Fabiola dijo que ella solo sabía bromear y colgó el teléfono.

Justo después de dejar el móvil, recibió otra llamada.

Era un número desconocido.

Con cierta vacilación, respondió.

—¿Hola?

—Buenas tardes, ¿es usted la señorita Fabiola Salinas?

—Sí, soy yo.

—Soy Salvador Barrera, el nuevo CEO de FlorDelAlba. Primero, quiero disculparme por el grave error que ocurrió durante el proceso de selección de nuestra empresa y espero que pueda comprender.

El CEO en persona estaba pidiendo disculpas.

Parecía un poco excesivo.

—Con que esté todo aclarado, está bien.

—Gracias por su comprensión —la voz de Salvador era muy atractiva. —Después de discutirlo, la empresa ha decidido unánimemente que usted es la merecedora indiscutible del primer y segundo lugar, por lo que le otorgaremos los premios y el dinero correspondientes a esos lugares.

—También anunciamos anteriormente que el primer lugar recibiría un premio especial: convertirse en el director de diseño vitalicio de nuestra nueva empresa. ¿Le int