Me desperté con una terrible resaca, apenas pude abrir los ojos esta mañana, y eso no era a causa del alcohol, fue porque pasé llorando toda la noche, mucho más después de ver a Meghan en el apartamento de Harry. Mi cabeza creaba escenarios terribles entre ellos dos, tal vez ocurrió algo o tal vez no, esa era una duda que me estaría carcomiendo la cabeza todo el día.Después de aquella visita rápida en el apartamento de Harry anoche, me quedé con un gran vacío en el corazón, de solo recordarlo otra vez sentía que un doloroso nudo se formaba en mi garganta.Flashback— Pero miren a quien tenemos aquí— sonrió de oreja a oreja— Summer Winston.— Meghan— dije en un susurro apenas audible.Mi sangre se heló al verla parada frente a mí, todo el valor que tenía se había esfumado por completo y así fue como mi corazón se rompió por segunda vez en la noche. ¿Por qué Harry la había llamado? ¿Qué estaban haciendo antes de que llegue?— Necesito ver a Harry— recuperé la compostura y la miré sin e
— Esto es tan deprimente, me recuerda a Luna Nueva — dijo con una risita — No me digas que ahora te crees Bella— enarcó una ceja.— No es así— lo miré avergonzada— Solo estaba sentada, viendo el paisaje— me acomodé en mi asiento.Lo más seguro es que estaba hecha un asco. Solamente llevaba puesto un hoodie, el maquillaje corrido y el cabello enmarañado. Estaba un poco avergonzada, no quería que me vea así. Intenté bajar el hoodie lo más que pude para cubrirme un poco las piernas.— Sum, sabes que no necesitas hacer eso— colocó su mano sobre la mía— No tienes por qué avergonzarte, no conmigo— me brindó una sonrisa reconfortante— Vine aquí para que hablemos.De repente me puse demasiado nerviosa para articular ni una palabra, asentí con la cabeza y él me sonríe. — Bien, creo que esto es un poco incómodo para ambos— murmuró volteando la cabeza en dirección el ventanal— Estaba pensando en visitarte mañana, cuando las cosas se hayan enfriado pero en la tarde recibí una visita de Ringo y...
Después de aquel comentario que hicieron mis padres la cena se tornó un poco incómoda, no, me corrijo, no un poco, demasiado. No podía enfadarme con ellos, ya que no sabían que todavía no se lo había contado a Harry. Al finalizar la cena tenía la intención de ayudarle a recoger la mesa a mi madre, quería que el rizado hable con mi padre ya que le tenía una gran sorpresa que tal vez aplaque la bomba que le había lanzado en la cena. — Harry ¿por qué no acompañas a mi padre al salón? — susurré en su oído— Iré en unos minutos. — Yo...de hecho quería que hablemos Sum— murmuró— Ahora, por favor. Me disculpo con mis padres y me dirijo con el rizado a la salida, al estar en el pasillo me hace una señal para que vayamos a su apartamento, allí podríamos tener más privacidad. Abro la puerta sin problema, él tenía la mala costumbre de dejar la puerta sin seguro, siempre lo regañaba por eso. Siento los ojos de Harry clavados en mí mientras recorro el salón, el único sonido era el de mis tacones
Corría una brisa fría mientras caminaba por las hermosas calles de Nueva York, tiendas llenas, el olor a galletas de jengibre, niños corriendo de un lado a otro con sus trineos o saliendo contentos de las jugueterías, resumiendo todo, un ambiente feliz. La Navidad estaba cerca, mi fecha favorita del año, amaba ver los adornos navideños por todos lados, especialmente el árbol gigante que ponen en el Rockefeller Center, la ceremonia cuando lo encienden es increíble. Amaba cualquier estación del año, pero si me pondrían a elegir definitivamente elegiría el frío, ¿por qué? La respuesta era simple, podía quedarme en mi habitación haciendo una maratón de mi serie favorita sin que mis padres me reprochen que no salgo de casa, claro, como si ellos me dejaran salir cuando les pido permiso, las únicas veces que he podido salir a alguna fiesta es porque mi único y mejor amigo Lucas ha intervenido. Mis padres lo aman. Entré a Starbucks, el olor a café inundó mis fosas nasales, al observar a mi a
Apenas subimos al auto un silencio incómodo reinó entre nosotros, el único ruido era el de la radio. Jamás debí haber aceptado regresar a casa con él, ¡ni siquiera acepté! Fui obligada.—No debiste haber dejado a tu novia sola en ese lugar —murmuré viendo a la ventana, estábamos yendo por un camino diferente. Estoy segura de que era el camino equivocado — El edificio no está muy lejos, podía regresar caminando.—Te estoy haciendo un favor Summer, deberías agradecerme—siseó. Dios mío que poca paciencia tenía este hombre.—Sabes, si no me soportas no entiendo porque me seguiste a Rockefeller Center o porque te ofreciste a llevarme de regreso a casa —lo regresé a ver, su mandíbula se tensó y respiró profundo.—Fui a patinar con mi novia, no te estaba siguiendo.—No te creo —fruncí el ceño — No creo que sea una coincidencia que nos encontremos en el mismo lugar y a la misma hora. Me estabas siguiendo —aseguré.—Creo que la caída te afectó un poco —dijo burlón — ¿Y qué me asegura que tú no
—Así que…Harry si vendrá a cenar esta noche —murmuró Lucas jugando con una pelota, lanzándola al aire y luego atrapándola. No quería que ese momento llegue, sabía perfectamente que algo saldría mal, Harry y yo no podíamos estar compartiendo el mismo espacio sin lanzarnos algún comentario pesado. Es más luego de ese pequeño momento que tuvimos en el ascensor, no sabría cómo actuar cuando lo vea. Sabía que mamá invitó a Harry a cenar porque quería ser amable con él, pero también sabía que había una doble intención en aquella invitación, era un intento desesperado en expandir mi círculo social. No era un secreto que mi único amigo es Lucas, sospechaba que mis padres algunas veces sentían lástima por mí, al ver que me quedaba sola en casa mientras Lucas salía con sus amigos, claro, como si ellos me dejaran salir a hacer las cosas que hace un adolescente a mi edad, eran muy cerrados con los permisos cuando se trataba de fiestas, cuando estaban de a buenas era cuando me dejaban ir. Mi mej
Agradecía a Harry por haberme sacado de casa, sabía que al regresar me esperaba una larga charla sobre modales, sé que mi comportamiento no fue el mejor y que la próxima tal vez deba a prender a controlar mis emociones, mi madre tenía razón al decirme que me falta inteligencia emocional. Pero no entendía porque mi padre se enfadó tanto por haberle mentido, todos los adolescentes lo hacen en algún momento ¿no? —¿Por qué estás muy pensativa? —habló el rizado viéndome de reojo — Si es por tus padres, no te preocupes, no creo que te castiguen por mentir. —No me van a castigar por eso —jugué con las puntas de mi cabello, era un mal hábito que me delataba cuando mentía. El único que sabía de este hábito era Lucas — Van a regañarme por la actitud explosiva que tuve, todo por tu culpa. Rió con lo último que dije — Es gracioso que solo yo pueda sacar ese lado rebelde en ti. —¿A dónde iremos? Llevas conduciendo un buen rato —pregunté viendo por la ventana. —Confía en mí, te dije que esta n
Han pasado seis largos días desde la última vez que vi a Harry Ward, seis días en los que mis inquietudes no han sido respondidas, seis días de no saber a quién le recuerdo al rizado. Bueno, no debería exagerar tanto, he visto a Harry, pero todas las veces ha huido exitosamente antes de que pueda hablar con él, el día después de la fiesta salí de casa y lo vi esperando el elevador, al verme se puso un poco inquieto y decidió bajar por las escaleras de emergencia. Se me hacía raro que este huyendo de mí, no sabía porque lo hacía, lo único que se me ocurría es que se encontraba avergonzado porque lo vi en estado de ebriedad. Dejando el tema de Harry de lado, ese día después de la fiesta al regresar a casa me sorprendí al ver a mis padres despiertos a altas horas de la madrugada, solo quería llegar a dormir, pero ambos eligieron el peor momento para darme una charla de modales que duró alrededor de dos horas ¿a quién se le ocurre regañar a su hijo en la madrugada? Luego de la larga char