Adom.Bajar del Nido para buscar ayuda de otros Nidos cercanos y no encontrarnos a nadie fue la primera señal de que la profecía de Horus estaba cerca. Nuestro pueblo prefería vivir en nuestra forma animal, por lo que sólo bajaba uno de nosotros para conseguir ropa de vez en cuando. Nos servía cuando hacíamos algunos negocios con los humanos (como la venta de nuestras plumas caídas o algunas artesanías que hacíamos con los huesos pequeños de animales que cazábamos) pero fuera de ello, se podría decir que nuestra forma humana era hasta cierto punto algo extraña.Así que al bajar y no encontrar halcones en donde se suponía que estaban, encendió nuestras alertas.- La primera parte de la profecía se ha cumplido.- Dijo nuestra Matriarca. - A nuestro al rededor han desaparecido compañeros que comparten nuestra naturaleza.-¿A quién le pediremos ayuda, Matriarca? - Preguntó uno de los plumas mayores.- No lo sé. - Dijo ella con pesar. - Sin otro Nido, me temo que no hay nada que podamos hac
Chase. Yo no entendía nada de lo que estaba diciendo el señor Fred. ¿Sería por la edad que hablaba cosas sin sentido? Bueno, si era así, yo no sería el primero en decirle que visitara a un médico de la manada. -Señor Fred. - Dijo mamá lentamente. - ¿Podría repetir lo que acaba de decir pero ahora con... Un poco más de detalles?- Tengo hambre, humana. - Dijo él quejumbrosamente. - Los detalles implican tiempo en que podría morir.Mamá suspiró.- Me alegro de que se encuentre bien. - Dije para atraer la atención. - ¿A qué se refiere con papá haciendo tratos con otra manada?- Quizá lo más correcto es decir una "bandada" . - Dijo pensativamente y luego hizo un gesto para dar a entender que eso no era importante. - Tenemos a un Halcón sobrevolando el territorio. Por lo que pude averiguar, solo está vigilando a Los Bersakers de arriba y no tiene intenciones de atacarnos; me pareció buena idea darles a los dos un empujoncito en la dirección de una alianza.-¿Qué es un Bersaker? - Pregunt
Chase.Con un suspiro le conté sobre mi confiable red de información y lo que pensaban los lobos con el nacimiento de mis hermanos. Ella solo abría cada vez más amplio los ojos.-Oh, pequeño. - Dijo dándome un abrazo con el único brazo que tenía disponible. - ¿Extrañé a mi cachorro solo por las tonterías de los adultos?-Yo también te extrañé. - Dije con voz temblorosa por haber descargado por fin todo lo que no había podido decir por meses. - Aunque fue divertido, conocí a mi nuevo mejor amigo y corrí por las montañas. Conocí a osas impresionantes y me enseñaron algunas cosas.Mamá acarició mi cabeza.-¿Encontraste lo que fuiste a buscar?- No exactamente. No encontré el altar de Nuestra Gran Madre que está en el territorio de los tíos. - Dije con pesar y luego se me ocurrió una idea tardía. - El señor Fred me dijo que fuera ahí, pero viendo que nuestro Altar recientemente construido también funciona para contactar a Nuestra Gran Madre, no estoy muy seguro de por qué me envió al Norte
-Muy bien todos, gracias por venir aquí tan rápido. Seré honesta, tengo mucho que decir así que las preguntas se harán cuando termine de hablar, ¿Entienden?Mamá había convocado a todos los miembros de la manada al comedor cuando terminamos de desayunar. Ella se había subido a una de las mesas y nos pidió al señor Fred y a mí que la siguiéramos, por lo que aquí estaba yo en medio del comedor sobre una mesa a un lado de mi mamá sosteniendo a uno de mis hermanos mientras el señor Fred se colocaba al otro lado con dos cachorros en brazos.-Comenzaremos con lo primero: La situación allá arriba es mala...Mamá les dió un resumen un tanto censurado sobre lo que había estado pasando arriba. Informó del número aproximado de enemigos, pero no habló sobre la destrucción, el Halcón o la conversación entre papá, el señor Fred y nuestra deidad.-Nos hemos enterado de que ahora piensan intervenir de alguna forma con nuestro suministro de agua y que vienen más de esas cosas en camino. Así que más pro
Chase.Di un paso al frente y utilicé el comando Alfa para que los adultos se callaran un momento.-¡Quiero silencio de los adultos!Automáticamente se callaron y miraron en mi dirección. Casi me rio cuando miré a mamá quien seguía con su pelea con otras seis lobas pero habían silenciado los ruidos.Usé un tono normal para dirigirme a los cachorros.- Los adultos están distraídos y realmente no hay razón para seguir aquí. ¿Quieren ir a ver una película mientras ellos resuelven sus asuntos?Los cachorros estuvieron de acuerdo emocionados. Yo abrí el camino a la salida con el señor Fred a mi espalda. Nos acomodamos en la sala de proyección mientras el señor Fred se hacía cargo de mis tres hermanos. -Muy bien. Tendremos que ponernos de acuerdo con la película. - Dije yendo directamente hacia los títulos. - Nada demasiado masculino y nada demasiado femenino... ah, ¿Qué tal ciento un dálmatas? Hubo una votación y por mayoría se quedó esa película.Regresé a un lado del señor Fred cuando
Bastian.Inhalé y exhalé lentamente cerrando los ojos. El Alfa Frederick lo hacía ver tan fácil...Un aleteo a mi derecha me llamó la atención y abrí los ojos para ver a el Halcón a mi lado.Quizá tendría curiosidad por saber qué era lo que había dentro de la bolsa a centímetros de sus patas.Con cuidado acerqué mi mano con temor de que me atacara; no lo hizo, así que solo saqué algunas frituras y se las ofrecí. Las tomó delicadamente con su pico y fue cuando caí en cuenta que ellos no comían esta clase de cosas. Quizá incluso lo estaba envenenando.Con un suspiro me maldije a mí mismo de nuevo por hacer cosas sin pensar nuevamente. Como cuando ganó mi instinto de pareja y mi hijo se tuvo que hacer cargo de la manada. Técnicamente yo había dejado a cargo al viejo lobo, pero de todas formas así fue como terminó.-A la m****a, saldré de aquí con mis garras de ser necesario. - Gruñí recordándome en el altar. - Esto no tiene jodido sentido, he terminado.- Si ha terminado, ¿Podría conce
Adom.-¿Sólo Eso? - Pregunté con curiosidad.- Si. Pon tu precio.-Está bien. - Dije y luego lo pensé seriamente durante un minuto entero. - Si mi hermana llega a necesitar tu protección, la tendrá. Además, quiero que tenga todo lo que necesite: Comida, ropa, quizá una casa...-Acepto. - Dijo demasiado rápido el lobo. - Le compraré un elefante si eso es lo que quiere. Te lo daré por escrito en cuanto regrese a mi oficina.-Entonces tenemos un trato. ¿A dónde quieres que vuele?- A la montaña del Este. - Dijo señalando el lugar. - Quiero que observes qué es lo que está pasando en ese río. Es la fuente de agua de mi manada que mencionaron los Bersakers. Necesito saber qué están haciendo ahí esas criaturas. Yo me congelé.-¿La montaña alta en esa dirección? - Pregunté rezando a Horus por que no fuera la montaña en la que estaba pensando.- Si, la que termina en una figura asimétrica. ¿Cuánto tiempo te tomará ir y volver?-Una hora.Entonces me transformé y me elevé.-Vaya, eso es eficien
Bastian.Pasó exactamente una hora para que regresara el Halcón. En ese tiempo me dediqué a escuchar a mi espíritu interior, respirar muy lento y pedirle un deseo a la estrella del Norte porque no podía hacer que mi cuerpo fuera invisible o la m****a que hacía el Alfa Frederick. Incluso había salido de la seguridad del Altar para averiguar si lo había conseguido. No lo hice, solo provoqué que los Bersakers mirarán al mismo tiempo en mi dirección. Hablando de cosas irónicas.El Halcón aterrizó junto a mí y me miró con curiosidad antes de mirar a las criaturas babeantes al frente. Suspiré. Quizá si tendría que salir de aquí con mis propias garras, literalmente.-¿Has averiguado algo?El Halcón asintió pero no se transformó, lo que me pareció extraño. -¿Qué sucede?Él volvió a mirar en dirección de los Bersakers insistentemente.-Joder. Si no quieres que sepan de tu especie, ¿Cómo pretendes decirme qué es lo que averiguaste?Él alzó un ala y señaló más allá de las criaturas.-Debes d