ARIEL
Aún me duele el pecho con lo que le pedí a Preppy, lo he buscado por el área principal y no lo encuentro, solo me queda un sitio para buscar; la biblioteca de la Bratva, necesitamos hablar, pero lo más importante, necesito aclararle que nada de lo que dije es cierto, todavía no lo perdono, la pérdida de nuestro hijo es reciente y se siente como si hubiera sido ayer. No obstante, tampoco soy una perra con el hombre que ayudó a que Kronos existiera.
—Ariel —me llama Malcom.
—Ahora no —sigo caminando.
—Es importante, el Boss quiere verte —insiste.
—En otro momento.
ARIELSiento que el piso se me mueve, que estoy en un mundo alterno, Preppy no me mira, jamás me pidió casarme, me obligó, y a Alexandría sí, ¿por qué? Fácil, porque yo fui solo un juego. Eso es una realidad que me pesa hasta ahora, mi padre no aparta la mirada de mí, blanquea los ojos y se deja recargar en el respaldo de su silla de cuero.—Eso tampoco lo decide Preppy, solo Ariel, sí mi hija quiere casarse con él, y Preppy no, se aguanta y se casa, así son las cosas, así son las leyes —espeta con dureza.Trago grueso.—Padre —doy un paso adentro con la frente en alto—. Sí Preppy te acaba de
Me quedo callada, aún tengo un mal sabor de boca por lo ocurrido con mi prima y Preppy.—Ya va a comenzar.Mi atención se dirige hacia el centro, las luces a nuestro alrededor se apagan y solo quedan encendidas las de en medio, una puerta se abre y aparece el padre de mi hijo solo con un par de vaqueros negros, no trae camisa, armas; solo un haladie. Con el que juega. De pronto, las rejas se abren y casi me atraganto con mi propia saliva al ver a dos tigres y dos panteras salir de cada una de las rejas.—¡Pa! —exclama Kronos al localizar a su padre.Preppy mueve el cuello con estrés, juega con el haladie como si estuviera aburrido, los miembros de la Bratva comienzan
ARIEL—¡Qué carajos están haciendo! —grita mi padre mientras entramos a su oficina.Malcom se sitúa a su lado, como el Vor, Alexandría toma asiento frente a él, intento hacerlo en la silla de al lado pero Preppy me gana, se deja caer en la silla de al lado, lo que hace sonreír a mi prima, blanqueo los ojos y estoy a nada de alejarme de él, cuando toma mi mano y de un tirón me deja sentada sobre sus piernas.—No te muevas o me la pondrás muy dura —susurra solo para mí.Le lanzo una mirada llena de amenazas, rodea mi cintura con posesión y de soslayo observo como la sonrisa bobalicona de Alexandría, se borra
Veo el tatuaje de mi nombre sobre su pecho y recuerdo el que tengo con el suyo bajo mi vientre. Saborea mi lengua hasta que aplasta sus labios contra los míos, atenaza mi lengua con los dientes y muerde con fuerza al tiempo que me penetra hasta el fondo. Clavo las uñas en sus hombros, el sabor metálico inunda mi boca y no me suelta, así mismo como siento que me abre, siento su verga expandirse en mi vagina llevándome a probar un placer mezcla del dolor y la excitación del momento.Chillo y captura todo en su boca, sus empellones están cargados de barbarie, suelta mi lengua y me besa, pasa un brazo por detrás de mi cabeza acercándome a él y me aprisiona.-Me vuelves loco, me enloqueces -empuja y duele.
PREPPYNo dejo de ver con ojos asesinos al hijo de puta que se atreve a tocar a Ariel, sé que es el doctor, pero solo de ver la sangre emanando de su brazo, hace que la sangre se me pudra, la zorra chupa pollas de Alexandría se atrevió a dispararle en el brazo, y ahora estaba haciendo muecas de dolor.—Estará bien, no es grave, le inyecté un analgésico que mitigará el dolor —le dice el pendejo mirándole con discreción los pechos.—Gracias.—Ahora vete o te mato —lo amenazo y este baja la mirada saliendo.Ariel no me mira, solo se dedica a ver algo en su móvil, se lo ar
LANYCierro los ojos con fuerza, el odio que siento en mi interior es demasiado, tanto, que no lo puedo soportar, a veces pienso que comienzo a perder la cabeza, solo quiero a mi hermano y a su hijo a mi lado, eso es todo, él es mío, por derecho y porque llevamos la misma sangre, no de Ariel. Me importa poco la Organización o la pirámide, eso pasa a segundo plano para mi, pero para las prioridades de Preppy, no.Ahora está bajo las leyes que rige la mafia roja, en donde siguen teniendo presa a Aleska, mi madre, la mujer que parió a tres monstruos. Su destino solo es uno, y ese es la muerte.—¿Pensando en alguien especial?La voz masculina a mis espaldas me hace da
ARIELEl juego ha cambiado, al menos para mí, mientras veo a mi prima siendo una mentirosa zalamera con mi Stanislav, dándole la queja de que la estaba acusando sin fundamentos. Mi padre escucha su excusa acerca de que estaba bromeando, pero eso no es lo que llama mi atención, sino, el hecho de que Stanislav la observe y la escuche atentamente con ese brillo especial que tienen los padres cuando admiran algo de sus hijos.—Solo estaba bromeando, tío.—Entiendo —mi padre voltea a verme—. Ya escuchaste a tu prima, cariño, solo fue una broma, si Alexandría tuviera información acerca de Lany Torres, lo compartiría con la Bratva.Tenso el cuerp
PREPPYCubro con mi cuerpo a Ariel, la explosión provoca que los vidrios estallen y se desate una masacre en donde el sonido de las metralletas, pistolas y bombas, sea lo único que se escucha bajo las sombras que han caído sobre la fortaleza Volkovish. Cuando siento que todo ha acabado, saco mi arma y ayudo a Ariel a ponerse de pie.—Kronos —dice agitada.El miedo recorre mis venas, si algo le pasa a mi hijo, acabo con todos.—Vamos.La tomo de la mano y ella también saca su arma, en el camino nos encontramos a varios hombres que no pierden la oportunidad de atacarnos, a Stanislav lo protegen sus Voyevikis y Krishas.