Tercer capítulo deldía cariñitoooooos!!! Besooooos y gracias por leer!!
PenelopeAlgo está pasando, lo puedo sentir en la agitación de los guardias o en el hecho que desde ayer Frederick y su asqueroso hijo se fueron y me dejaron sola con Megara como mi niñera.Ya han pasado 5 días desde el rescate fallido y debo admitir que estoy empezando a desesperarme.Gracias a la diosa no he tenido que transformar a nadie más y sinceramente no se si podría hacerlo sin perder una parte de mí.Dos toques en la puerta de la habitación me ponen alerta y un segundo después esta se abre mostrando a uno de los guardias trayendo un plato de comida. Hay cinco guardias que se rotan en traerme las cosas y he empezado a trazar un plan especial con ellos.—El almuerzo—me dice al que identifico como Mark, antes de poner el plato en la mesita al lado de la cama.—Muchas gracia—contesto y cuando veo que está punto de salir de la habitación agrego—De todos los guardias creo que a ti es el que más me va a costar transformar, tienes esa aura de guerrero ejemplar.Los pasos de Mark se d
NicklausSeguí el consejo de Samuel.Las últimas 48 horas las pasé poniendo en aviso a todos los alfas de las manadas cercanas y tratando de comunicarme con las más lejanas, y gracias a la luna la mayoría están dispuestos a pelear si una guerra llega a desatarse.Sin embargo, mi jugada maestra fue ir hasta el aquelarre de Lila. Entiendo que ella haya pedido ayuda, pero tal como dijo Lila, hechiceras y lobos no han tenido una buena historia, por lo que decidí ir hasta ellas y dar la cara.Al principio creí que me iban a matar, sin embargo, tal como pensé, se sintieron halagadas de que haya ido personalmente a pedir ayuda y dos días después aquí estamos.He estado vigilando los terrenos y por eso sé que la primera parte del plan salió tal como esperaba, y era sacar a mi hermano y su hijo de aquí. Supongo que el hecho de que todas las manadas hayan empezado a movilizar sus ejércitos le encendió las alarmas.Sin embargo, lo que no esperaba encontrar, es a dos de los guardias de mi hermano
PenelopeNick me arranca las cadenas y veo como Lila empieza a recitar un hechizo que sinceramente se ve demasiado complicado, pero trato de mantenerme serena. Confío en ella y si dijo que podía hacerlo entonces no tengo duda de que lo hará.Detrás mío puedo escuchar los gritos de Megara y mi cuerpo siente los destellos de poder que llegan de la batalla que parece estarse desatando ahí, sin embargo Nick no se ha movido de mi lado.Su rostro ni siquiera ha hecho el amago de mirar en otra dirección que no sea donde estoy yo y si él tiene esa confianza en que todo saldrá bien, entonces yo también lo haré.Dejo que mi cuerpo se relaje por completo y trato de retener cada una de las palabras de Lila hasta que poco a poco siento como en mi mente una niebla empieza a disiparse, esa misma que hasta este momento no había sentido sino al salir de los terrenos.Sin embargo, poco a poco todo empieza a volverse más claro, más… real. En el instante en que mis ojos van hacia Nick se que he vuelto a s
NicklausPenélope se derrumbó.Se que es algo que tenía que pasar, ella ha estado ocultando todas sus emociones desde que Frederick la secuestró y ahora que finalmente he podido sacarla de ahí la máscara de dureza se ha caído y me parte el alma verla llorar.Sin embargo, la chiquilla es más fuerte de lo que cualquiera pueda pensar y aunque el mundo se esté acabando, este momento va a ser solo para los dos.Aminoro la carrera cuando llegamos al motel de carretera y casi me parece gracioso que regresemos a este lugar nuevamente y por la sonrisita que Penélope me da creo que está pensando lo mismo.—Vas a tener que mejorar tu concepto de romanticismo, Nick—me dice, pero el tono risueño me hace saber que lejos de estar molesta parece encantada con la pequeña aventura.—Voy a construirte todo un castillo si es lo que quieres, peaches. Pero por esta noche vamos a conformarnos con esto, además te aseguro que con todo lo que voy a hacerte ni siquiera vas a recordar en dónde te encuentras.El p
PenelopeCuando Nick se queda inmóvil, su rostro se endurece al mirar su teléfono, mi corazón se aprieta con una mezcla de preocupación y miedo. No tiene que decirlo, sé que algo malo ha pasado.—Nick, ¿qué pasa? —pregunto, mi voz temblando un poco.Esos ojos que hace segundos me veían con pasión ahora me miran con una mezcla de rabia e impotencia.—Es Natasha —responde él y siento de inmediato como todo mi cuerpo se tensa. No puede ser nada bueno—. Tiene a Micka.No, no, no….Un nudo empieza a formarse en mi garganta y siento como el pecho me espinoza a dolor al tiempo que un escalofrío recorre mi espalda. —Es un niño—digo y la voz se me rompe—¡Es solo un niño, Nick!Veo como la quijada de Nick se endurece y sin dudarlo me atrae hacia él y yo no dudo en enterrar mi cabeza contra su pecho.Natasha es peligrosa y capaz de cualquier cosa. La idea de que tenga a Micka me aterroriza.—¿Qué dice el mensaje? —insisto, tratando de mantener la calma.Nick deja salir un gruñido y me muestra l
NicklausLas luces de la carretera pasan a mi lado como destellos fantasmales mientras conduzco hacia el lugar acordado. Penélope está sentada a mi lado, su mano temblando en la mía. Puedo sentir la tensión en sus músculos y sé que su mente está en Micka, rezando para que todo salga bien.—Vamos a sacarlo de allí —le digo, tratando de infundirle confianza—. Te lo prometo, Peaches.—Lo haremos, lo sé.Ella asiente, aunque sus ojos están llenos de preocupación. Siento el peso de su miedo en mi propio pecho. Natasha es una amenaza real y el hecho de que esté metida en todo el tema de la magia negra la hace mucho más volátil, y no sabemos hasta qué punto puede llegar para conseguir lo que quiere.Finalmente, llegamos a la vieja fábrica abandonada. El lugar parece sacado de una película de terror, con sus paredes derruidas y ventanas rotas. Aparco el coche a una distancia prudente y nos bajamos, caminando en silencio hacia la entrada.Detrás nuestro veo bajarse del otro auto a Blake, Samuel
PenelopeEl plan acaba de convertirse en un completo desastre.Por un momento pensé que podíamos simplemente engañar a Natasha y llevarnos a Micka, pero ahora mientras me encuentro viendo de frente a la enorme bestia me doy cuenta que fuimos demasiado optimistas.El rugido del lobo retumba en mis oídos, haciéndome sentir un escalofrío que recorre mi espalda. Miro a Micka, sus ojos llenos de lágrimas y miedo, y siento una ola de furia crecer dentro de mí. No puedo dejar que esta situación se nos escape de las manos. Nick está tenso a mi lado, preparado para luchar y defendernos, pero sé que Natasha tiene la ventaja con ese monstruo a sus pies.—¡Nick, tenemos que hacer algo! —digo, mi voz temblando de urgencia.—Lo sé, Peaches. Pero debemos ser cuidadosos —responde, sin apartar la vista del lobo enorme que nos bloquea el camino.Natasha se pone de pie lentamente, su sonrisa desquiciada brillando a través de la penumbra. —¿De verdad creyeron que podían simplemente marcharse? ¡Cómo si n
NatashaLa noche es oscura y silenciosa, perfecta para mis propósitos. La bestia me lleva a través del bosque, sus enormes patas aplastando la vegetación bajo nosotros. El viento helado azota mi rostro y mis pensamientos son un caos. Penélope, esa m4ldita mocosa aparecida ha arruinado todo. ¡Todo! Mi mente, no deja de dar vueltas en todo lo que me ha quitado convirtiéndose en un torbellino de rabia y odio.Voy a vengarme, voy a hacerla pagar y rogar por piedad. Ella va a ponerse de rodillas ante mi y Nick va a estar ahí para verlo todo.Finalmente, llegamos a una casa abandonada, justo después de la frontera del territorio de Frederick. Aquí pasé gran parte de mi adolescencia escabullendo con chicos de la manada, uno de esos chicos es la gran bestia que me lleva a cuestas ahora mismo.La bestia, Thorne, me deja suavemente en el suelo. Miro a mi alrededor. Las ventanas están rotas, la maleza ha invadido el jardín y la estructura parece a punto de colapsar. Sin embargo, es un refugio t