BRANDONCuando era pequeño, disfrutaba de aplastar a los gusanos o cualquier insecto que se interponía en mi camino, no importaba cuan ponzoñoso fuera, lo eliminaba, pero este que está sentado frente a mí, con cara de idiota y sin dejar de observar a mi prima, es uno del que no me he podido deshacer. Morgan, un socio mayoritario, bueno, al menos su padre lo es, pero como este cayó enfermo hace más de tres años y sufre del corazón, su hijo es quien se hace cargo, a Gabriel le cae bien, menos a mí, somos lo que se dice rivales. —Me alegra haber tenido el honor de ser el primer socio en conocer a la Lewis consentida de Alejandro —bromea el hijo de puta. Las mejillas de Megan adquieren un color rojizo, uno que me lleva a la estúpida y rara idea, de querer saber si así se le pondrían cuando alguien la follara, sus respuestas en el auto de Gabriel, aún me tienen descolocado, me cuesta creer que ella jamás haya tenido novio, o siquiera besado a un hombre. Si es cierto, quiere decir que
NARRADOR OMNISCIENTEGabriel se congeló de inmediato al terminar de escuchar a su madre, luego de la cena tan extraña a la que había asistido, decidió ir a la habitación de su madre para despedirse, ella lo retuvo argumentando que necesitaba hablar con él. Pero ahora, estaba arrepentido, no solo por lo que supondría si ella llegaba a su objetivo, sino, por la crueldad con la que había maquinado ese plan, la desconocía, estaba asustado de la sed de venganza de su madre.El silencio que se anunciaba dentro de aquella habitación era ensordecedor, se aflojó el nudo de la corbata y tomo una larga bocanada de aire. —¿No dirás nada? —le preguntó su madre. Él hizo todo el esfuerzo por no perder la cabeza. —Creo que lo que intentas hacer es una locura —arguyó—. Poner al abuelo en contra de Brandon, solo porque quieres el poder total de la empresa… es nefasto, haré de cuenta que no escuché eso y olvidaré esta conversación. Lena frunció los labios. —Todo lo que estoy haciendo es por ti —r
MEGANUna semana, ese es el tiempo que ha pasado desde que Brandon Lewis, mi primo, me robó mi primer beso, sé que está mal, pero no he podido dejar de pensar en él, quisiera decir que me siento aturdida debido a lo sucedido, pero, por el contrario, he estado curiosa. ¿Por qué me besó? ¿Eso es algo como el incesto? ¿No se supone que tiene novia y está a punto de comprometerse? Aunque para ser honesta, cumplió con su palabra. Al día siguiente de esa noche, se marchó a su departamento, el abuelo me dijo que sus nietos casi no pasaban tiempo en la mansión familiar. Y que solo Lena era quien vivía ahí, pese a que cada uno tenía su habitación y algunas cosas para cuando decidían quedarse a pasar la noche. Pero nada de eso supera a la celebración de esta noche, miro mi reflejo en el espejo y no me creo que sea mi cumpleaños. El primero que estaré pasando sin la presencia de mi madre, más que algo que deba festejar, se siente como si fuera de nuevo su jodido funeral. Respiro hondo, sé qu
BRANDONDesde que Megan apareció tomada del brazo de Gabriel, no he apartado la vista de ella, no está bien, no es correcto, sin embargo, y pese a que he estado intentando alejarme de ella todo lo humanamente posible, no dejo de pensar en el beso que le di. Sus labios suaves e inexpertos, tratando de seguir mi ritmo, al principio le costó trabajo, luego probé su lengua y joder, ese fue el instante en el que perdí la cabeza. Y ahora, estaba en medio de un dilema, cuando mi abuelo la presentó ante el mundo de la crema y nata de la sociedad, me enfadé. Es decir, apenas cumplió 21 años, ¿casarse con un millonario para salvaguardar la herencia de los Lewis? No es una opción, o al menos lo que le corresponde, por ser hija de la tía Erika. A veces me pregunto qué es lo que diría ella si supiera que su padre intenta hacer con su hija, lo mismo que a ella en su tiempo. Muevo el cuello con estrés, perdí los estribos cuando me acercaba y escuché a Morgan pedir permiso para cortejarla, ¿acaso
MEGANMe despierto en medio de una pesadilla, una en la que mi madre me arrastraba hacia su tumba, respiro hondo, han pasado dos días desde mi cumpleaños, desde que acepté salir con Morgan, no en plan de noviazgo, pero luego del beso de mi primo Brandon, y de que me esté tratando de un modo que me irrita, decidí darle una oportunidad. Me lo merezco, y hasta ahora ha sido atento, caballeroso, intento no pensar en la posibilidad de que sea solo para obtener el título y la herencia Lewis. Y ahora, mi cabeza me duele cuando me incorporo. Otra de las cosas que me tiene temerosa como emocionada, es que anoche, mi abuelo me dijo que me mandará tres meses a estudiar un posgrado en hotelería, para estar más familiarizada con la empresa y el negocio familiar. Me emociona por fin poder trabajar en lo que me gusta, en lo que soy buena, aunque no me agrada del todo el tenerlo por el abuelo y no por mi esfuerzo. De cualquier manera, me levanto, me meto a la ducha y dejo que el agua caliente rel
MEGANMis mejillas arden de vergüenza, Gabriel maldice, me toma del brazo y me saca de la oficina cerrando la puerta. Justo en ese instante llega su asistente, quien no para de disculparse, argumentando que Brandon le había pedido que nadie lo molestara. —Debí suponer que esto iba a pasar —Gabriel se toca el puente de la nariz y luego me mira—. Megan, siento mucho que hayas tenido que ver eso. —Yo… La puerta se vuelve a abrir, y la pelinegra de ojos verdes sale con aire de grandeza, Brandon detrás de ella, me mira y luego a su hermano. —Gabriel, hablemos un momento —espeta con firmeza. —Espera aquí, no tardo —me susurra mi primo. Saluda a Alicia y luego entra a la oficina con Brandon. Estando a solas, su asistente me pregunta si deseo un café, niego, me sonríe y luego vuelve a su asiento para seguir trabajando. Alicia cruza sus brazos y me mira de pies a cabeza, los mismos ojos de odio de Lena. —Así que eres la famosa nueva rica —exclama con malicia—. Dicen que te sacaron de
BRANDONNecesito un maldito respiro, me conozco, cuando algo me obsesiona, no descanso hasta que lo consigo. Tampoco he tenido ningún problema para conseguir a una mujer, hasta ahora, reviso la hora que marca mi reloj de mano, llevo haciéndolo desde que vi a Megan salir agarrada del brazo de Morgan, ese hijo de mil putas. Su vestido rojo se estallaba a su cuerpo como una segunda piel, sus pechos resaltaban, incluso él la deseaba follar en ese mismo momento, y el que pueda llegar a ser el primer hombre que la folle, es lo que me tiene mal. Haber follado a Alicia en la oficina, mientras pensaba e imaginaba que se trataba de Megan, fue la peor decisión, pero estaba tan enloquecido, que no pude evitarlo. El problema es que temo que no pueda detenerme, ya que comienzo a desearla de maneras que no son correctas. —Deja de pensar en ella. La voz de mi hermano hace que despabile. —Estará bien —me asegura—. Te estás preocupando de más. —El abuelo nos pidió que la cuidáramos —me excuso en
NARRADOR OMNISCIENTEPara cuando Lena termina de alistarse, alcanza a divisar a Brandon por la ventana, observa detenidamente cómo se sube a su auto, azota la puerta, enciende el motor y se pone en marcha de manera inusual, tanto, que las llantas rechinan sobre el pavimento, haciendo que a ella la recorra un escalofrío, la misma sensación cuando escuchas el sonido chirriante de las uñas sobre un pizarrón. Se muerde el labio inferior, cierra la gruesa cortina y atiende la llamada entrante, mira la pantalla, lee el nombre y sonríe de oreja a oreja. Si tuviera más tiempo lo seguiría, pero esto es más importante. —Estás muy impaciente —susurró en tono meloso. Puso la llamada en altavoz para que eso le permitiera colocarse la gabardina y cerrarla, ocultando, de esa manera, la ropa interior de encaje negro que llevaba puesta. —Solo quería confirmar —dijo una voz ronca al otro lado de la línea. Lena volvió a sonreír, se colocó el lápiz labial para darle el último toque, y admiró su cuer