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Él sábado llego, por fin ya era el día "D" como lo llamamos en el instituto.

Me tome él día, para ir al spa con Andrea, queríamos vernos bellas.

Después, pasamos al salón de belleza, y por último y nada menos importante, colocamos los vestidos.

Andrea eligió un vestido color rosa floreado, combinaba perfectamente con su tono de piel, era un vestido corte campana, espalda descubierta con un escote en "V" su largor era dos dedos sobre la rodilla, le hacía ver muy elegante con unos tacones finos en tono beige.

Yo opté por un vestido bordo al cuerpo espalda a descubierta, pero con cordones cruzados en la espalda, su tela era de seda con forro bien fino en la parte de su falda, su largo era como unos cuatros dedos encima de mi rodilla, no era muy corto pero con mi altura si se veía un poco sexy, complete mi look con unos tacones negros, y un bolso de mano bordo con piedras brillantes

Mamá se impresionó al verme, — ¡ay cariño!

-ya eres toda una mujer ¡ te ves bellísima!

— Gracias mami