Chase.Los lobos vinieron inmediatamente aullé.Ni siquiera esperaba usar un poco de comando Alfa pero supongo que se ha vuelto algo natural. No podía continuar así.Regresé a la manada para ver a mis hermanos y, por qué no admitirlo, yo extrañaba a mamá y a papá.También extrañaba a los cachorros de aquí y a mi cachorra especial. Me preguntaba brevemente si estaría enojada conmigo por no haberle contado mis planes. Planes que de todas formas no había realizado en la manada del tío Alan.Era un buen tío. Jamás me cuestionó el por qué de vez en cuando quería salir a escondidas de noche. Simplemente me acompañaba sin decir nada.Yo no le pregunté cómo es que sabía cuándo iba a salir y él tampoco se lo llegó a mencionar a la tía Vanesa. Me obligó a cumplir mi castigo junto a Mikael, pero realmente solo nos hizo correr un par de vueltas y ayudar con la limpieza de los platos de la comida.Parecía rudo por fuera pero era demasiado fácil con los cachorros. Un Alfa bastante competente; yo
Chase.Para cuando vimos a la primera criatura emerger de los arbustos, creo que todos estábamos impresionados.Por supuesto, aunque yo fuera un Alfa, mis guardias me mantuvieronen en la retaguardia en todo momento porque yo era aun un cachorro.Si estaban o no feicies de ser dirigidos por alguien que medía menos de un metro y medio, no lo dijeron.Así que estando en esta situación de oberservar desde atrás, pude darme cuenta de que los guardias comenzaron a temblar cuando una segunda y tercer creatura apuntaron sus ojos extraños hacia nosotros.-No sabemos qué son o si son hostiles. - Dije con voz tan clara y firme que incluso yo quedé desconcertado. - No ataquen a menos que ellos...Y se abalanzaron sobre mi grupo.Debo darles credito. A pesar del claro miedo al que se enfrentaban, ellos se transformaron y saltaron a la lucha.Las cosas espeluznantes a la luz de la luna se veían especialmente repugnantes. Esa combinación humanoide con pelaje lobuno se había revolcado en algo que pare
Chase. Mire hacia el árbol desconcertado. -¿Qué es lo que me intenta decir? Del árbol cayó una rama a mis pies y frente a mis ojos, la rama se transormó en algo más grande, parecido a un ladrillo largo pero con la textura de un árbol. Era lo suficientemente ancho como para ser un arma en sí misma. -¿Quiere que los golpeemos con esto? - Pregunté confundido. Más ramas del árbol cayeron y se tranformaron para formar una especie de pequeña muralla. Mis ojos se ampliaron. - ¡Una barrera! Y usted... ¿Me ayudaría con eso? Más ramas cayeron y yo le agradecí. -Uh... ¿Cree que no podrán saltar esta barrera? - Pregunté cuando se me ocurrio que quizá tenían la agilidad para hacerlo. Entonces vi en cámara lenta cómo caía una rama, se transformaba en esta especie de ladrillo y de la superficie plana salían astillas de madera que parecían bastantes grandes. Cayó justo encima del cadáver de la critura y se incrustó en su carne con un golpe seco. -No sabía que era tan sangriento, Alfa Noa. - Di
Chase. -Hola Chase. - Dijo Amanda con una sonrisa. Yo se la regresé tímidamente. Con todo lo que había estado pasando, no había encontrado tiempo para ir a verla en el Lugar Seguro. No es que no estuviera en mi mente hacerlo, solo que he estado terminando tan agotado ultimamente que lo unico que he querido hacer es dormir en cuanto los guardias no necesitan instrucciones. Tampoco es que papá estuviera haciendo el vago, simplemente había surgido un nuevo problema entre nuestras filas con la manada que manejaba mamá; habían estado solicitando audiencias para conocer a mis hermanos y jurarles lealtad. Era algo que le molestaba a papá por el simple hecho de que eso podría interpretarse como que pensaban que mamá no lo iba a lograr y desde ahora ya estaban buscando a su siguiente Alfa. No culpaba a papá por pensar así, después de todo, los cachorros decían que en mi ausencia comenzaron a formarse los "bandos" entre los que me apoyaban a mí y los que apoyaban a mis hermanos, siendo lo
Dos días después, cuando menos lo esperábamos, mamá despertó por fin y se encontraba pateando el trasero de papá. -¿Qué m****a están diciendo? -Rose, por favor, tus heridas.... -¡Al demonio mis heridas! - Gritó ella furiosa mientras yo me acomodaba mejor en mi forma de cachorro en el centro de la cama. Un suspiro lloroso salió de mi pecho, pero era más por el espectáculo que por realmente sentirme mal. Después de hablar con Amanda sobre ser o no Alfa, había llegado a un acuerdo conmigo mismo en el que dejaría de estresarme por el tema y sería lo que me diera la gana ser en el futuro. De todas formas mis hermanos podrían heredar la manada y yo los ayudaría en caso de que me lo pidieran. Por el momento, disfrutaría de los tiernos cuidados de mamá y el súper regaño a papá. - ¡¿Es que tu eres idiota o qué?! ¡¿Cómo m****a se te ocurre dejar a nuestro cachorro liderando ambas manadas?! -Es un cachorro muy capaz, las manadas... -¡Tú eras el jodido adulto en buenas condiciones para lid
Chase. Pasamos una semana en el Lugar Seguro. Para este punto, supongo que las criaturas se dieron cuenta de que no saldríamos de nuestro escondite y simplemente comenzaron a acampar arriba. Uno, dos.... cuarenta cosas contra las que en el estado actual de nuestros guardias, simplemente no podríamos ganar. Como se demostró en el segundo día desde que mamá y yo finalmente llegamos aquí. Papá junto con un grupo de diez lobos subieron para revisar cómo estaba todo arriba. Eso fue.... bueno, papá regresó con serias heridas y solo otros dos guardias pudieron regresar con él. Así fue como supimos que eran al rededor de cuarenta cosas acechando y esperando a que saliéramos como ratas por un agujero. -Tienen cierta inteligencia. - Dijo papá mientras mamá le colocaba pomada milagrosa en una fea herida en su pecho. Había llamado a todos en una junta general para avisar sobre nuestra actual situación y el por qué debíamos de permanecer aquí abajo aún. - Debemos de pensar en un plan a corto
Chase. Lo encontré justo en donde ha estado en la última semana: Frente al unico proyector que tenemos en el Lugar Seguro. Actualmente habían cerca de cincuenta lobas gritándole a la imagen para que Jack subiera en el pedazo de madera y no se muriera. Era un área en la que normalmente los machos evitaban meterse, pero al señor Fred no le importaba gritar sobre lo "hermosos" que eran los actores al igual que todas ellas. -Por supuesto que puede entrar, desde aquí puedo ver que ambos caben en ese pezado de madera. - Gritó el señor Fred uniéndose a la discusión. - ¿Qué sucede, cachorro? Me t***s la función. Yo suspiré. -Tengo una manada. -Si, naciste en una. - Dijo lentamente. -No. Yo TENGO una manada. No sé cómo pasó pero yo TENGO una manada. El señor Fred rápidamente cambió de expresión y se levantó del asiento. Luego me indicó que lo siguiera. Nos alejamos de el ruido de las lobas y algunos machos en el salón adjunto y caminamos hasta un rincón apartado. Ahí me pidió que me se
Bastian. Así comenzaba mi más grande y secreta pesadilla. -¿Y por qué m****a tardaron tanto? - Gritó mi padre desde el vestíbulo haciendo que tanto Vanesa como yo diéramos un respingo. Había estado tratando de dormirla por cerca de una hora para así yo también poder dormir. Era tarde por la noche, así que los gritos de papá eran extraños. Normalmente ya estaba borracho antes del atardecer y profundamente en un coma alcohólico para esta hora. Con cuidado deposité a mi hermanita en su cuna a un lado de mi cama y salí de mi habitación para investigar qué era lo que estaba pasando. -No me importan sus excusas, solo llévense al cachorro y tráiganme por lo que pagué. Yo me tensé. ¿Padre había vendido a mi hermana? Era muy capaz. El ruido de pasos entrando a la Casa de la manada me sacó de mi posición para en una décima de segundo cerrar la puerta de mi habitación y ajustar mi cuerpo para el ataque. La tomarían sobre mi cadáver, no por nada había comenzado a entrenar. Subieron por l