Al oír la pregunta de Xiaobao, Jin Fengchen lo miró sin responderle.

La sospecha de Xiaobao no era irrazonable.

Li Xi le parecía sospechosa, pero como no tenía ninguna prueba sustancial, solo podía quedarse con las manos cruzadas.

Desde el principio, la muerte de Shangguan Yuan fue bastante extraña. Aunque le parecía sospechosa, estaba muerta, y no tenía sentido insistir en ello.

Ahora, basándose en los hallazgos de Xiaobao, y recordando todos los indicios del principio hasta ahora, la respuesta poco clara en la mente de Jin Fengchen casi estalla.

Sin embargo, no seguiría demasiado sus propias suposiciones subjetivas. No podía sacar conclusiones sin pruebas sólidas.

“¿Papi? ¿Debería seguir investigando?”. Cuando Xiaobao vio que Jin Fengchen no respondía, se sintió inseguro.

Sin embargo, seguía pensando que Li Xi era demasiado sospechosa.

Shangguan Yuan era una mujer mala, y Li Xi también. Ambas estaban cerca de un hombre llamado Jiang Cheng.

Claramente...

En resumen, ¡Shan