PREPPY
Muevo el cuello con estrés, aún siento en la boca el sabor metálico de la sangre de la mujer que amo y que elegí para pasar incluso la muerte juntos. No dejo de golpear una y otra vez el saco de arena, mi plan se fue a la mierda, aunque bueno, la mayoría fue idea de Stanislav, y ahora he perdido a mi segundo hijo, me duele una mierda ver sufrir de ese modo a Ariel.
Vi en sus ojos el odio, el verdadero y puro odio, no me gusta que me mire así, no cuando la amo más nada. No cuando follarla es algo que quiero hacer pero que me contengo las ganas. Es mía, diga lo que diga, se comporte como la perra que es ahora, es mía y de nadie más, porque a ella no renuncio ni ahora ni nunca.
Podría incl
ARIELNo soy la misma, cada fibra de mi piel no se siente igual, abrazo a mi bebé con fuerza dejando derramar la última lágrima por el que se me fue y beso la mejilla regordeta de Kronos, sus ojos grises me sonríen y balbucea lo que últimamente parece ser su palabra favorita.—¡Ma! —dice seguido de una ligera y tierna trompetilla de bebé.—Prometo que no te voy a dejar jamás —le doy un tierno beso en la punta de su nariz respingona—. Mamá te va a cuidar con su vida, lo prometo.—Es una promesa de mucho peso —la voz de Preppy me amarga la noche—. ¿Estás segura de tener los cojones para cumplir con
ARIELMe subo a la camioneta blindada y nos ponemos en marcha, el punto de encuentro lo elegí yo, no iba a arriesgarme a trampas, Purgatorio sigue siendo el hijo de perra que me violó, y quien comparte la misma sangre que Lany y Preppy. No tardamos mucho en llegar, y al hacerlo, nos adentramos al bosque, en una de las limitaciones de los territorios de mi padre, caminamos en silencio mientras Barclay se mantiene al margen con ojos de Alcón. Al final, veo la silueta que parece ser la de Purgatorio, me tenso y es Barclay quien me toma del brazo.—Estoy contigo.Asiento y conforme acorto la distancia, él hace lo mismo hasta que estamos a un frente a frente, sus ojos avellana, parecidos a los de Preppy, brillan en la oscuridad aparentando
PREPPYLa puta cabeza me da vueltas, mi respiración es tranquila pero siento una parte de mi rostro adolorido, no recuerdo ni una mierda luego de ver el culo de Ariel desaparecer dentro del carro de Barclay, después de eso mandé a Lea de regreso a las fortaleza y luego fui a un club de los Volkovish, después, nada, mi mente es una hoja en blanco y sin embargo se siente como si hubiese hecho algo inmoral o incorrecto.Abro los ojos y el dolor en mi quijada se acentúa más. Toco el área en donde siento las punzadas del dolor.—Por fin despiertas.«Esa voz, joder, es tan malditamente sexy cuando se enfada»
En enojo me consume, odio que ande besándose con otro que no sea yo, pero más odio que el culpable de todo sea mi pendejez. Intento mantener la calma, camino hasta la habitación de ella en donde estoy seguro que está Kronos, cuando entro y no lo veo.«Qué mierda»¿Por qué mi hijo no está? Camino como loco, el miedo a perderlo o que Lany de algún modo haya entrado para llevárselo, me consume, bajo las escaleras, busco por todas partes y estoy a nada de hacer un desmadre, cuando su risa me regresa el alma al cuerpo. Me detengo, el sonido proviene de la cocina, abro la puerta y todo se va al infierno al ver al Vor cargando a mi hijo, quien al verme enloquece y pide mis brazos. Sus ojos grises, la misma mirada que tiene su madre, impactan mi pecho com
ARIELAún me duele el pecho con lo que le pedí a Preppy, lo he buscado por el área principal y no lo encuentro, solo me queda un sitio para buscar; la biblioteca de la Bratva, necesitamos hablar, pero lo más importante, necesito aclararle que nada de lo que dije es cierto, todavía no lo perdono, la pérdida de nuestro hijo es reciente y se siente como si hubiera sido ayer. No obstante, tampoco soy una perra con el hombre que ayudó a que Kronos existiera.—Ariel —me llama Malcom.—Ahora no —sigo caminando.—Es importante, el Boss quiere verte —insiste.—En otro momento.
ARIELSiento que el piso se me mueve, que estoy en un mundo alterno, Preppy no me mira, jamás me pidió casarme, me obligó, y a Alexandría sí, ¿por qué? Fácil, porque yo fui solo un juego. Eso es una realidad que me pesa hasta ahora, mi padre no aparta la mirada de mí, blanquea los ojos y se deja recargar en el respaldo de su silla de cuero.—Eso tampoco lo decide Preppy, solo Ariel, sí mi hija quiere casarse con él, y Preppy no, se aguanta y se casa, así son las cosas, así son las leyes —espeta con dureza.Trago grueso.—Padre —doy un paso adentro con la frente en alto—. Sí Preppy te acaba de
Me quedo callada, aún tengo un mal sabor de boca por lo ocurrido con mi prima y Preppy.—Ya va a comenzar.Mi atención se dirige hacia el centro, las luces a nuestro alrededor se apagan y solo quedan encendidas las de en medio, una puerta se abre y aparece el padre de mi hijo solo con un par de vaqueros negros, no trae camisa, armas; solo un haladie. Con el que juega. De pronto, las rejas se abren y casi me atraganto con mi propia saliva al ver a dos tigres y dos panteras salir de cada una de las rejas.—¡Pa! —exclama Kronos al localizar a su padre.Preppy mueve el cuello con estrés, juega con el haladie como si estuviera aburrido, los miembros de la Bratva comienzan
ARIEL—¡Qué carajos están haciendo! —grita mi padre mientras entramos a su oficina.Malcom se sitúa a su lado, como el Vor, Alexandría toma asiento frente a él, intento hacerlo en la silla de al lado pero Preppy me gana, se deja caer en la silla de al lado, lo que hace sonreír a mi prima, blanqueo los ojos y estoy a nada de alejarme de él, cuando toma mi mano y de un tirón me deja sentada sobre sus piernas.—No te muevas o me la pondrás muy dura —susurra solo para mí.Le lanzo una mirada llena de amenazas, rodea mi cintura con posesión y de soslayo observo como la sonrisa bobalicona de Alexandría, se borra