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Bajamos las escaleras, yo sólo seguía los pasos de manu, mis manos templaban,me sentí rara realmente no sabía que decir, lo que me vino a mi mente y lo practicaba en silencio mientras caminaba despacio era, — bueno…. no era que hayamos hecho algo malo, ni pasamos la raya, sólo dormimos en la misma cama y por último seria ¡lo siento! Pero en mi interior sabía que estaba mal, qué mi novio se quedará a dormir conmigo, por eso me sentía muy avergonzada.

Y bueno tenía razón, cómo supuse ellos estaban desayunando en él comedor, nos dirigimos ahí.

Yo solo seguía a Manuel, como una niña que cometió algún error y temía ser castigada, pero grande fue mi sorpresa, cuando papá se levantó de la mesa y vino a saludarnos, —¡ Buen día cariño! Me besó en él rostro, después le pasó la mano, a Manuel, saludándolo.

No pude pronunciar ninguna palabra, pero al rato, papá le agradeció a Manuel por cuidarme, — Gracias hijo por cuidar a Luz, nos pasamos un poco, hiciste un buen trabajo no dejándola sola.