Pasamos todo el día en el sofá, riendo y recordando con aquellas fotos, no había una sola foto de Jack en la que no estuviese. Me encantaba saber que él creía que fuese tan especial, sus cumpleaños, los míos, los de mis hermanos, e incluso en fiestas familiares él estaba ahí a un lado mirándome, cuidándome.
Fui a mi casa y ya todos estaban listos, le di un beso a mi papá y fui directo a mi habitación, mi madre estaba ahí y me dio una de sus sonrisas socarronas antes de extender dos hermosos vestidos. — Tu papá cree que te envidio, pero si no me hubiese casado con él, el cabello de Emilio no sería así, Ellis sería más irresponsable y no tendría la dicha de tenerte. Te amo y te apoyo en lo que sea. — Le di un abrazo y muchos besos. Sabía que no estaba celosa sino recelosa de lo que pudiese pasar, mi relación con Jack les había mostrado mis lados más oscuros deJack llegó más que puntual, estuvo en mi casa algo temprano, con unos hermosos claveles rojos y su hermosa sonrisa, le di un beso sobre los labios completamente apasionado y bajé mis manos por toda su espalda, hasta llegar a sus redondas nalgas.—Basta. —Dijo mientras repartía besos sobre su cuello. —Prepararé la cena.—No... ¿Podemos pasar directo al postre?—No, cenaremos, luego conversaremos. —Dijo y le miré sorprendida.—¿Te has acostado con alguien más?—Los Kleenex y yo nos estamos llevando bien, pero nadie más. —Contestó y besó mi mejilla.Le mostré el departamento y sonrió enormemente, al acabar me dio un beso en la frente y susurró en mi oído:—Estoy orgulloso de ti. —Le di un beso sobre los labios y le llevé de vuelta a la cocina.
Tony seguía parloteando y las discusiones entre padres se hacían cada vez más frecuentes, de igual manera si se contasen los puntos doñaAddisonparecía estar a punto de acabar con cada uno de nosotros, y me imagino que conozco la razón, ellos cuatro estaban en un mismo sillón y mi madre y Jack estaban en el medio lo cual para ella era el peor tormento del planeta, los celos... La compadezco.—¡Mamá, basta! —Dijo Jack. —Vale y yo podemos hacer esto solos o con sus padres o con papá si quieres, pero no puedo imaginarme seis meses de gritos constantes por tu parte. Por favor, no más discusiones.—¿Para qué se van a casar? Tu novia no quiere nada tradicional en su vida más que la boda. Casarse no es la boda, es lo que viene después; es perdonar, amar y sacrificarse ¿Estás lista Valentina? Porque yo no quiero tener que preguntarme por qué mi hijo está perdido de nuevo y que la respuesta sea que has desaparecido...— ¡Mamá! —Gritó Jack. —No quiero que acabe
Después de unos días de paz y un poco de avances en cuanto a la boda, Jack y Valentina intentaban resolver temas a la distancia, los dos se veían a través de la computadora, Jack tenía de fondo su oficina y ella la habitación del hotel. No era tan divertido tener el trabajo de Jack en estos momentos, odia investigar lo trapos sucios de la competencia porque estaba seguro de también tener los suyos, sin embargo, su novia había insistido en que viera unas imágenes de decoraciones, flores y demás cosas de boda que le estaban enloqueciendo. —Jack, hay que tener algo azul, ¿por qué no en la decoración? —Horrible. —Bueno, tu corbatín. —Val, no es que quiera pelear... pero se ve feo. —Es una tradición. —Bien, p
Narrador Después de unos minutos y completamente arreglados la pareja se dirigió hacia un elegante lugar, Jack miró con una sonrisa a su preciosa novia que combinaba con todo aquel escenario, la noche se veía completamente hermosa, la luna, muchas estrellas, la frescura del lugar, buena música sonando en el auto; ella parecía algo distante ante los ojos de Jack y acertó al pensar que se debía a la pregunta que había soltado en el baño, pero haberle respondido pudo haber sido malo para su discurso de esta noche. Jack le ayudó a salir del auto y la dirigió hacia la sala en la que estaban todos reunidos. —¿Por qué no en el restaurante? —Porque es un evento de mi papá. —¿Sobre qué va? —Una celebración importante. —¿Cómo cuánto me amas?—preguntó Valentina —¿Cómo cuánto crees que te amo? —preguntó y Valentina se detuvo. —¿Me amas?
Valentina sabía cuál era su papel en lo que sea que Jack y ella compartieran, lo normal era que ella llorase desconsoladamente y los demás sintieran algo de lástima mientras su novio le pedía que fuese tan madura como lo era cuando discutía contra él.Sabía que era difícil controlar su situación dado que ambos tenían un carácter bastante fuerte pero a diferencia de Jack ella bajaba la mirada y daba a entender que no quedaba nada.Valentina lo había tenido todo en la vida y la mayoría de sus peticiones acaban con un sí, excepto cuando se trataba de Jack, hoy a diferencia de muchas veces había tenido más de lo que ella jamás pensó adquirir de su parte, había tenido una declaración sincera, besos cargadas de amor y lo más importante era que en sus ojos había encontrado compromiso, uno fuerte y probableme
Valentina estuvo bastante asustada hasta el punto de no poder dormir, Jack le acomodó entre sus brazos y le mimo el resto de la noche, mientras se culpabilizaba por su selección de palabras le había dicho a su novia algo que siempre había querido; había soñado con decirle que estaba enferma pero hasta ahora se le ocurrió que también podía estar sana y fuese su imaginación la que hablaba. Valentina por su lado se dio cuenta de todo, de sus inseguridades, la inestabilidad que parecía, o el montón de ocasiones en las que no pudo salir a trabajar porque solo quería llorar o estar en la cama pero sus padre le habían ignorado, aquello le dolía en extremos; su madre es una excelente psicopedagoga y su padre un médico ejemplar, alguien tuvo que notar que era más que una niña caprichosa.Jack le meció entre sus brazos con ternura y ella escondi
Valentina.El frío se había vuelto completamente inevitable, todo el mundo estaba bien abrigado incluidos los que le temíamos al calor que el abrigo brindaba, por ejemplo: Jack y yo. Nos alistábamos para salir a la consulta de mi tía y cuando nos vimos listos ambos reímos, estábamos vestidos completamente de negro.—¿Quieres que me cambie? —pregunté.—No, estamos en sincronía deja que todos lo sepan.Se esperaría que estuviéramos separados con un escándalo como el que se dio en nuestra cena de ensayo, seguidamente estaba lo que nadie sabía, volverse loco o diagnosticarse como tal no era exactamente apropiado para una relación pero estaba segura que solo Jack aguantaría o mejor dicho estaría dispuesto a pasar esta travesía conmigo.Sentí un poco de tranquilidad
Jack y Valentina se fueron a dormir, temprano, él estaba agotadoy ella se veía deprimida, pero no quiso darle importancia a aquel echo. Hasta que su novia fue directo a la cama y se cobijó, llevaba días sin peinar su cabello amarrarlo en una trenza y besuquearle hasta la muerte. Jack le extrañaba y se lo había dicho a la psiquiatra esa misma tarde. Extrañaba a su novia, le prefería loca que dopada al nivel en el que estaba, porque, simplemente esa mujer abstraída y retraída no era su pequeño amor.—Buenas noches, peque.—Que descanses—Respondió Valentina y se acurrucó, Jack le dio un abrazo y besó su mejilla.—Como estuvo tu día, Val.—Jack, estoy verdaderamente agotada.—Oh, entiendo.—Respondió y le besó en la mejilla nuevamente antes de separarse un poco.Va