Hola mis cariñitos, tarde pero seguro!!! Un besooooo
PenelopeMe llevan a la dichosa reunión con la persona misteriosa.Con cada paso que doy siento que el corazón me va a estallar del pecho,estoy haciendo todo lo posible por ocultar un poco del miedo que recorre mis venas y conseguir pensar en un plan que me mantenga viva hasta que Lila pueda darle a Nick luz verde para sacarme de aquí.Finalmente entramos en la habitación y lo primero que veo es a Frederick esbozando esa sonrisa asquerosa y a su lado se encuentra una mujer que no conozco pero que de inmediato me da escalofríos.La mujer irradia poder, una presencia oscura y siniestra que envuelve la habitación. Su mirada es fría y penetrante, y siento que todos los vellos de mi cuerpo se erizan al verla. Tiene el cabello negro y la piel achocolata, sus labios pintados de rojo se estiran en una sonrisa al verme llegar.—Penélope, querida, lamento mucho lo de tu amigo. Definitivamente ya no se puede confíar en nadie en estos días—me dice Frederick y es aquí cuándo decido que esta será mi
PenelopeAún no puedo salir de mi asombro de ver la pared convertida en algo parecido a una puerta secreta.—Cómo es posible.Nick ríe sobre mi cabello y me aprieta más cintra él—Mi padre era un obsesionado con los métodos de escape —murmura él, devolviendo el abrazo con igual intensidad y yo dejo salir una risita.Cuando me separo le hago señas para que hablemos por la mente, para que no nos escuchen.“Dime qué ha pasado, nena” Escuchar su voz en mi mente sigue sorprediendome tanto como la primera vez"He fingido que me uniría a ellos para poder saber más de sus planes. Frederick me cree. Me contó parte de su plan. Robert no está convencido"Los ojos de Nick se llenan de furia y preocupación. "No me gusta esto, Peches ¿Qué te han hecho? ¿Estás bien?""Sí, estoy bien. Pero hay cosas que no te he dicho. Yo… tengo miedo de que me odies por ello."Nick me mira, sus ojos llenos de amor y determinación. "Nunca podría odiarte, Peaches, yo te amo. Dime lo que sea."Esas palabras hacen que to
Nicklaus Han pasado dos días desde que vi a Penélope y creo que estoy enloqueciendo.Cada hora que pasa me siento más desesperado y mi bestia interna se agita con mucha más facilidad. Mejor ni hablar del hecho que estoy mucho más irritable con cada día que pasa, pero no pueden culparme. Quiero que mi compañera esté conmigo.Faltan diez días para la maldit4 luna llena en la que Frederick hará el matrimonio ese, y no puedo pensar en otra cosa que en sacarla de esa m*****a cabaña. Solo puedo pensar en ella y en nuestro cachorro. Me aterra la idea de perderlos, aunque me cueste admitirlo.Reúno a Lila, Blake y Marcus y los hago subir en la camioneta para encontrarnos con Samuel y ponerlo al tanto de la situación.Ahora mismo él es el único aliado de poder que tengo y necesito saber si puedo contar cien por cien con él o sigue queriendo estar al margen de una guerra.—¿Estás seguro de esto, Nick? —pregunta Blake, con una mirada preocupada.Él ha sido quién más reacio se ha mostrado en con
PenelopeAlgo está pasando, lo puedo sentir en la agitación de los guardias o en el hecho que desde ayer Frederick y su asqueroso hijo se fueron y me dejaron sola con Megara como mi niñera.Ya han pasado 5 días desde el rescate fallido y debo admitir que estoy empezando a desesperarme.Gracias a la diosa no he tenido que transformar a nadie más y sinceramente no se si podría hacerlo sin perder una parte de mí.Dos toques en la puerta de la habitación me ponen alerta y un segundo después esta se abre mostrando a uno de los guardias trayendo un plato de comida. Hay cinco guardias que se rotan en traerme las cosas y he empezado a trazar un plan especial con ellos.—El almuerzo—me dice al que identifico como Mark, antes de poner el plato en la mesita al lado de la cama.—Muchas gracia—contesto y cuando veo que está punto de salir de la habitación agrego—De todos los guardias creo que a ti es el que más me va a costar transformar, tienes esa aura de guerrero ejemplar.Los pasos de Mark se d
NicklausSeguí el consejo de Samuel.Las últimas 48 horas las pasé poniendo en aviso a todos los alfas de las manadas cercanas y tratando de comunicarme con las más lejanas, y gracias a la luna la mayoría están dispuestos a pelear si una guerra llega a desatarse.Sin embargo, mi jugada maestra fue ir hasta el aquelarre de Lila. Entiendo que ella haya pedido ayuda, pero tal como dijo Lila, hechiceras y lobos no han tenido una buena historia, por lo que decidí ir hasta ellas y dar la cara.Al principio creí que me iban a matar, sin embargo, tal como pensé, se sintieron halagadas de que haya ido personalmente a pedir ayuda y dos días después aquí estamos.He estado vigilando los terrenos y por eso sé que la primera parte del plan salió tal como esperaba, y era sacar a mi hermano y su hijo de aquí. Supongo que el hecho de que todas las manadas hayan empezado a movilizar sus ejércitos le encendió las alarmas.Sin embargo, lo que no esperaba encontrar, es a dos de los guardias de mi hermano
PenelopeNick me arranca las cadenas y veo como Lila empieza a recitar un hechizo que sinceramente se ve demasiado complicado, pero trato de mantenerme serena. Confío en ella y si dijo que podía hacerlo entonces no tengo duda de que lo hará.Detrás mío puedo escuchar los gritos de Megara y mi cuerpo siente los destellos de poder que llegan de la batalla que parece estarse desatando ahí, sin embargo Nick no se ha movido de mi lado.Su rostro ni siquiera ha hecho el amago de mirar en otra dirección que no sea donde estoy yo y si él tiene esa confianza en que todo saldrá bien, entonces yo también lo haré.Dejo que mi cuerpo se relaje por completo y trato de retener cada una de las palabras de Lila hasta que poco a poco siento como en mi mente una niebla empieza a disiparse, esa misma que hasta este momento no había sentido sino al salir de los terrenos.Sin embargo, poco a poco todo empieza a volverse más claro, más… real. En el instante en que mis ojos van hacia Nick se que he vuelto a s
NicklausPenélope se derrumbó.Se que es algo que tenía que pasar, ella ha estado ocultando todas sus emociones desde que Frederick la secuestró y ahora que finalmente he podido sacarla de ahí la máscara de dureza se ha caído y me parte el alma verla llorar.Sin embargo, la chiquilla es más fuerte de lo que cualquiera pueda pensar y aunque el mundo se esté acabando, este momento va a ser solo para los dos.Aminoro la carrera cuando llegamos al motel de carretera y casi me parece gracioso que regresemos a este lugar nuevamente y por la sonrisita que Penélope me da creo que está pensando lo mismo.—Vas a tener que mejorar tu concepto de romanticismo, Nick—me dice, pero el tono risueño me hace saber que lejos de estar molesta parece encantada con la pequeña aventura.—Voy a construirte todo un castillo si es lo que quieres, peaches. Pero por esta noche vamos a conformarnos con esto, además te aseguro que con todo lo que voy a hacerte ni siquiera vas a recordar en dónde te encuentras.El p
PenelopeCuando Nick se queda inmóvil, su rostro se endurece al mirar su teléfono, mi corazón se aprieta con una mezcla de preocupación y miedo. No tiene que decirlo, sé que algo malo ha pasado.—Nick, ¿qué pasa? —pregunto, mi voz temblando un poco.Esos ojos que hace segundos me veían con pasión ahora me miran con una mezcla de rabia e impotencia.—Es Natasha —responde él y siento de inmediato como todo mi cuerpo se tensa. No puede ser nada bueno—. Tiene a Micka.No, no, no….Un nudo empieza a formarse en mi garganta y siento como el pecho me espinoza a dolor al tiempo que un escalofrío recorre mi espalda. —Es un niño—digo y la voz se me rompe—¡Es solo un niño, Nick!Veo como la quijada de Nick se endurece y sin dudarlo me atrae hacia él y yo no dudo en enterrar mi cabeza contra su pecho.Natasha es peligrosa y capaz de cualquier cosa. La idea de que tenga a Micka me aterroriza.—¿Qué dice el mensaje? —insisto, tratando de mantener la calma.Nick deja salir un gruñido y me muestra l