—Mi coño tiene dueño, y ese es Damián —le piso el pie con fuerza, doy un cabezazo hacia atrás, el espacio es corto y me da la facilidad para hacerle una jodida llave, me lanzo hacia su cuerpo y colocando un pie sobre su espalda, le susurro al oído cuando lo tengo en el suelo—. Te tengo una noticia, él es mi hombre, y solo él puede entrar en mi.
—Hija de perra… —brama intentando soltarse pero antes de que lo haga, soy veloz y tomo mi paralizador.
—Dulces sueños, Duncan Ronan —lo coloco en su cuello y lanzo las descargas eléctricas que lo dejan inconsciente al instante.
Duncan queda a mi merced y a los pocos segundos se escucha un revuelo por fuera, la puerta se abre de u
PREPPYDetallo las cosas, máquino todo, no soy idiota, siempre voy diez pasos adelante del enemigo, el llevar a Ariel al Children en Rusia no solo tenía como objetivo mostrarle lo que le hacen a los hijos de mafiosos como yo, en el fondo sabía que eso no la haría cambiar de opinión, pero me prometí siempre ser honesto con ella, eso es lo mismo que le pasaría a Junior si algunos de mis tantos enemigos lo llegara a capturar, y ni hablar del hecho de lo que le harían a Ariel por estar embarazada de mi.A las mujeres suelen violarlas, cada uno de los hombres del clan en el que cayó, la lastiman, a tal grado que si el embarazo apenas inicia como el de mi mujer, logran que aborte. Así es la realidad, así es la mafia, pero mi asunto en Rusia se debi&o
—¡No puedes dejarme así! Odio a las cucarachas.—Lastimaste a tu hermana, atente a las consecuencias.—¡Pero si soy un niño!—Solo cuando te conviene —abro la puerta aplastando unas cuantas y giro por encima de mi hombro—. Diviértete con tus nuevas amigas, mocoso de mierda.Salgo y él grita, pero la puerta amortigua su llanto, tiene que entender que conmigo nadie juega, es un niño, sí, pero con una mente manipuladora. Y no pienso dejar que enrede en sus mentiras a Ariel. Salgo y me dirijo a la habitación en la que esperaba encontrar a mi mujer, pero no está, no me preocupo mucho porque seguramente está con Lea y los niñ
ARIELAlgo en mi pecho cruje con fuerza, de pronto tengo la sensación de que algo anda mal, mi corazón se acelera y comienzo a sentirme nerviosa, veo como Lea batalla con Ema para que coma, pero ella está empeñada en no hacerlo hasta que llegue su padre. Me remuevo nerviosa en mi asiento y no tardo en sacar el celular y marcar el primer número que me aparece, me pongo el aparato en el oído y espero solo un segundo para escuchar un"Número desconectado"algo se quiebra en mi interior, Preppy jamás apaga su celular, mucho menos cuando no estamos juntos porque sé que me rastrea.—¿Va todo bien? —me pregunta Lea.Levanto la mirada, pese a que se le ve cansada, sigue conservando su belleza, aún recuerdo cuando llegó al restaurante de Brandon, estaba perdi
Me toma del brazo y me obliga a bajar de mala gana las escaleras, cuando llegamos a la planta baja, pienso en Barclay y en el contratiempo que le surgió hace dos horas, lo que me lleva a que todo fue planeado.—¡Ariel! —Yael corre hacia mí y se estrella contra mí con fuerza, rodea mi cintura con sus brazos y no se aparta de mí—. Mami nos ha rescatado, le dije lo que Preppy me hizo y que te han lavado el cerebro...Mi hermano parlotea, pero no puedo evitar anclar mis ojos sobre los de Duncan, y mi atención en su mirada llena de deseo al verme. Aparto a Yael de mala gana y lo encaro.—¿Es por eso que te dejaste capturar? —Frunzo el ceño—. Eres solo una marioneta de Arcadia.
Siento frío, uno que me cala los huesos, quiero abrir los ojos pero mis párpados se sienten demasiado pesados. Alguien me besa las piernas y me remuevo inquieta.—Eres demasiado hermosa, Ariel —ronronean y siento un par de manos tocando mis pechos, masajeando y luego besándolos, mordiendo por encima de la ropa.Abro los ojos, y siento pánico cuando me doy cuenta de que Duncan está encima de mi, tocándome como si quisiera acabar conmigo por ese medio.—Suéltame —exijo al recobrar la conciencia por completo.Estaba acostada, pero esposada con las manos por arriba de mi cabeza, en la cabecera, estaba en ropa interior, y tenía las piernas abiertas. Duncan tra&
Los recuerdos de hace tres noches me golpean como vendaval, pierdo el control, el miedo lucha por dominar mis sentidos, pero aprieto los puños por debajo de la mesa y memorizo lo que me dijo.—¿Y qué harías si la perra de tu madre te amenaza con matarme?—No creo poder soportarlo...—Respuesta incorrecta Ariel —me da una fuerte nalgadapenetrándomemás—. Responde, ya te lo he enseñado.Me penetra con salvajismo, la posición de cuatro es su favorita, más cuando me abre de piernas, dice que de ese modo me hace sentir más y no se equivoca, su gruesa polla entra y sale de mí
PREPPYLas gotas de sudor se expanden por todo mi cuerpo, el cansancio no llega porque son más mis ganas que mis necesidades, mi respiración se agita y tenso la mandíbula cuando llego al orgasmo, he perdido ya la cuenta de cuántas veces me he corrido en el coño y culo de Ariel, he lamido su sexo tantas veces, que estoy seguro de que le he dejado alguna especie de marca. No la he dejado descansar. Agarro sus caderas nuevamente sin darle tregua y dirijo mi verga en dirección de su puerta trasera, la tengo en posición de cuatro, comienzo a empujar y ella chilla.No dejo de repasar las imágenes de Duncan, queriendo besar su coño, besó su piel, se atrevió a tocarla, y ahora lo pagará, porque ella es mía, de nadie más. Estoy ardi
Lea viene acercándose con el pequeño Damián en brazos, de los tres resulta que es el más callado, y es la cosa más extraña y cagada.—Nada mami, papi me va a comprar un enorme helado y me ha prometido que comenzará la remolela... —se queda a mitad de la frase.—Remodelación —termina por ella.—Eso —Ema encoge los hombros—. De mi habitación como la princesa Alondra.Lea le lanza una mirada amenazante y enseguida me tiende a Damián, huele a bebé y le hago el fuchi, no porque no le quiera, sino, porque aun los bebés me dan un poco de repelús. Lea parece darse cuenta y me lo da a la fuerza.