ah, claro! —dijo y señalando a Egmont gritó—Tú no eres mi nieto, mi única nieta es Berit. Tú eres el bastardo de esa mujer, eres igualito a ella… Berit es una Wolf porque es idéntica a Derek, mi bello hijo Derek, así que ella es mi nieta… ¿Lo entiendes?Marlene trató de levantarse, pero iba derecho al piso cuando Egmont salió a meter su cuerpito mientras la sostuvo por la espalda así ambos evitaron que la mujer cayera al piso y se golp
Cap. 18: RealidadEl doctor, conociendo a Ritter y a su familia desde años atrás en la facultad, con seriedad les expuso: —Lamentándolo mucho Ritter, no eres compatible para tú hijo —pasó sus dedos por la frente y prosiguió —Sabíamos que esto podía pasar, lo conversamos anoche, esta es la realidad más agria de estos casos, donde como padres estamos dispuestos a dar nuestra vida, pero de alguna forma una fuerza superior nos dice que eso no es así y que no somos dueños ni de nuestras vidas ni de la de ellos.Lara paralizó su corazón sus ojos se nublaron y un intenso frío le hizo temblar todo su cuerpo, revivió sus temores y trémula susurró:—¡No puede ser! No puede ser, Ritter… ¡Esa era mi esperanza, esto no puede ser!Ritter bajó sus parpados, enseguida un deje de tristeza se apoderó de él, se volvió a Lara y la vio apretar sus piernas con tanta fuerza que estaba a punto de romper la piel con sus uñas clavadas. De inmediato las soltó con cuidado y juntándolas las apretó con fuerzas d
Cap. 19: ADN Ritter encogió su nariz y su parpado inferior. La ira estaba a flor de piel, pero tenía que contenerse. —Eres peor de lo que cualquiera pueda imaginar... —apretó sus puños y volviéndose a mirarlo mientras abría la puerta masculló—. Quizás te complazca, ya que no me importa si todo esto se viene abajo. Salió dando un portazo. Derek hizo una llamada y salió de inmediato al centro hematológico. Ritter entró en su consultorio y con su puño golpeó repetidas veces contra la dura madera del escritorio. Respiraba agitado con la nariz encogida mientras su parpado interior se movía incontrolable. Así estuvo hasta que fue calmando su ira. —Maldito imbécil. Ojalá los exámenes den positivo y puedas devolverle la esperanza de vida a mi hijo, ya con eso tengo para seguir adelante sin importarme si te quedas y terminas con nuestro apellido y con las clínicas que mi padre y yo hemos llevado tan alto. Prometo que me iré sin mirar atrás. «Me iré bien lejos con Lara y mi hijo gu
Cap. 20: Un secreto.Derek llegó a su departamento, su semblante era terrible. Estaba ardido, pero a la vez decepcionado de sí mismo.—¿Recogiste a Berit? —le pregunta Adalia, su esposa mientras mira las noticas.—¿No has ido? Me pareció oírla en el jardín —responde Derek.Adalia se levanta de un salto y resopla.—¡Maldita sea, Derek! ¡Eres un imbécil! Te pase un mensaje para que pasaras recogiendo a la niña desde temprano.Derek se sienta y marca una llamada.—Te he dicho que para eso llames, no veo mensajes.Adalia juntó las cejas y encogió la nariz, abriendo la boca ligeramente para mascullar.—¡No sirves para nada!—Shiiiito—le dice él. Está al teléfono:—Soy el padre de Berit, disculpe… Tuve una reunión, pero estoy en camino. Por favor espéreme. Gracias —al cerrar la llamada, Derek, apesadumbrado le dice:—Hoy tuve la oportunidad de quitarle la presidencia a Ritter, pero mi maldita suerte me hundió.Adalia levantó una ceja y se sentó su lado, con mirada inquisitiva preguntó:—¿Ya
Cap. 21: Dispuesta.Ritter llegó a la casa de su padre. El hombre salió a recibirlo en la silla de ruedas empujada por su actual esposa, la doctora Janea, quien llegó allí a atender a su padre y que luego se descubrió la relación que tenían y que causó el divorció de sus padres (aunque estos ya no tenían vida conyugal).—Buenas noches… Adelante —dijo la hermosa y joven mujer que rodaba la silla de su padre.Zav Wolf, sonrió de lado, era su habitual sonrisa gracias a las secuelas de su último pre-infarto que casi le deja difunto.—¿Al fin te acuerdas que tienes un padre? —le reprochó.—No digas eso, sabes que he estado muy ocupado últimamente.—Buenas noches —dijo Lara tímidamente, mientras que Egmont rodaba sus ojitos de un lado a otro mirando todo a su alrededor. Ritter entonces les dijo:—papá, Janea, él es Egmont, mi hijo y ella es Lara mi esposa y madre de Egmont.Su padre abrió la boca hasta donde pudo, y luego tanto él como Janea soltaron la risa.—¡¿Perdón?! —Exclamó Zav Wol
Cap. 22: Una llave.Dos días después, el doctor Theron sentó a Lara y a Ritter frente a él.Lara mirando fijamente a los ojos del médico y anticipando lo que era obvio afirmó:—Entonces la única alternativa que tenemos es una hermano, ¿verdad.El doctor asintió, mientras que Ritter rodó sus ojos a la mesa, pero ella se giró hacía él y en modo desafiante y con su mentón en alto y los ojos cristalizados aún le dijo alto y claro:—Estoy dispuesta a hacer lo que sea por salvar la vida de mi hijo, Ritter, aunque ello implique que tenga que llenarme de hijos durante todo el tiempo en que Egmont necesite de las células de sus hermanos para vivir.Las lágrimas de Lara rodaron mientras seguía mirando a Ritter.El doctor quedó en silencio por un buen rato, Ritter tomó las manos de Lara y las apretó, ella se levantó y decidida se despidió saliendo apresurada par a buscar a su hijo que estaba en el jardín del hospital con la niñera.Lara se recostó de la puerta, su corazón parecía detenerse al
Cap. 23: No todo es lo que parece.Al llegar abajo, Lara fue hasta la recepción y entregó la llave a la recepcionista.—Esto lo…—pero la chica no la dejó terminar.—Espero que regresen pronto!… —Fueron las palabras de la recepcionista y sonriendo tomó las escaleras dejando sólo el lugar.Lara se volvió buscando a Emil, pero este estaba pálido mirando justo a detrás de ella, Lara se volvió y quedó congelada pues casi tropieza con la estatúa de hielo que era Ritter Wolf.El hombre la jaló fuertemente por la muñeca y con la nariz encogida le gruñó:—¿Qué significa esto? —Lara palideció. Ritter la sacudió de nuevo—. Te estoy hablando.—No sé a qué te refieres —después desmesuró sus ojos y entonces resopló—: Estábamos almorzando en el restaurante al lado.Lara se dio la vuelta, sabía cuan molesto estaba él, pero ella podía probar que no estaba en el hotel con Emil. Ritter la tomó por el brazo.—Pensemos que es cierto, entonces explícame ¿qué haces aquí ahora entregando la llave de una
Cap. 24: FloresDurante todo el caminó Lara sólo veía al frente. Por unos minutos su ira se hizo presente, sus labios apretados y sus movimientos bruscos denotaban sus sentimientos.—Sólo quería que alguien me oyera —comenzó diciendo, con su rostro enrojecido—. Cuando mi hijo nació mi mundo se hizo tan brillante que podía sola contra el universo entero, pero desde que Egmont enfermó mi corazón, mi mente y mi cuerpo no han tenido paz ni sosiego... El verlo sufrir con sus dolencias, con sus terapias, el temor a perderlo y no verlo más es lo más terrible que he sentido en mi vida y ellos, mi madre y Emil son los únicos que han estado conmigo, incondicional y desinteresadamente. Y Emil, especialmente Emil ha estado conmigo, antes, durante y aún sigue muy pendiente de nosotros, sobre todo de Egmont.Ritter aspiró aire profundamente y se orilló a la acera.—Ya estamos próximos a llegar a la casa —le dijo y tomó una servilleta y se la dio—. No es bueno que Egmont te vea así.Lara tomó la