Como todas las noches, él no ha regresado a la habitación y he aprovechado este momento para irme por la puerta del jardín, le pedí a mi lobo que se quede con Alexander, pero se negó rotundamente a que lo deje, así que no he tenido más remedio que llevarlo conmigo, este momento me recuerda mucho a aquella noche cuando traté de devolverle las cosas que me había dado, me llevé un susto de muerte, al menos ahora las cosas son diferentes, antes de irme le dejé una carta a Alessio explicándole la razón por la cual me estaba yendo, para que no se creen malos entendidos, de igual forma, Silva me dijo que en caso de no leer mi carta, ella hablaría con Alessio.Apenas salgo del palacio suelto un leve suspiro y dejo caer mis hombros, me siento extraña estando fuera de los terrenos del palacio, en todo este tiempo lo he considerado mi hogar y más ahora que las cosas con Alessio han mejorado y que tenemos un hermoso niño juntos, miro de reojo al lobo y esté suelta un pequeño estornudo.—Bueno, no
—Lo sé, sé que es el paso que alguien debe de dar para que las cosas entre ambas razas mejoren, pero... ¿Por qué ella? Ginebra no es ninguna guerrera ni tampoco posee magia— Me está costando un poco de trabajo hablar. —Si algo malo le pasa.... si la pierdo por culpa de todo esto, nunca me lo voy a perdonar y menos sabiendo que pude hacer algo por protegerla.—Porque ella es la prometida del rey y del Alfa supremo, Alessio, pero si te puedo asegurar que la determinación de Ginebra hará que vuelva a casa de una pieza y te dará buenas noticias, solo ten paciencia y sobre todo fe.... fe en que ella conseguirá su objetivo.No tengo nada más que añadir a esta discusión ni tampoco tengo ganas de seguir con ella, así que le he dicho a ambos que se retiren y que me dejen solo, tengo mucho en que pensar, ahora mismo tengo muchas opciones y la mayoría me llevan al mismo camino, que son, esperar a que ella regrese o ir detrás de su rastro, pero eso podría dar un mal entendido y lo que menos quier
—Eso me recuerda ¿Quién era la chica que acompañaba a esa bestia? Era muy bonita.—No era con las que siempre anda normalmente ¿Será humana? Espero que si, me da asco pensar que fuera otra salvaje.—¿Podemos dejar de hablar de esto? es nuestro rey y como tal, debemos respetarlo.La voz de Raulo suena con firmeza, sus compañeros se burlan de él y le restriegan en la cara que un salvaje le ha robado a su chica, bajo la mirada y cierro los ojos, no pensé que sus compañeros fueran a conocer eso y me da pena que lo burlen por eso. Mi lobo acerca su cabeza a mi mano y lo acaricio con suavidad.—Sí, un hombre lobo me quitó a la mujer que amo, pero eso no significa que los odie ni tampoco lo odio a él porque ella es su otra mitad, están destinados a estar juntos, pero no estamos aquí para echar más leña a nuestra enemistad, estamos aquí para pelear por nuestro reino y nos guste o no, tenemos que trabajar en equipo con los hombres lobos.Todos lo abuchean, reprochándole que es un aburrido y qu
—¿Dónde está el resto de guerreros?—Durmiendo, es tarde— Ríe entre dientes. —Nosotros seguimos despiertos porque nos tocó hacer guardia.Llegamos al límite del campamento y me aferro al brazo de Raulo, porque está casi todo oscuro, las antorchas no iluminan mucho, él me dice que todo está bien, que el campamento de los hombres lobos está algo apartado. Camino con mucho cuidado, todavía aferrada al brazo de mi guía.Entramos al otro campamento, mi lobo mira a su alrededor y mueve las orejas al igual que la cola, parece que se siente cómodo estando aquí. Me acerco un poco a Raulo y le pregunto porque no hay gente haciendo guardia aquí, él se encogió levemente de hombros y me contestó que no sabría decirme la razón de esto y que incluso a él se le hace raro.A la distancia vemos una carpa enorme y en el exterior hay antorchas con el fuego algo bajo; honestamente, si no tuviera que pedirle ayuda a Sir Nox no estaría aquí, todavía no me siento cómoda estando a su lado o tratando con él, p
De forma tímida me volteo hacia Raulo y le cuento todo lo que ocurrió esa noche, de cómo el rey Dorian trató de abusar de mí y que Alessio me fue a rescatar, que gracias a los Dioses no ocurrió nada grave, pero era obvio que Dorian no se quedaría de brazos cruzados y menos porque el Alfa le arrancó de tajo el brazo.—Yo apoyo en su totalidad la acción del rey, ese hombre es una verdadera bestia... tratar de abusar de una mujer indefensa y desprevenida, es repugnante.—Por eso quiero ayudar a Alessio, no hago esto por la tonta enemistad entre humanos y hombres lobos, ese tipo de trivialidades no me interesan, me interesa la seguridad de mi prometido y del reino, eso incluye a los ciudadanos sin importar que sean.—Me alegro de escuchar eso, creí que... — Niega suavemente con la cabeza y le resta importancia al resto de su oración. —No pretendía ofenderla ni faltarle al respeto, Delta.—Descuide Sir Nox y entiendo que tenga cosas que hacer, por eso le pido que me enseñe el camino hacia
—Déjelo ir, Sir Nox, ahora lo que importa es ir al cementerio y buscar la respuesta que necesitamos para invocar la luna sangrienta.Deposita un pequeño beso en el dorso de mis manos y se levanta, todavía sosteniéndome de las manos me ayuda a ponerme de pie, trato de recuperar mis manos, pero él todavía las agarra por unos momentos más hasta que por fin me suelta; creo que nunca voy a entender a Darius, es un hombre bastante extraño.Decido salir de la tienda para darle privacidad para que pueda cambiarse, él abre un poco la boca, pero al final termina por cerrarla, me despedí de él y salí de la tienda. Sentir la brisa acariciar mi rostro es muy relajante, el sol todavía no ha salido y aun se pueden ver las estrellas en el cielo.—Hoy será un día tranquilo— Susurré para mí.Mi mirada barre el lugar llena de curiosidad, pero noto que las miradas que me dedican los soldados es extraña y las cosas se ponen peor cuando Nox sale de la tienda y se para atrás de mí, carraspea suavemente la g
—Sal de la tienda, Gia.—Sí, Sir Nox, no pretendía causar ningún problema ni ser un inconveniente, volveré a mi puesto.La mujer hace una ligera reverencia y sale de la tienda a paso apresurado, dejando atrás una sensación de incomodidad, infle un poco mis cachetes y me giré hacia el caballero, esperando a que me aclare que acaba de ocurrir.—No se preocupe por esto, señorita Ginebra, le prometo que no volverá a ocurrir este tipo de mal entendidos.—Gracias, pero ¿Qué acaba de ocurrir? Porque presiento que soy la única que no se ha dado cuenta de algo y eso me preocupa, no quiero arruinar su relación con aquella mujer.—No estamos en una relación, es solo... compañía de cama, nada más.Noto que hablar de esto le incomoda muchísimo, así que decido dejar el tema por la paz y volverme a tumbar en el catre y seguir con mi lectura o al menos esa era mi intención hasta que escuché la voz de Raulo en la entrada de la tienda, cerré el libro y me levanté de un salto de mi lugar, abrí un poco l
Ella entrecierra los ojos, no cree ni una palabra de lo que digo y tampoco es que tenga tiempo de querer.... ¿disuadirla? O era ¿persuadirla? No importa, el caso es que no tengo tiempo para hacerla cambiar de opinión ya que tengo una misión importante. Trato de pasar a su lado, pero ella me lo impide, está totalmente empeñada en que hablemos del tema y no entiendo porque, si ya le dije y le expliqué mi relación con Darius.Afortunadamente para mí, él aparece y me dice que ya es hora, asentí repetidas veces con la cabeza y le dediqué una pequeña sonrisa, estoy nerviosa por ir al cementerio, pero para eso hice este viaje y pienso llegar al final, no importa que suceda. La chica interroga a Darius sobre lo que vamos a hacer, pero él se limita a ignorarla por completo, pero su insistencia ha hecho que él ponga toda su atención en ella.—No tengo que darte explicaciones de nada, soy tu superior y no creas que porque compartimos cama de vez en cuando te da derecho de cuestionarme sobre mis