Capítulo 13La tarde estaba cayendo sobre Nápoles, y el aire fresco de otoño se filtraba por las ventanas abiertas del apartamento de Bianca. El sol poniente bañaba la ciudad en una luz cálida, pero el corazón de Bianca sentía un vacío que nada parecía llenar. Había pasado toda la mañana intentando encontrar respuestas dentro de sí misma, pero cuanto más lo intentaba, más confusa se sentía.El mensaje de Alessio aún pesaba sobre ella, como una carga invisible. "Te prometo que haré todo lo posible por protegerte". ¿Cómo podía creerle completamente después de todo lo que había pasado entre ellos? Y, sin embargo, en algún lugar dentro de ella, una pequeña chispa de esperanza seguía encendida. Alessio parecía diferente, más vulnerable, más real. Pero el riesgo de su vida anterior seguía acechando.Bianca miró por la ventana, viendo las calles abarrotadas de gente que se apresuraba a sus casas tras un largo día de trabajo. Su vida parecía tan ajena a la de Alessio, a su mundo peligroso y o
Capítulo 14Al día siguiente, el sol brillaba intensamente en el horizonte, pero para Bianca, la luz del día no era suficiente para disipar las sombras que la seguían desde la conversación con Alessio. Aunque había decidido quedarse, aunque había tomado la decisión de enfrentarse a sus miedos y abrazar lo que sentía por él, el peso de la situación no la dejaba en paz. ¿Estaba realmente preparada para todo lo que eso implicaba?A pesar de sus pensamientos tormentosos, Bianca intentó centrarse en lo que tenía delante. Cuando se encontró con Alessio esa mañana, él parecía decidido, casi tan seguro de su elección como ella lo había estado al tomar su decisión de quedarse. Pero Bianca sabía que lo que él decía con su mirada no podía desmentir el peligro que aún acechaba. El pasado de Alessio no había desaparecido, y aunque él prometiera protegerla, no había garantías de que eso fuera posible.Alessio la miró con una mezcla de admiración y preocupación mientras se sentaban en el pequeño com
Capítulo 15La noche había caído sobre Nápoles, y con ella, una sensación de pesadez envolvía la ciudad. Bianca no podía dejar de pensar en la visita de Luca. Las palabras que había pronunciado seguían resonando en su cabeza, como una advertencia que no podía ignorar. "No puedes escapar de tu pasado". ¿Era esa la realidad en la que se encontraba Alessio? ¿Realmente podían escapar de las sombras que los acechaban?Se encontraba sentada en el comedor de la casa de Alessio, la misma mesa donde había compartido tantas comidas con él, pero hoy el ambiente estaba cargado de tensión. Alessio, de pie junto a la ventana, observaba la ciudad, como si esperara que algo sucediera. Sus ojos oscuros reflejaban una intensidad que Bianca reconoció como la de un hombre preparado para la batalla, pero también la de un hombre que sabía que las cosas se estaban complicando más de lo que había anticipado.Bianca lo observaba en silencio, su mente llena de preguntas y miedos. ¿Qué pasaría si no podían mane
Capítulo 16La mañana llegó, pero la noche había dejado en Bianca una inquietud que ni la luz del sol lograba disipar. El mundo que antes le parecía lejano y casi irreal, el de las mafias, las lealtades compradas y las amenazas invisibles, ahora la rodeaba como una jaula de oro. Alessio era esa jaula: hermoso, imponente, irresistible… pero un enigma tan peligroso como tentador.Sentada junto a la ventana, Bianca observaba el despertar de Nápoles. Las calles parecían tranquilas, los vendedores abrían sus tiendas, las madres paseaban con sus niños, los autos zumbaban por las avenidas. Todo parecía normal, pero ella sabía que bajo esa fachada la ciudad estaba plagada de sombras. Sombras que ahora se habían posado sobre ella.Alessio apareció en el umbral de la puerta, impecable como siempre, con ese porte que denotaba poder, aunque sus ojos delataban cansancio. No había dormido, y Bianca lo supo incluso antes de que hablara.—No hay señales de ellos, por ahora. —dijo él, intentando sonar
Capítulo 17El sonido de las olas rompiendo contra las rocas era lo único que rompía el silencio pesado que reinaba en aquella casa de la costa. Bianca bajó lentamente del auto, sus pasos resonaron sobre la grava mientras sus ojos se alzaban para observar la imponente estructura de piedra frente a ella. No era solo una casa, parecía una fortaleza. Grandes ventanales, muros altos y una ubicación aislada que dominaba la vista sobre el mar, como si el mundo entero quedara a sus pies, y al mismo tiempo, tan lejos.Alessio descendió del auto sin prisa, dándole espacio para asimilar aquel lugar que, al menos por un tiempo, sería su refugio.—Aquí estarás segura. —dijo con firmeza, mientras dejaba caer las llaves en su bolsillo.Bianca no respondió de inmediato. Había algo abrumador en esa casa: la distancia, el aislamiento, la soledad. En otro momento de su vida habría soñado con despertar en un lugar como ese, lejos del ruido, frente al mar. Pero ahora no era un sueño, era un escondite, y
Capítulo 18El amanecer en la costa tenía algo hipnótico, como si el mar supiera ocultar todos los secretos que la noche había dejado suspendidos en el aire. Bianca despertó con la luz filtrándose a través de las cortinas, los primeros rayos acariciando su piel mientras el eco de las olas marcaba el ritmo de un día que prometía ser igual de incierto que el anterior.El lugar, a pesar de su belleza, seguía oliendo a encierro. Una jaula disfrazada de paraíso. Y Alessio, siempre tan atento a cada detalle, parecía más un guardián que un amante.Cuando Bianca bajó a la cocina, él ya estaba allí, revisando el móvil con el ceño fruncido, café en mano. Sus ojos, oscuros y vigilantes, se suavizaron apenas la vieron entrar.—¿Dormiste bien? —preguntó, su voz grave acariciando el aire.—Lo intenté. —respondió ella con sinceridad mientras se servía una taza de café. —Es difícil dormir cuando no sabes qué pasará mañana.Él no respondió de inmediato, solo se acercó y depositó un suave beso en su fr
Capítulo 19El amanecer en la costa fue menos apacible que el anterior. El canto de las gaviotas sonaba lejano, como si el mar mismo supiera que algo en esa casa había cambiado. Bianca se levantó temprano, incapaz de encontrar descanso en medio de la tormenta silenciosa que se había instalado en su pecho.Mientras bajaba las escaleras, el olor a café recién hecho llenaba el ambiente, pero también flotaba algo más: la tensión. Alessio estaba de pie junto a la ventana, con el teléfono en la mano, hablando en un tono bajo, casi imperceptible, como si cada palabra que pronunciaba fuera un secreto que ni las paredes debían escuchar.Bianca no necesitó escuchar cada frase para saber que la situación era más grave de lo que Alessio había intentado hacerle creer la noche anterior. Algo se movía en la sombra. Algo que ni siquiera él parecía capaz de controlar.Cuando él colgó, sus ojos se encontraron con los de ella, y por un segundo, su expresión se suavizó. Pero fue solo un segundo.—Buenos
Capítulo 20El viento soplaba fuerte esa mañana, golpeando las ventanas de la casa como si el mismo mar quisiera advertirles que la calma que tanto buscaban era solo un espejismo. Bianca despertó temprano, sus pensamientos revueltos, y una inquietud clavada en el pecho que no la dejaba respirar en paz.El día anterior, la revelación de Alessio la había dejado con el alma partida en dos. Luca, ese nombre que apenas significaba algo en su memoria, ahora se convertía en la sombra que amenazaba todo lo que empezaba a construir con Alessio. Ya no era solo el miedo a la mafia, ni la huida constante. Ahora era personal.Bajó a la cocina, donde Alessio ya la esperaba con una taza de café en la mano, vestido con su eterna camisa negra, impecable y elegante, como si incluso en la guerra necesitara mantener su armadura intacta.—Buenos días, amor. —murmuró él, observando sus pasos desde la puerta. Pero su voz no tenía la misma ligereza de otros días. Había una preocupación que no lograba disimul