Chase. -Hola Chase. - Dijo Amanda con una sonrisa. Yo se la regresé tímidamente. Con todo lo que había estado pasando, no había encontrado tiempo para ir a verla en el Lugar Seguro. No es que no estuviera en mi mente hacerlo, solo que he estado terminando tan agotado ultimamente que lo unico que he querido hacer es dormir en cuanto los guardias no necesitan instrucciones. Tampoco es que papá estuviera haciendo el vago, simplemente había surgido un nuevo problema entre nuestras filas con la manada que manejaba mamá; habían estado solicitando audiencias para conocer a mis hermanos y jurarles lealtad. Era algo que le molestaba a papá por el simple hecho de que eso podría interpretarse como que pensaban que mamá no lo iba a lograr y desde ahora ya estaban buscando a su siguiente Alfa. No culpaba a papá por pensar así, después de todo, los cachorros decían que en mi ausencia comenzaron a formarse los "bandos" entre los que me apoyaban a mí y los que apoyaban a mis hermanos, siendo lo
Dos días después, cuando menos lo esperábamos, mamá despertó por fin y se encontraba pateando el trasero de papá. -¿Qué m****a están diciendo? -Rose, por favor, tus heridas.... -¡Al demonio mis heridas! - Gritó ella furiosa mientras yo me acomodaba mejor en mi forma de cachorro en el centro de la cama. Un suspiro lloroso salió de mi pecho, pero era más por el espectáculo que por realmente sentirme mal. Después de hablar con Amanda sobre ser o no Alfa, había llegado a un acuerdo conmigo mismo en el que dejaría de estresarme por el tema y sería lo que me diera la gana ser en el futuro. De todas formas mis hermanos podrían heredar la manada y yo los ayudaría en caso de que me lo pidieran. Por el momento, disfrutaría de los tiernos cuidados de mamá y el súper regaño a papá. - ¡¿Es que tu eres idiota o qué?! ¡¿Cómo m****a se te ocurre dejar a nuestro cachorro liderando ambas manadas?! -Es un cachorro muy capaz, las manadas... -¡Tú eras el jodido adulto en buenas condiciones para lid
Chase. Pasamos una semana en el Lugar Seguro. Para este punto, supongo que las criaturas se dieron cuenta de que no saldríamos de nuestro escondite y simplemente comenzaron a acampar arriba. Uno, dos.... cuarenta cosas contra las que en el estado actual de nuestros guardias, simplemente no podríamos ganar. Como se demostró en el segundo día desde que mamá y yo finalmente llegamos aquí. Papá junto con un grupo de diez lobos subieron para revisar cómo estaba todo arriba. Eso fue.... bueno, papá regresó con serias heridas y solo otros dos guardias pudieron regresar con él. Así fue como supimos que eran al rededor de cuarenta cosas acechando y esperando a que saliéramos como ratas por un agujero. -Tienen cierta inteligencia. - Dijo papá mientras mamá le colocaba pomada milagrosa en una fea herida en su pecho. Había llamado a todos en una junta general para avisar sobre nuestra actual situación y el por qué debíamos de permanecer aquí abajo aún. - Debemos de pensar en un plan a corto
Chase. Lo encontré justo en donde ha estado en la última semana: Frente al unico proyector que tenemos en el Lugar Seguro. Actualmente habían cerca de cincuenta lobas gritándole a la imagen para que Jack subiera en el pedazo de madera y no se muriera. Era un área en la que normalmente los machos evitaban meterse, pero al señor Fred no le importaba gritar sobre lo "hermosos" que eran los actores al igual que todas ellas. -Por supuesto que puede entrar, desde aquí puedo ver que ambos caben en ese pezado de madera. - Gritó el señor Fred uniéndose a la discusión. - ¿Qué sucede, cachorro? Me t***s la función. Yo suspiré. -Tengo una manada. -Si, naciste en una. - Dijo lentamente. -No. Yo TENGO una manada. No sé cómo pasó pero yo TENGO una manada. El señor Fred rápidamente cambió de expresión y se levantó del asiento. Luego me indicó que lo siguiera. Nos alejamos de el ruido de las lobas y algunos machos en el salón adjunto y caminamos hasta un rincón apartado. Ahí me pidió que me se
Bastian. Así comenzaba mi más grande y secreta pesadilla. -¿Y por qué m****a tardaron tanto? - Gritó mi padre desde el vestíbulo haciendo que tanto Vanesa como yo diéramos un respingo. Había estado tratando de dormirla por cerca de una hora para así yo también poder dormir. Era tarde por la noche, así que los gritos de papá eran extraños. Normalmente ya estaba borracho antes del atardecer y profundamente en un coma alcohólico para esta hora. Con cuidado deposité a mi hermanita en su cuna a un lado de mi cama y salí de mi habitación para investigar qué era lo que estaba pasando. -No me importan sus excusas, solo llévense al cachorro y tráiganme por lo que pagué. Yo me tensé. ¿Padre había vendido a mi hermana? Era muy capaz. El ruido de pasos entrando a la Casa de la manada me sacó de mi posición para en una décima de segundo cerrar la puerta de mi habitación y ajustar mi cuerpo para el ataque. La tomarían sobre mi cadáver, no por nada había comenzado a entrenar. Subieron por l
Bastian. Esa posibilidad pesaba en mi mente. Cuando maté a mi padre y me hice cargo de la manada desde su oficina, investigué sus negocios (o falta de ellos) muy a fondo, así que sabía que no estaba involucrado en el negocio de esta llamada Organización; pero la pregunta era... ¿Por qué? En el último año supimos que de las nueve manadas al menos seis estaban involucradas con estos infelices de una u otra forma, pero papá parecía completamente limpio. Si mi sueño era en realidad un recuerdo, entonces tuvo contacto con la Organización. Simplemente no usó sus servicios o no cooperó con ellos después de lo que me sucedió. Salí de la habitación con cuidado de no despertar a nadie. Me dirigí a la zona de las duchas y me encerré en uno de los muchos cubículos. Todo se encontraba en silencio a esta hora. Me desnudé y dejé la ropa a un lado para encender el agua fría. Era un viejo hábito el no usar agua caliente desde niño. Justo por la época en la que la primera pesadilla apareció ya q
Bastian. Dejé una nota para mi pareja antes de partir junto al grupo de guardias que ya se encontraban reunidos en la entrada de la puerta que conducía hacia la tienda de ropa. ¿Por qué elegí esta en específico? Porque tenías que pasar por dos filtros de seguridad para poder salir o entrar; todos sabían que era la más segura así que era un misterio para mí el por qué el Alfa Frederick había escogido la que llevaba a un callejón a lado del cinema. Con esa entrada prácticamente tendría que recorrer media manada para llegar al nuevo Altar a Nuestra Gran Madre. Yo iniciaría buscando en el punto exacto en el que se suponía que había ido el Alfa.En el túnel que conducía hacia la superficie, comencé a dar indicaciones.-Vamos a revisar cuál es la situación arriba. Si podemos, vamos a tomar algunos suministros de comida pero la misión principal es ver si las criaturas se han reunido en algún punto o se encuentras dispersas. Evitaremos el conflicto, pero si no hay más remedio, lucharemos e
Bastian. Mi plan era sencillo. La tienda de comestibles se encontraba cerca del Altar a Nuestra Gran Madre, así que aprovecharíamos el viaje para surtirnos con un poco de comida. No es como si actuamente se estuvieran quejando por el encierro, pero de todas formas tendríamos que idear una forma de abastecernos a corto plazo. A lo lejos se podía ver el humo de cosas ardiendo. No me preocupaba ya que eso había estado sucediendo desde que la manda había sido invadida por estas criaturas, aunque me parecía extraño que aun se encontraran ardiendo. Al dar la vuelta a la esquina me congelé. Jodidas cosas, eran súper silenciosas también. Ahí en medio de la calle, alimentando mi teoría de que tenían cierta inteligencia, se encontraban cuatro criaturas alimentando el fuego con lo que claramente eran restos de las nuevas cabañas que habíamos terminado de construir hacía poco. Casi gruñí. Di unos pasos atrás lo más discretamente posible pero fue en vano, los cuatro giraron sus cabezas en n