De pronto se recostó en mi hombro y empezó a llorar, por medio de Zeev le pregunté que le sucedía pero no obtuvimos respuesta, ella giro y se coloco frente a nosotros, pegue mi frente a la suya, pero no dijo nada yo ya había tomado el control, acerco su rostro más al mío y me acarició pude sentir miles de sensaciones, acerco sus labios a los míos y me beso de manera apasionada, sentí morir en sus labios y volver a la vida, pero claro ella no estaba en sus cinco sentidos, estaba ebria el sabor de sus labios a alcohol era palpable, nos separamos por falta de aire.A sus pies estaba la botella de tequila, use todo mi auto control y la tome en brazos aunque ella quería otra cosa.Entramos al ascensor y fui directo a mi auto, jamás le confió mis cosas a nadie, subimos al auto y conduje directo a casa.Ya en casa me tocó llevarla a su habitación la acosté en su cama, al levantarme me tomo del cuello y me llevo hacia ella, pidiéndome que me quedara con ella no me hice el de rogar y me quedé
—Debiste hacerlo Kyril, porque todas esas cosas son vanas y se pierden, solo son cosas materiales, lo único que en verdad apreciaría son los buenos y hermosos recuerdos que se pueden crear con pequeñeces, no con estas extravagancias—. Me mira. —Creo que mejor será retirarnos, no necesito un restaurante caro y lujoso y menos estas cosas, te agradezco el esfuerzo, pero para ganar mi perdón tendrás que hacerlo de otra manera—. Se levanta y yo lo hago también.—Te juro que me ganare tu perdón y tu amor —. Le digo tomándola de la mano. —No voy a rendirme Daniela, mi Dany, tu y yo estamos destinados a permanecer juntos—. La pego a mi cuerpo y me acerco a su rostro, acerco mis labios a los suyos, pero ella me esquiva le doy el beso en la mejilla.—Vámonos por favor—. Me pide.—Esta bien—. Rodeo su cintura y caminamos al auto, ya dentro de él lo pongo en marcha no se que hacer.Nada es como lo describe ese lugar de que busque para conquistar a una mujer no debí confiarme en ello debí aprender
Ya no vale la pena pensar en eso, él es así no se porqué tal vez fue la forma como lo criaron y si ese es el caso sus padres son unas bestias o fueron no se.—Estas a gusto hay—. Escuchar esa voz hace que mis bellos se pongan de punta. —Te estoy hablando—. Lo ven si al menos cambiará su actitud quizás todo sea diferente entre nosotros, suspiro y lo miro.—Si muy a gusto—. Digo sarcástica.—Que bueno por que no entras vamos almorzar—. Frunzo el ceño.—Si acabamos de desayunar—. Su expresión cambia a una más divertida y juro que lo vi sonreír.—No se en que universo estas ya pasan de las doce, levántate y vamos antes que se enfríe la comida—. Espero a que me dé la mano para levantarme, pero nunca llega, solo se gira y empieza a caminar.—Gracias—. Susurro.Él se gira y camina hacia mi, me levanto antes que él llegue, paso a su lado y camino al interior de la casa.Yo misma abro mi silla y tomo asiento, el toma asiento frente a mi, ¿Por qué?, si siempre va a la cabeza, cierro mis ojos y
—No es eso, es que estaba enojado, sonríes con Nico y conmigo te cuesta ¿por que?—Por que tu eres así, mírate al espejo parece que se te haya contraído la cara—. Le sonrió. —Creo que el amor no se enseña, eso se aprende desde niño, primero viene el amor familiar, luego tienes amor de amistad y después viene el amor a la persona con la que compartes sentimientos, aunque a veces te lastimen—.—¿Te han lastimado? —.—Si y mucho, pero de ello aprendí lo que es el verdadero amor—.—¿Y cual es ese? —.—El verdadero amor no te obliga hacer lo que no quieres, no te presiona, es aquel que te da la libertad de ir y volver, porque si amas a alguien vuelves a él como sea, no importa las disputas o las diferencias que tengas, el verdadero amor vuelve a ti sin condiciones y perdona las faltas que hayas cometido—. Se separa de mi bruscamente.—¿Te acordaste de él verdad?—¡Qué no!, Estoy hablando de mis padres por ellos aprendí lo que es el verdadero amor—. Se acerca a mi.—Nos vemos en la cena—.—
En la mañana me levanto temprano bajo a la cocina quiero un vaso de agua y otro de leche.Voy directo a la cocina y busco un vaso y me sirvo agua.—Buenos días—. Me exalto al escuchar la voz.—Buenos días señora Mercedes—.—¿Qué te sucede?, tienes unas ojeras—.—No pude dormir tenia mucho dolor en el...—. Paro de golpe al sentir el olor de su colonia.—Buenos días—. Saluda Lucía, está guindada del brazo de Kyril, lo veo por medio del reflejo del cristal.Ella se acerca y le da un beso a Kyril en los labios, el vaso se me resbala de la mano al sentir el fuerte dolor en mi pecho, llevo la mano a mi pecho y me doblo al sentir que me ahogo.—Estas bien Daniela que te sucede—. Niego, no puedo hablar es como si me faltará aire.Como puedo me paro erguida y salgo tambaleante de la cocina tal vez si tomo aire fresco se me pase, estoy sufriendo del corazón no lo creo.Al salir todo me da vuelta parpadeo para ver si puedo aclarar mi vista pero nada, siento una mano sostener mi cuerpo.—Estas bi
—Yo amo a... no te vayas a enojar—.—Es él verdad—. Asiento porque sé que se refiere a Julián.—Si, pero también amo a alguien más—.—¿A quién? —. Sonrió.—Te amo a ti Zeev, te amo y he estado muy triste porque no te veía, no sé si yo podría amar a dos personas o seres a la vez, pero te amo a ti también, te ganaste una parte de mi corazón—. Lo miró a los ojos que pasan de violeta a rojos y celeste. —Pero te aclaro algo no amo a Kyril solo te amo a ti y ese de ojos rojos—. Acarició su rostro.—¿En verdad me amas? —.—Si Zeev, lo que siento por ti es inexplicable no sé, pero me he dado cuenta que te amo y es algo raro—.—¿Por qué es raro? —.—Porque tú eres un lobo dime cómo podría amar a un lobo, esto es ilógico no lo ¿crees? —. Pregunto.—No es ilógico mi luna, es hermoso y me siento feliz que me ames—.—Pero como podría amarte, digo eres un licántropo, y además estás en el cuerpo de Kyril y lo detesto, él es tan diferente a ti, tú eres tierno no me obligas a nada y él es un secó, un
—Cuanto lo siento Kyril no imagino por lo que debiste pasar—. Siento su nariz en mi cuello eso hace que se me erice la piel.—Y yo lamento tanto hacerte daño—.—No importa eso ya es pasado—. Me separo de él y acarició su mejilla.—Te deseo Daniela—. Lo miró perpleja.—Lo siento, pero creo que debemos esperar—. Me sonríe.—Estaba bromeando—. Sonrió y niego.—¿Y qué haces? —.—Cuentas muy aburrido—. Lo miró.—Si demasiado, pero te ayudo si quieres—.—Está bien—. Nos acercamos a su escritorio y no pusimos manos a la obra, de vez en cuando sentía su mirada.Y desde ese día empezamos una relación de amistad, lo hacía reír de vez en cuando y él a mí, al fin estaba conociendo al verdadero Kyril Hegel, ese que es descontrolado cuando algo no le sale como él quiere, pero ahí estaba yo para calmarlo y darle un abrazo y una sonrisa.Y de eso habían pasado tres días hoy se comportó muy extraño conmigo, solo hice sentarme en el comedor para desayunar con él, me dio una mirada que no supe entender
—¿Para qué? —. Digo poniendo el tenedor en el plato.—No lo sé señorita yo solo cumplo órdenes del Alpha—. Ella se retira, y yo continúo comiendo, no pienso ir con ellos.Levanto mi cabeza y lo que veo es el traje hecho a la medida de Kyril, lo miro a la cara la cual está contraída y sus facciones están endurecidas eso quiere decir que esta de mal humor.—Se puede saber por qué comes aquí? —. Frunzo el ceño.—Porque no quiero molestarte al parecer mi presencia se ha vuelto incómoda para ti—.—Te levantas de ahí y nos acompañas a cenar—. Niego. —No te pregunté Daniela muévete o te llevo yo—. Vuelvo a negar.—No voy me quedo aquí, además no puedo salir la chica que está contigo es mi amiga—.—Lo se andando vamos—. Me toma del antebrazo.—Kyril si ella me ve...—No me interesa—. Me jala del antebrazo arrastrándome hacia el comedor.Por fuerza tengo que caminar. —Espera iré por mis propios medios—. Me suelta y camino a su lado y ahora que voy a decir.—Kyril pensamos que nos tocaría comer