No dejo de limpiar el sudor de mis manos en mi pantalón, agradezco la oscuridad que el auto nos ofrece, porque no creo que mi cara estuviese alguna vez tan roja. Además, un ligero silencio se ha instalado en nosotros y eso me tiene más nerviosa aún.
¿Y si se aburre de mí antes de llegar a donde me lleva?
-Aurora – baja la velocidad y se detiene a un costado -. ¿Te arrepientes de haber salido conmigo?
Me mira fijamente y enciende la luz del auto para verme. Incluso en esta penumbra, sus ojos son un destello de luminosidad, se me olvidan los nervios, respiro con toda la normalidad que puedo y le respondo.
-No, es solo que… no tengo idea de qué hablar – bajo la vista a mis manos, pero él me levanta la barbilla con su mano cálida -.
-De lo que sea, universidad, música, libros, de tu familia…
-No, de ellos no, por favor – vuelvo a sonrojar
Si la tierra seguía girando, ahora mismo se detuvo, sola para evitar que el tiempo avance y pueda quedarme así con mi princesa unos minutos más.Sus labios son suaves, dulces y la gloria. Un brazo se queda en su cintura, mientras que el otro sube para colocarlo en su nuca. Sus manos suben por mi espalda, este beso debe ser el más inocente del que este lugar ha sido testigo.Muevo mis labios un poco, ella hace lo mismo y por instinto nuestras lenguas comienzan juguetear, ella me pega más a su cuerpo, la subo a mis pies y comienzo a moverme al ritmo de la música y nuestro beso.La tierra comienza a girar otra vez y nosotros nos separamos solo un poco para insuflar aire a nuestros pulmones, apoyo mi frente a la de ella, con los ojos cerrados disfrutando del momento.-No tienes idea de cuanto agradezco al universo que fueras tú el primero en besarme – abro mis ojos y me encuentro los suyos aguados y felic
Me quito la chaqueta y la cubro con ella, porque pareciera que tiene frío, a pesar de la calefacción. Enciendo el auto y emprendo el rumbo a su casa, ya veré si le pido a su padre que la cargue, porque es claro que no tendría objeción, aunque feliz lo haría yo.En cada parada que me veo obligado a hacer giro la vista para observarla, se ve hermosa durmiendo, esa escena para el resto de mi vida sería mejor que el café. Con cuidado de despertarla, le quito un mechón de cabello de su rostro, es una chica dulce y delicada. Realmente frágil y por eso desde ahora me dedicaré a protegerla.Llegamos a su casa, uno de los guardias nos permite la entrada y le pido que avise a su padre.Me detengo frente a la puerta, lo más cerca posible, veo que el señor Russo sale con una bata de dormir que parece fuera de su esposa. Me bajo para hablar con él, pero recuerdo que solo traigo
Los primeros rayos del sol me despiertan, me giro en la cama para que la luz no dañe mis ojos al abrirlos. No puedo evitar sonreír cuando recuerdo la noche anterior, pero de pronto…-¡Alex! – me siento en la cama asustada, porque estoy en mi habitación y no tengo idea como -.El último recuerdo que tengo es de nosotros, tomados de la mano en su auto, admirando el cielo despejado de invierno.Me doy cuenta que estoy vestida con la ropa de anoche, cargo incluso el abrigo. Por una extraña razón, el perfume de mi príncipe se me ha quedado en la ropa, me acuesto y llevo el abrigo a mi nariz… así debería despertar cada día.Pero alguien llama a la puerta y me tapo hasta el cuello.-Pase – digo algo nerviosa. Mi padre se asoma por la puerta -. Hola papi, buenos días.-Hola, princesa – no puedo evitar pensar que Alex me llama igual -. &
Estoy en la sala, con mi hermano y mi padre, armando un rompecabezas de cinco mil piezas mientras espero a que Alex venga por mí. Estamos tan concentrados en eso, que no nos damos cuenta que Anthony ya lo ha dejado entrar.-Buenas tardes, creo que interrumpo – me giro para verlo y me quedo con la boca abierta -.Lleva jeans, una camisa azul oscuro y una chaqueta gris, se ve joven, pero bello, guapo… me derrito.-Nuero… - se pone de pie mi padre y le extiende la mano -.-Suegrito – le dice respondiendo al saludo -, cuñado, un gusto verlos otra vez – se acerca a mí, me ofrece su mano para que me ponga de pie -. Princesa – besa mi mano -, preciosa como siempre.-Hola, llegaste temprano – me acerco a él, me paro de puntitas y lo beso en la mejilla -.-¡Noooo! Fallé como padre – veo a mi padre girarse a mi hermano -. Cuando llegues a buscar a tu novia, entr
Alex se detiene frente a un edificio antiguo, se baja, me abre la puerta primero y luego a Francesca. Entramos, cada una enganchada del brazo de Alex.-Me siento importante, entrando al teatro del brazo con tan hermosas mujeres.Lo miro, me sonríe y me da un beso rápido, luego le besa la cabeza a su hermana. Pasamos por una puerta estrecha, Alex nos deja entrar primero y en un acto de apoyo absoluto, Francesca me toma de la mano para que no me pierda y me guía hasta un grupo de personas que están sentados, esperando a que inicie el recital.-¡Miren quién está aquí! – dice muy emocionada Francesca y todos se vuelven para observarme -.Alex pasa su mano por mi cintura, acercándome a él, tratando de darme tranquilidad… y lo consigue. Mis piernas dejan de temblar, justo cuando veo a una señora de ojos verdes, rubia y sonriente se acerca a mí con los brazos abiertos.-Aurora, que linda eres – me abraza con un brazo, porque Alex no me suelta, y me besa a
Llego a casa luego de una buena velada con Aurora y su familia, pero la verdad es que no me deja de dar vuelta lo que vi.En ese momento me quedé sin reaccionar, una porque ver a Aurora defenderse de esa manera me sorprendió, y la otra porque si yo actuaba, esta es la hora que Lorenzo está en el hospital y yo en la cárcelMe bajo del auto y entro a casa, donde están mis padres y Lorenzo. Solo ver su rostro me hace empuñar las manos en mis bolsillos, saludó apenas y me voy con rumbo a la escalera, pero todo lo que me contuve para no parecer un loco cavernícola, se esfuma ante las palabras de mi hermano.-¿Ya volviste de ver a tu noviecita?Su tono burlón no me pasa desapercibido y me lanzo sobre él, lo tomo de la chaqueta y lo golpeó contra la pared, mi madre da un grito y mi padre trata de separarnos.-¡Si vuelves a tocarla, te juro que te mato!-¡
Llamo a mi madre para decirle que no iré a casa en todo el día.-Hijo, ¿estás bien?-Sí, madre. Es solo que no quiero estar en casa con Lorenzo, todavía estoy muy enojado con él.-Alex, el rencor no es bueno.-Mamá, no es rencor, es molestia, enojo, furia. Si escuchaste lo que les dije por la mañana, él se hizo pasar por mí con ella, le mintió diciendo que había cambiado de teléfono, para que lo llamara a él. Esto fue premeditado…-Alex, no creo que Lorenzo lo hiciera con mala intención.-Con buenas tampoco… mira, no voy a seguir discutiendo contigo por esto, porque es obvio que no vas a tomar parte por ninguno de los dos. Pero tampoco voy a permitir que minimices el mal comportamiento de Lorenzo, en especial tratar de meterse con mi mujer luego de saber que ella y yo estamos en una relación formal.-&iq
He pasado dos semanas bastante agradables con mi chico, estudiamos juntos cada vez que podemos, esta semana hemos regresado a clases y lo primero que hice fue pedir el examen de avance. A veces nos escapamos a su departamento, pero solo para que nadie nos moleste, ya que mi príncipe dejó claro que no pasará lo del auto otra vez.Me ha presentado a su primo Agustín, quien al conocerme, se arrodilló como si fuera de la realeza y Alex me tomó de la mano para dejarlo solo. Es agradable, algo enamoradizo, pero muy buena persona.Conocí también a su hermano Piero, quien andaba de vacaciones en Florencia con Enya, la hermana de menor de Agustín. Me gusta la familia de Alex, todos son amables, amorosos y sus primos lo respetan muchísimo, en especial Agustín.Me encuentro en la biblioteca, porque mi clase fue cancelada, no le envié mensaje a Alex, porque seguro se escapa para venirse conm