ARIEL
El miedo a que algo le suceda a mi hijo, es algo que me atemoriza constantemente, los segundos pasan y sé que si Preppy se llega a enterar de que estoy en un auto con Purgatorio, le da un infarto, pero eso es lo de menos, ahora mi prioridad es poner a mi bebé a salvo. Muevo las manos con desespero y de soslayo me doy cuenta de que Purgatorio me mira con estudiado detalle.
—¿Sucede algo? —espeto.
—Te ves bien de novia, eso es todo, creo que Preppy es un hijo de puta con suerte.
No respondo, no por grosería, sino, porque no me interesa nada de lo que salga de su boca, no cuando no olvido que me violó.
—¿Cómo piensas adentrarte a una fortaleza llena de it
ARIELEl sabor metálico en mi boca en un indicador que esto es en serio y que no tiene nada que ver con los entrenamientos que tuve con Enzo, todo sucede con demasiada rapidez, que no me doy cuenta de cuando me asesta un nuevo golpe en las costillas, siento que me ha sacado el aire, sin embargo, las palabras y regaños de Preppy a la hora de enseñarme, me hacen doblar la pierna bajando y evitando el siguiente golpe, un movimiento que me enseñó mi marido.—Hija de perra.Levanto el codo doblado dándole en la quijada luego le doy un cabezazo seguido de un puñetazo limpio en el rostro, Kronos sigue llorando, pidiéndome con los bracitos estirados, está desesperado, lo siento, lo veo, odia cuando no se le da lo que pide, algo que heredó de su padre, por sup
ARIELKronos se duerme entre mis brazos y no me quiero despegar de él, estamos dentro de una de las propiedades que tiene Preppy aquí en Rusia, Enzo, Barclay Jacob y mi marido, llevan cinco horas metidos en la oficina principal y yo sigo dentro de la habitación, con mi bebé en brazos sobre la cama, revisando su respiración tranquila y velando su sueño, su cabello comienza a tornarse un poco más rubio, como el mío, sin embargo, cada día que pasa se parece más y más a su padre.No tengo idea de adónde estaría Purgatorio, antes de que esto ocurriera, tenía información que darme sobre Aleska y Lany, pero ahora me siento como al principio, sin nada, afuera sigue Teo Sprouse y Solem Ivanov buscando colocar a la mafia italiana por encima de la pirámide criminal, y Stanislav Volkovish tomando la Bratva por la fuerza c
ARIELNo puedo creer que esté embarazada, si bien es cierto que Preppy y yo follamos todo el tiempo, eso era lo último que me preocupaba, y ahora estoy aquí, parada frente a mi esposo, quien mira la prueba como si fuera un niño pequeño, con una enorme sonrisa de oreja a oreja. No es que no esté feliz, claro que lo estoy, pero temo por mi vida y por la de este nuevo ser que está creciendo en mi interior.—Voy a ser padre de nuevo, por segunda vez —dice a pecho hinchado.—Eso parece…Mi voz se entre corta y mis ojos se llenan de lágrimas, me siento sensible y creo que es por el embarazo, eso confirma el por qué estuviera caliente todo el tiempo.&nbs
PREPPYLa sangre se me pudre al pensar en la situación en la que me encuentro con Ariel, odio estar separado, distanciado, enfadado, pero lo que más me enardece es verla triste o verla llorar, no lo soporto, ni siquiera lo hago cuando Kronos llora, no quiero que nada malo les pase, y ahora es infeliz por mi culpa, soy un hijo de puta, y la razón por la que no pueda verla a la cara es porque me arrepiento de lo que le dije ayer, no es verdad, no pienso que sea una cobarde, creo que es la mujer más maravillosa, valiente y hermosa que he conocido en la vida.Aún quedan secretos que no le he confiado, no porque no quiera, sino, porque son cosas del pasado que no tienen importancia, mucho menos peso en mi vida, puede que dejaron alguna marca, sin embargo, ella no debe temer, ya que la amo, estoy enfermamente enloqu
PURGATORIOTermino de limpiar mi herida, no es nada, no lo es, mucho menos cuando se trató de salvar o ayudar a la mujer que amo, no es mía, jamás lo será, sin embargo, pienso en ella como nunca, ahora es la esposa oficial de Preppy, mi medio hermano, y no me voy por el camino de falsos moralismos, pero respeto al hijo de puta luego de todo lo que hemos pasado, reviso los últimos correos que me manda mi contacto con las actualizaciones sobre la ubicación de Aleska y Lany, al parecer ambas se han unido de nuevo.La última actualización me indica que estuvo en Florencia, luego de eso los satélites no muestran más, es una perra astuta, de ahí el que nosotros lo seamos más. Apago el ordenador y me recuesto en la cama bajo las sombras de la oscuridad, pensando en mi siguiente paso.
ARIEL Me quedo en silencio mientras observo a mi esposo caminar de un lado a otro, la chica con la que estaba me comentó que la rubia de ojos grises era su mujer, por eso las pruebas, porque ella siempre quiso tener un hijo con él, sin embargo jamás pudo, pero me gustaría escucharlo del hombre al que amo y que por lo visto me ha ocultado muchas cosas. Pero nada mejor como escucharlo de su propia boca. —Te amo —dice y le creo. Se queda en silencio mirándome fijamente como si temiera que en cualquier momento fuera a desaparecer. —Y yo a ti —asiento lento. —Jamás he amado a nadie, lo juro —merma el espacio entre los dos y me alegra saber que Kronos está con Mandy jugando en el vestíbulo—. Ninguna mujer antes de ti fue importante en mi vida, solo fueron putas. Me quedo callada, qui
ARIEL —¿Qué mierda haces aquí? —le pregunta Preppy a la rubia despampanante que lo mira con deseo. —Vine a verte… Preppy le cierra la puerta en las narices, gira, me toma de la mano y me arrastra hacia las escaleras, el timbre sigue sonando y me detengo haciendo que frene su ataque. —No pienso irme a esconder como si yo hiciera algo malo —replico bajando las escaleras de nuevo. —¿A dónde mierda vas? —brama a mis espaldas siguiendo mi paso. Pero lo ignoro, la puerta sigue siendo aporreada y abro la puerta, la sonrisa en su perfecto rostro se borra cuando se da cuenta de que no es Preppy sino yo, quien abre. —¿Y tú quién eres para venir a mi casa de ese modo? —le impido el paso cuando intenta ignorarme y pasar de largo. Me lanza una mirada amenazante y retrocede un paso. —Vine a ver a Preppy. —¿A mi esposo? —enarco una ceja con incredulidad. La arpía frunce los labios cua
ARIEL Sigo sin saber porqué Preppy me ha subido a la camioneta a la mala, pisa el acelerador y me remuevo incómoda en mi asiento, según sus palabras fue algo que Atenea hizo a propósito para atarlo, cosa que al parecer no le funcionó, no me siento cómoda con el tema y quiero regresar a casa, abrazar a mi bebé y esperar al doctor con una taza de chocolate caliente. Tres camionetas con los hombres de Preppy nos siguen por si acaso, evitando que el enemigo nos tomé por sorpresa. El camino lo reconozco, volteo a verlo y noto como aprieta el volante con fuerza. —No quiero ir —digo renuente. —Lo harás, no quiero más secretos entre los dos, mucho menos voy a dejar que mis mierdas del pasado nos separen o me alejen de ti —mueve el cuello con estrés. —Pero no quiero, llévame a casa de nuevo. Me ignora, pisa el acelerador y al poco rato llegamos al Children, el centro que adopta, tortura y enseña a los hijos bastardos