Capítulo 168
Marina no escuchó lo que dijeron en de la habitación, pero al ver que Lorena salió, corrió detrás de ella.

Conociendo su carácter, era poco probable que Lorena se hubiera disculpado con una mala mujer como Teresa.

De golpe, se cerró la puerta.

César, en lugar de Lorena, se disculpó con Teresa:

—Lo siento mucho, al parecer no la he educado bien. Te pido disculpas de parte de mí y por ella.

Teresa sonrió y fue humilde.

—César, de verdad no te culpo. Solo anhelo que tú y Lorena estén bien. Eso me hace feliz—dijo de manera hipócrita

Por supuesto que estaba feliz. Parecía que había mucha tensión entre ellos.

César miró su cara pálida y su actitud falsamente fuerte, lo que lo hizo sentirse más culpable.

Lo que tenía en mente, sobre enviarla a trabajar a una sucursal fuera de Playa Escondida después de que se recuperara, ahora le resultaba imposible de decir.

Marina siguió a Lorena hasta el jardín, donde se encontró con Adrián, que había sido llevado por los guardaespaldas de César, pero habí
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