Resultaba fácil discernir las varias manzanas de las calles. Ver esas 'calles' hizo que me preguntara por la clase de vehículos transitaban por ahí. La respuesta era irrelevante, supongo, pero aún así me causaba curiosidad.
Saqué la daga porque la brújula incrustada en ella me serviría más que antes (en la esquina del mapa figuraba una rosa de los vientos), también saqué los cristales para ponerlos en mi bolsillo, y guardé los demás objetos, incluso el libro. Con la mochila a hombros ya estaba dispuesto para afrontar la nueva aventura, aunque en esta vengan implicados nuevos riesgos.
Si elegía la ruta azul debía avanzar por el este de mi posición, si elegía la roja en cambio debía seguir por el noroeste. Era necesario deliberar, aunque lo
Transcurrieron las horas, el panorama apocalíptico continuaba al igual que la lluvia. La noche estaba finalizando conforme aparecía el alba. Cuando la aurora se dejó ver escampó, y poco tuve que esperar por una mejor visibilidad.Pronto descubrí un edificio negro, rectangular, enorme, mucho más grande que cualquiera que haya visto. Era totalmente negro, sin adornos. Supe por el mapa que desde lo alto se vería hexagonal, y que tras ese estaba el cuadrado que era mi objetivo; la equis indicante.Todo el lugar circundante era prácticamente destrucción, sin embargo el edificio estaba extraordinariamente intacto, un hecho intimidante.Podría suponer que
Todos estos datos describían una sola cosa, y no era necesaria mucha deducción para adivinar que el edificio sufría una invasión. Los invasores estaban buscando algo que posiblemente aún se encuentra en mi mochila, y yo desgraciadamente no podía estar más involucrado.La ansiedad me habría abatido si no la hubiera aplacado al reírme con semejante ironía.Tenía que idear un plan, necesitaba uno para subir e ir por mi mochila, recuperarla, y no morir intentándolo. Pero las condiciones mentales que tenía, no eran las más idóneas para planear.Me puse a caminar, tratando al mismo tiempo de sosegar la mente. Fui despacio, sigiloso, hasta que llegué a una
Subí precipitadamente, hasta un descansillo, algo inusual en ese lugar. Estando ahí esperé unos instantes y, cuando los pasos ya no podían oírse más cerca, logré activar simultáneamente las dos esferas que tenía y lanzarlas sin apuntamiento.Luego de la trillada detonación vi tres cuerpos que yacían junto al primer peldaño. Bajé mientras sacaba algo de mi bolsillo: el aparente revólver. Quería hacer una pequeña investigación.Entonces noté que tal arma no parecía del todo un revólver, pues tenía una bola en el remate, no era hueco y el asidero tenía tres botones escalonados. Sin embargo, mis ganas de usarla no disminuyeron.Me acerqué lo suficiente,
Quedé atónito al reparar en la seriedad del momento, cuando del cañón de plasma salieron dos disparos seguidos y, enseguida, un rayo láser salió de la parte delantera del techo de la nave. Este era azul, diferente del que vi la primera vez en la batalla lunar, era más intenso, más poderoso.La estupefacción se me pasó cuando noté que estos ataques repentinos de Zaxo no iban hacia mí, sino que pasaron metro y medio por encima de mi cabeza.-¡¿Qué diablos te pasa?! ¡Tienes que dejar de hacer esas bromas pesadas! -expresé con censura.Mientras decía esto, un estruendo se produjo a lo lejos, pero lo ignoré. -Calculo que llegaremos en tres horas, prepara tus objetos de exploración.-Ya están listos desde hace mucho. ¿Crees que la nave de Xem ya llegó?-Seguramente no, pero supongo que llegará sólo unas horas después de nosotros.Transcurrió este plazo y apareció el dichoso planeta. La superficie se veía desde el espacio de un color verde amarillento con extraños matices grises, supuse que eran las nubes. Habían además dos satélites orbitando en puntos opuestos.Fuimos descendiendo, al principio con prisa y luego con lentitud. El ondeo que sucedió en la superficie,Zaxo (parte3)
Fui en busca de mis trofeos y saqué solamente uno: la esfera naranja. Se la di a Xem, y por la sonrisa de apariencia malévola que puso creo que la reconoció.Ya estábamos dispuestos a actuar, tenía confianza en el plan que supuse sería infalible. Xem se fue, y, antes de partir, Zaxo me dijo: "hay algo malo, un error en el plan, pero espero que no lo notes aún. Aparentemente, Xem no quiere y no le importa decírtelo".Debí ser excesivamente estúpido para no notarlo, y más como para no ponerle atención a lo dicho por Zaxo.Despegamos. Yo estaba simplemente alegre y entusiasmado, no sólo por la confianza que tenía en una favorable posibilidad, ni por el
La siguiente narración no es propia de mi imaginación. Si es imaginario o no, no lo sé. El hecho es que existe.¿Cómo llegó a mí? -sería una buena pregunta que ahora me dispongo a contestar.Aquel día (viernes 16 de agosto de 2019) estaba sentado en el rompeolas de la bah ía, todavía absorto en una caso bastante difuso. Este era el caso de la muerte de una de mis mejores amigas. Su cuerpo fue encontrado días después de que murió y, desde entonces, surgieron muchas hipótesis de las cuales descarto, personalmente, el suicidio.El hecho es que en ese momento, tal vez a las diez de la noche, vi que un objeto centelleante c
Todos esos esfuerzos invertidos en reparar mi ser tenían una causa que yo conocía muy bien, y es que yo era la persona idónea para batallar en la guerra inminente.Toda la información acerca de la muy cercana guerra me fue provista cuando comencé a realizar rutinas de ejercicios para probar mi cuerpo; me esforzaba a más no poder. Al final quedaba jadeando, exhausto. Era ese instante, luego del aseo, en el que me adentraba en las instalaciones para dirigirme a mi habitación.La flexible pantalla incluida en mi muy funcional brazo mecánico me advertía la escasa energía que tenía. Ahí era cuando mi pieza entraba en juego, pues estaba equipada para recargar mi sistema mediante campos electromagnéticos. Así, lo único que debía hacer