—Señor Daniel, ¿en que te fallamos?,

Haremos todo lo qué pidan, —¡ Solo pido que me liberen! Pidió uno de ellos,

—¿Entonces, no saben que me han hecho?

—No, capitán…. Jamás me metería con usted.

–Debería de contárselo entonces, ya que nunca maté una persona por matar, les diré que me hicieron.

—Pero primero díganme ¿ por qué atacaron ese bus?

—¿ El bus, de los estudiantes?...

—¡ Ese bus! Dudando por un momento, pero cada vez, que miraba los ojos brillantes de Daniel sentían mucho miedo.

Había una leyenda sobre los ojos, de la cobra negra, decían que era dominante, su brillo hipnotizaba a las personas hasta llevarlas a la locura, el sinónimo de ver esos ojos era la muerte segura.

En un tiempo se creía que fuera solo una leyenda, pero cuando Daniel heredó el poder de la Naya, sus enemigos sufrieron de una muerte agonizante, muchos intentaron acabar con él, desde niño pero nunca nadie pudo llegar cerca de ese hombre, era un mito viviente.

Si te encontrabas con los ojos de esmeralda, hui