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Sentí un calor intenso en mi cuerpo, mi sangre corría disparando por mis vasos sanguíneos, tenerlo cerca era tan peligroso, por primera vez me sentí acorralada, no podía escapar o tal vez no quería hacerlo.

No sabía, cuánto tiempo más iba a aguantar, si continuaba besándome de esa manera intensa, cedería en cualquier momento.

Pero lo que pasa, es que yo no estoy lista, aún no tengo esa certeza.

Sé que lo amo, pero…

Necesito más tiempo. Entonces tengo que detenerlo, por mi bien y por la suya —manu, ¡ya! Pero porque siento su mano, recorriendo todo mi cuerpo, percibí que mi camisa estaba toda desprendida estoy tan expuesta ante él, aún seguía acariciándome el abdomen con su boca, sentí la suavidad de su lengua en mi piel, comenzaba a acelerar mi corazón.

Cada vez, que lo llamaba no me hacía caso, si eso era estar un poco cerca, no quiero imaginar que me hará si acepto pasar al segundo tiempo.

—Manu!!! Detente…. Con un tono más frio,

Vuelvo a pedirle, está vez, parece escuchar.

—