Ojeando los números de los presupuestos que le han pasado, Sebastián mueve la cabeza de un lado a otro al ver la fortuna que va a salir la renovación que planea, algo que si bien se esperaba ahora que ve los números exactos llega a hacerlo dudar un poco. Pues aunque sabe que esa renovación es necesaria antes de que ese dinero lo tengan que comenzar a utilizar en reparaciones, y además por el hecho de que les brindaría la oportunidad de dar un salto sin precedentes en el mercado, no quiere cometer el error de terminar siendo demasiado ambicioso y termine guiando a la compañía hacia su posible quiebra.
—Toda inversión tiene su riesgo, y que esta vez yo sea el rostro visible que deberá hacerse cargo de los beneficios o consecuencias que implique no debería cambiar las cosas —murmura el empresario decidido a no echarse atrás.—Señor, disculpe, ¿Puedo pasar? —pregunta Bárbara con cierta timidez abriendo la puerta de la oficina.—Claro, pasa, ¿HasSin estar segura de la razón por la que está allí, Lucía cruza las puertas de Betel dirigiéndose hacia el fondo del local para dejar atrás la fachada del lugar e ir al exclusivo restaurante que espera en el subsuelo. Aún puede recordar cuando Alexander la trajo a este lugar que hasta ese entonces ella desconocía por completo, y que según él era la primera vez que él traía a una acompañante. Fue una noche memorable, una en la que no tuvo que preocuparse por la mirada ni pensamientos de los demás, al menos en esa ocasión había sido libre de sentirse ella misma, pudiendo disfrutar de una agradable cena con un hombre sin tener que preocuparse de aparecer en la portada de todas las revistas. —¿Aunque que has venido a buscar realmente? —se pregunta la empresaria viendo las puertas del ascensor abrirse revelándole el animado lugar que con una deliciosa melodía de jazz la recibe junto a un sonriente mozo que la acompaña hasta una de las mesas libres. Mientras camina
Lucía mira a su ex adversaria esperando reflejarle con la mirada que no es bienvenida entre ellos, pero como siempre Smantha parece ser capaz de ver solo lo que quiere conseguir. Por lo que le deja dos opciones: permitirle permanecer allí y escuchar lo que sea que parece que quiere decirle, o montar un escandalo al pedir que la retiren de ese lugar, y la verdad es que no quiere perder la oportunidad de estar en ese lugar, así que no le quedará más remedio que soportarla.—Es una gran sorpresa verte aquí, no sabia que conocías este lugar tan exclusivo —comenta Alexander tratando de esconder la conmoción de tenerla a su lado, y justo cuando estaba a punto de desobedecer su orden.—No hay un solo lugar en esta ciudad que no conozca, querido, aunque la verdad es que no suelo salir demasiado, soy una mujer sumamente ocupada que a veces no tiene tiempo para la diversión —respon
Con una sonrisa confiada Antonia ingresa al vestíbulo del lujoso hotel caminando hacia la amable recepcionista que se para firme poniendo su ensayada sonrisa para recibir a los clientes. La muchacha avanza con pasos lentos y decididos sin sentir el más mínimo remordimiento de estar utilizando la información que le dio Samuel para poder llegar a Yoshimoto. Lo único que le importa es lograr la manera de hacerse con el cliente principal de la competencia, si bien hasta ahora todos los intentos de lograrlo han terminado en un rotundo fracaso, ahora cuenta con la controversial renovación de Research Tecnology y el cambio de quien está a cargo allí, con un buen discurso podría llegar a convencerlo de que las cosas allí van rumbo a un quiebre que se reflejará inevitablemente en su bolsillo.—¿En qué puedo ayudarla, señorita? —pregunta la recepcionista con una voz sumam
—¡No puedo creer lo que me estás diciendo, simplemente hace que me explote la cabeza! Quiere decir que hemos sido timados todo este tiempo —exclama el locutor por la radio exagerando su reacción ante la noticia que su compañera le ha dado.—Lo sé, yo quedé igual que tú, es que a quién no le gusta cree que aún en estos tiempos de superficialidades y frivolidades el amor aun hallaba la manera de surgir, y supongo que el pobre Alexander Carrizo también lo creyó, se dejó llevar por el encanto, pero todo terminó siendo una trampa no muy diferente de las sirenas que encantaban a los marineros para ahogarlos —responde Daiana con un tono de voz lúgubre, casi como si estuviese anunciando la muerte de alguien.—No podemos culparlo, todos nosotros apostamos a ese amor, que incluso aunque tuviera trabas deseábamos que llegara el mo
—Tienes que tomarte esto con calma, no vayas a entrar allí para atosigarla como seguramente estás pensando, ¿Me escuchas? —advierte Roberto sentando junto a su ex esposa en la sala de espera de la clínica.—Creo que debe dar más de una explicación de lo que como la han encontrado, fotos de ella drogada y emborrachada, tirada en el piso como una especie de indigente. ¿Te imaginas el golpe que será esto? ¿La imagen que me da ante los inversores? ¡Si no puedo controlar a mi propia hija, es claro que no podría hacerlo con Kenia Motors! —reclama Samantha dispuesta a zamarrear a su hija hasta que le brinde una explicación de lo que ha sido eso.—¿Acaso te estás escuchando? ¡Tu hija ha sido internada por aparecer drogada con alguna sustancia, y a ti lo único que te importa es lo que la gente puede llegar a aparecer. Este
Lucía se para frente a la puerta del apartamento de Sebastián sin atreverse a llamar a la puerta, de hecho ni siquiera está segura de la razón por la que está allí, o en realidad sí, dada las circunstancias cada vez mas desfavorables en su vida, ha sentido la gran necesidad de acudir a quien siempre ha sido incondicional con ella. Durante tanto tiempo creyó que era independiente, que podía valerse por sí misma, que terminó creyéndose su propia mentira, y no se dio cuenta que dependía completamente de Sebastián, del que él no solo era su socio, sino su sostén.—Pero no puedo entrar y decirle eso como si nada hubiese pasado, y la verdad es que no tengo las agallas para aceptarlo del todo, pensar que he tenido que llegar hasta este punto para darme cuenta de lo mucho que significa para mí —murmura la empresaria alejándose de la puerta me
Samantha golpea su escritorio con el puño al ver que en los portales de noticias aún siguen haciendo eco de la adicción de Antonia, de como su hija se le ha escapado de las manos a la mujer que creía tener todo bajo control. Lo cierto es que su pequeña niña de la que jamás hubiese esperado un error como ese, le ha brindado un golpe que siquiera sus enemigos podrían haber logrado. No solo ha puesto en duda su capacidad de control y liderazgo, sino que incluso opacó por completo su regreso a Kenia Motors, lo que debería haber sido un regreso triunfal se ha desvirtuado a un hecho totalmente ignorado.—Esa niña tonta, en cuanto salga de ese centro de rehabilitación no le sacaré el ojo de encima siquiera para que vaya al baño, aunque ahora de lo que debo preocuparme es de minimizar el impacto de todo esto —murmura la empresaria tratando de buscar la manera de recuper
—¡Claro que no, no tengo ningún interés en un arreglo, no voy a conformarme con las migajas que quiera darme! ¡No voy a quedar conforme hasta conseguir la mitad de hasta el ultimo centavo que tenga escondido! —asegura Dolores a través del teléfono saliendo del ascensor del hotel en el que se hospedará al menos hasta que consiga una casa a su medida.—Estoy consciente de eso, pero eso podría llevar algo de tiempo, y la verdad es que la oferta que han hecho no está nada mal —insiste el abogado que quiere asegurarse que su clienta no deje pasar una oportunidad tan buena solo porque no es capaz de lidiar con el despecho.—Cuando alguien ofrece un arreglo es porque espera poder dar mucho menos de lo que debería, tengo todas las de ganar ante una corte, y no pienso dejarlo pasar solo porque mi abogado quiere escapar con el rabo entre las patas —sentencia la muj