Abro los ojos exaltada y me incorporo de golpe, traigo puesta una bata blanca y estoy conectada al suero, veo que estoy en una habitación de hospital y noto que son las siete de la noche por el reloj resplandeciente ubicado en una de las paredes, busco a mi derecha algo que ayude a llamar a alguien.
—¿Buscas esto?
Me quedo quieta mirando los ojos avellana que resplandecen entre la oscuridad y las luces se encienden de repente. Preppy está sentado con el móvil en la mano. No le respondo, simplemente me cruzo de brazos y cierro los ojos.
—De nada servirá que me ignores, puedes odiarme, pero aún tenemos hijos en común, y en estos momentos me tienes muy cabreado por poner en peligro la vida de mi hijo —dice y solo eso es lo
BARCLAYHay cosas dulces en la vida, la miel, Lea y luego está Mandy, quien no se despega de Kronos ni un solo segundo, hasta ahora, el hijo de Preppy y Ariel está dormido plácidamente en su cunero, la puerta permanece resguardada con los hombres del Boss, porque aunque esté pasando lo que esté pasando, Stanislav sigue siendo el líder de la mafia rusa.Se parece mucho a su padre y recordar a ese traidor, hace que la sangre se me pudra, pero ¿dónde mierda está Mandy? No entiendo el juego pendejo al que está jugando el imbécil de Preppy. Lo que sí sé, es que los daños colaterales serán dolorosos para ambos. Verifico que Kronos esté bien.—Tenemos que hace
LANYObservo el cuerpo casi desnudo de mi hermano al meterse al agua y mojo mis bragas, unas que le robé a Ariel, nada como un experto de un extremo a otro, meto una uva a mi boca y anhelo sus manos recorrer mi cuerpo. Su boca mis labios, y su pene adentrándose a mi interior.—¿De verdad no quieres nadar? —me pregunta saliendo del agua.—No, me gusta verte, como cuando éramos niños ¿recuerdas?Asiente.—Como quieras.—Yo sí acepto la invitación.La noche se me rompe cuando la voz
ARIEL—Lo siento tanto, Ariel —Mandy me abraza con fuerza.Pero sigo manteniendo mis manos unidas, digiriendo la noticia que me acaba de dar el doctor. No hay lágrimas, siento que se me secaron, que me arrancaron la única parte que me quedaba por amar a Preppy.—Ariel —le llama Barclay.—Estoy bien —susurro.—No, no lo estás, acabas de perder a tu bebé, no tienes porqué fingir que estás bien, somos tus amigos.No respondo. No hay tiempo de llorar por la perdida, porque ahora lo único que hay en mí es rabia, impotencia,
El trayecto del camino de regreso me resulta tedioso, Kronos se queda dormido en brazos de su padre descansando su barbilla sobre su hombro. Al llegar a la fortaleza no lo espero, bajo, estar cerca de él solo hace que la perdida de mi bebé duela, para mi sorpresa, Lea está en el vestíbulo, junto con Enzo.—Ariel…No le presto atención, subo las escaleras y corro hacia una de las habitaciones de huéspedes, cierro con pestillo y comienzo a desvestirme, lleno la bañera de agua caliente, aporrean la puerta y me aseguro que la puerta esté bien cerrada, me meto a la bañera y entonces sí, me derrumbo, las lágrimas brotan de mis ojos sin permiso, lloro por todo lo que me ha pasado, por todo lo que pasará, mis pérdidas, coloco la
PREPPYMuevo el cuello con estrés, aún siento en la boca el sabor metálico de la sangre de la mujer que amo y que elegí para pasar incluso la muerte juntos. No dejo de golpear una y otra vez el saco de arena, mi plan se fue a la mierda, aunque bueno, la mayoría fue idea de Stanislav, y ahora he perdido a mi segundo hijo, me duele una mierda ver sufrir de ese modo a Ariel.Vi en sus ojos el odio, el verdadero y puro odio, no me gusta que me mire así, no cuando la amo más nada. No cuando follarla es algo que quiero hacer pero que me contengo las ganas. Es mía, diga lo que diga, se comporte como la perra que es ahora, es mía y de nadie más, porque a ella no renuncio ni ahora ni nunca.Podría incl
ARIELNo soy la misma, cada fibra de mi piel no se siente igual, abrazo a mi bebé con fuerza dejando derramar la última lágrima por el que se me fue y beso la mejilla regordeta de Kronos, sus ojos grises me sonríen y balbucea lo que últimamente parece ser su palabra favorita.—¡Ma! —dice seguido de una ligera y tierna trompetilla de bebé.—Prometo que no te voy a dejar jamás —le doy un tierno beso en la punta de su nariz respingona—. Mamá te va a cuidar con su vida, lo prometo.—Es una promesa de mucho peso —la voz de Preppy me amarga la noche—. ¿Estás segura de tener los cojones para cumplir con
ARIELMe subo a la camioneta blindada y nos ponemos en marcha, el punto de encuentro lo elegí yo, no iba a arriesgarme a trampas, Purgatorio sigue siendo el hijo de perra que me violó, y quien comparte la misma sangre que Lany y Preppy. No tardamos mucho en llegar, y al hacerlo, nos adentramos al bosque, en una de las limitaciones de los territorios de mi padre, caminamos en silencio mientras Barclay se mantiene al margen con ojos de Alcón. Al final, veo la silueta que parece ser la de Purgatorio, me tenso y es Barclay quien me toma del brazo.—Estoy contigo.Asiento y conforme acorto la distancia, él hace lo mismo hasta que estamos a un frente a frente, sus ojos avellana, parecidos a los de Preppy, brillan en la oscuridad aparentando
PREPPYLa puta cabeza me da vueltas, mi respiración es tranquila pero siento una parte de mi rostro adolorido, no recuerdo ni una mierda luego de ver el culo de Ariel desaparecer dentro del carro de Barclay, después de eso mandé a Lea de regreso a las fortaleza y luego fui a un club de los Volkovish, después, nada, mi mente es una hoja en blanco y sin embargo se siente como si hubiese hecho algo inmoral o incorrecto.Abro los ojos y el dolor en mi quijada se acentúa más. Toco el área en donde siento las punzadas del dolor.—Por fin despiertas.«Esa voz, joder, es tan malditamente sexy cuando se enfada»
Último capítulo