Camino a la cafetería me cuestioné sobre la decisión que había tomado, me sentía mal por Noah, estaba ignorando todas sus llamadas y mensajes en los que me invitaba a desayunar o a dar una vuelta en la tarde.No era momento para arrepentirse porque ya nos encontrábamos en Think, cafetería a la que vine cuando compramos los regalos de Navidad con Lucas.— Deberías ponerte un poco de ungüento sobre tus heridas, deben dolerte mucho — lo miré con preocupación.—Te veías muy bien anoche — cambió de tema — No pensé que eras de la clase de chica que le gustaba utilizar ropa descubierta — murmuró mirando hacia la ventana.Me molestaba que en todo este tiempo que hemos estado en la cafetería, ni una sola vez me ha mirado a los ojos, se la pasa viendo por la ventana. Debe estar avergonzado por lo sucedido o está tan enfadado conmigo que se rehúsa a verme.—Me gusta usar esa clase de prendas — mentí. Anoche me sentí muy expuesta y peor con la mirada de varios chicos sobre mí.—Te quedan bien, pe
A la mañana siguiente me levanté por los molestos golpes en mi puerta por parte de mi madre. Cubrí mi cabeza con la almohada y gruñí, como odiaba que me despierte así, ¿no podía entrar y despertarme como una persona normal?—¡Summer, despierta! — gritó dando más golpes en la puerta — ¡Tenemos que ir al aeropuerto a recoger a tu tío y a Charlotte!Demonios, ¿qué clase de persona despierta a su hija a las 6: 30 am? Me levanté de malas y abrí la puerta, miré a mi madre con enojo. Que pésima forma de empezar mi día.—¿Es necesario que vaya? No lo creo — apoyé la espalda en el marco de la puerta.—¡Claro que sí! A Charlotte le va a encantar verte de nuevo — sonrió emocionada y entro a mi habitación.—Lo dudo — siseé — ¿Qué estás haciendo? — pregunté al ver que mi madre revisaba el armario.—Buscando algún atuendo, te tienes que ver bien — sacó una blusa azul — Mira, esta blusa es hermosa.Puse los ojos en blanco y caminé hacia ella quitándole la blusa, ¿cree que tengo tres años? No quiero
—Benditos genes Winston — susurró el ojiverde viendo encantado a mi prima. Mis manos comenzaron a temblar y mi sangre a hervir, sabía que no podría mantener alejada a Charlotte de Harry, eso era una misión imposible. Pero ¿saben qué? No haría nada, era inútil interponerme entre ellos. —¿Quién es esa bella pelirroja? — preguntó Eleanor parándose junto a mí — Espera, déjame adivinar, ¿la nueva conquista de Styles? — carcajeo —Cierra la boca Campbell — la regañó Karla dándose cuenta de mi incomodidad. Puse los ojos en blanco y la ignoré, en el sofá atrapé a un guapo rubio mirándome mientras bebía de su jugo de manzana. Tomé asiento junto a él y apoyé mi cabeza en su hombro. —Me sorprende verte aquí Summer — murmuró, noté algo de enojo en su voz— Pensé que estabas lo suficientemente ocupada como para responder mis llamadas — se alejó un poco de mi — Dime, ¿qué tal estuvo tu cita con Harry? Lo admito, había olvidado a Noah por completo, bueno no lo había olvidado, solo estaba ignorand
—Chicos, esto no es correcto — me negué a entrar — Deberíamos ir a otro pub ¿no creen? — intenté convencerlos.—Sum, por favor— insistió Louie — Este es el mejor lugar de la ciudad, debemos entrar.Se preguntarán por qué no quería entrar, bueno, cuando llegamos nos encontramos con la sorpresa de que el pub había sido alquilado para una fiesta de cumpleaños privada, y solo se podía entrar con invitación. Los chicos habían encontrado una entrada por la puerta trasera, pero me negaba a colarme a una fiesta, y menos de personas que no conozco.¿Y si nos atrapaban? No quería correr ese riesgo.—No lo creo — retrocedí unos pasos — No quiero meterme en problemas, me voy a casa. Diviértanse — me despedí y comencé a caminar por el oscuro callejón que me llevaba a la avenida principal, donde tomaría un taxi.—¡Alto ahí Summer Winston! — gritó Louie — Si tu no vas a divertirte, ninguno de nosotros lo hará — soltó haciendo que los demás comiencen a abuchear.—¡Vamos Summer! — intentó convencerme
Abrí los ojos lentamente tratando de acostumbrarme a la luz que entraba por la enorme ventana junto a la cama, pero fue mala idea ya que cuando lo hice, mi cabeza comenzó a doler, sentía que miles de agujas pinchaban mi cerebro. Gemí de dolor e intenté moverme, pero fue imposible, estaba boca abajo y sentía un peso sobre mí, moví la cabeza y me quedé estática al ver a la persona que se encontraba junto a mi durmiendo plácidamente. Todo me comenzó a dar vueltas, al punto de que pensé que vomitaría ahí mismo, había olvidado lo que pasó anoche, ¿me acosté con él? Espero que no, me sentiría pésimo si me entero de que caí en sus garras, y ¿dónde estábamos? No reconocía el lugar. ¿¡Acaso era un motel!? — Harry — susurré y lo empujé — ¿Podrías quitarte de encima? — Cierra la boca Sun — gruñó — Intento dormir — se aferró más a mí — Deberías hacer lo mismo después de todo lo que pasó anoche debes dejarme descansar un poco. Me alarmé más por las últimas palabras que salieron de su boca, ent
— Ayer te vi muy cariñosa con Noah — murmuró viéndome de reojo — ¿Ustedes tienen algo? Ya sé que dirás que no es de mi incumbencia, pero la curiosidad me gana— me regresó a ver por dos segundos y luego se concentró nuevamente en la carretera. —No lo sé, yo creo que sí — me encogí en el asiento — Bueno, aún no tenemos nuestra primera cita, pero lo será pronto. —Eso es genial — relamió sus labios — Si en algún momento se te cruza alguien que te sacude el alma; agarra su mano, abrázate a sus besos, empápate en su tiempo. Aunque sea por un rato, esos momentos los recuerdas toda la vida — suspiró — Al parecer encontraste a esa persona — sonrió, pero una sonrisa que parecía fingida — Y es Noah Hume, si me necesitas solo tienes que decirlo, siempre estaré ahí para ti, para apoyarte. Quería gritar a todo pulmón que estaba equivocado, que la persona que había sacudido mi alma había sido él. El guapo, talentoso y narcisista Harry Ward. —Eso fue muy lindo — susurré — Me alegra que seamos ami
Al entrar a casa, no dejaba de pensar en aquel beso, la escena se repetía una y otra y otra vez en mi cabeza. Aún podía sentir sus suaves labios sobre los míos, sus manos sobre mi cintura y el delicioso aroma de su perfume que inundaba mis fosas nasales.Todo marchaba bien entré Harry y yo, tan bien que no creía que esto sea real. Cruzaba los dedos para que de ahora en adelante las cosas vayan bien.— Summer, ¿dónde estabas? — preguntó Charlotte sacándome de mis pensamientos — No hay nadie en casa y me muero de hambre — se quejó.—¿Por qué no te preparaste algo? — ignoré su pregunta y me dirigí a la cocina — No me digas, ¿eres tan inútil como para prepararte algo de comer? — bromeé.—Recuerda que la última vez que intente prepararme pan tostado casi incendio mi casa— tomó asiento en uno de los taburetes que había frente a la barra de desayuno — ¿Serias tan gentil y prepararme algo de comer? — sonrió.—No lo haré yo sola, tú me ayudarás.HarryApenas Summer cruzó por mi puerta, agarré
31 de diciembre, ya quería iniciar el nuevo año, haría algunos cambios por el bien de mi salud mental. Estos dos últimos días estuve evitando a Harry, pero me resultó más difícil de lo que pensé ya que venía todos los días a ver a Charlotte, y siempre preguntaba por mí, que descarado ¿no?—¿Qué debería ponerme hoy? — preguntó mi prima revisando en el bolso que había traído a mi casa— ¿Algo abrigado o algo sexy?Me sentía muy incómoda ayudando a Charlotte escogiendo ropa para salir con el chico que me atraía.—No importa — murmuré volviendo a leer mi libro — Vas a recibir el año en Times Square, donde habrá mucha gente, no creo que a nadie le importe lo que lleves puesto.—Bueno pues, para mi esta noche es especial — sonrió sentándose al borde de la cama — Porque estaré acompañada por Harry.Olvidé mencionar que estos días he intentado convencer a mi corazón y a mi cabeza que no necesito a Harry Ward, que es innecesario en mi vida. Pero al parecer son muy tercos, ya que cuando cierro l