BARCLAY
Lunes por la mañana, había faltado una semana entera a la Universidad, me sentía mejor después de haber arreglado las cosas con Josephine por videollamada, tuve que estar con ella a distancia debido a sus fracturas y a que por la imprudencia de una de sus amigas y compañeras de trabajo, ya se había enterado que jamás podríamos tener hijos.
Pese a que hice mi mayor esfuerzo por convencerla de que teníamos la oportunidad de adoptar, ella sonrió diciendo que estaba de acuerdo pero que el sueño de crear un ser los dos, era su mayor anhelo. Ahora las cosas marchaban bien, al parecer la noticia le había cambiado el carácter y la templanza reinaba a nuestro alrededor.
O al menos
Doy un golpe al escritorio olvidándome de todo y enseguida me disculpo.—Pido disculpas, sigamos con la clase.Al término de mi horario, y mientras camino directamente hacia mi escritorio, comienza a vibrar algo en mi bolsillo, lo cual me parece extraño, ya que mi celular siempre ha estado a tono por si Josephine llamaba. Frunciendo el ceño entré a mi oficina y cerré la puerta con el pie, dejé sobre el escritorio mi portafolios y algunos papeles que me había dado el director para firmar, meto la mano y rebusco en mi bolsillo para sacar el celular de Bryony.La pantalla se enciende y enseguida aparece la leyenda de un mensaje de texto, el nombre de Vadhir aparece y mi corazón comienza a latir. Dejo el aparato infernal
BRYONYMi mente no dejaba de repasar el momento en el que habíamos estado tan cerca y a la vez tan lejos, ¿qué si lo amaba? Por supuesto que lo amaba, pero ya hace cuatro años que me había hecho a la idea de haberlo perdido. Ezequiel fue muy claro conmigo, si en algún momento de mi vida me encontraba con él, tenía que huir, o de lo contrario lo mataría y a mi familia incluida.Por esa razón me había mantenido alejada e incomunicada con mi madre y hermana. Aunque ahora las cosas no estén a mi favor, ¿cómo iba a saber que Barclay sería mi profesor? Y pese a que ya había hablado con mi madre gracias a Cameron, sus vidas seguían corriendo en peligro.
BARCLAYLo único que se escuchaba en la sala de mi casa, era el sonido del péndulo ubicado sobre la chimenea al lado de un retrato de Josephine. Aún me encontraba en estado vegetativo, mi hermano no estaba muerto, pero la gran pregunta que se negaba a surgir de mi garganta era... ¿cómo es posible? ¿Qué relación tiene con Bryony? ¿Por qué en todos estos años nunca se puso en contacto conmigo? ¿Qué esconden los dos?Cameron había salido porque recibió una llamada urgente de Celia, la hermana mayor de Bryony, y ahora estábamos solos, los dos, mientras el chico que respondía al nombre de Vadhir, seguía inconsciente en uno de mis sofás.&mdash
BRYONYMi corazón estaba roto, las palabras de Barclay se clavaron en lo profundo de mi ser, las lágrimas se acumularon en mis ojos pero busqué la fuerza que me ha mantenido tantos años de pie, y me impedí derrumbarme frente a él.—Lo haremos sin Barclay —me dijo Cameron con impaciencia, sabía que estaba cabreado—. Él ya no es mi hermano.—No digas eso Cameron, Barclay siempre será tu hermano, solo busca su felicidad —digo y sé que lo hago más por mi.—No, ese cobarde no puede ser mi hermano.Abrí la boca para hablar, pero enseguida la cerré
BARCLAYLos recuerdos de la noche anterior no dejaban de atormentar mi mente, pero el dolor que sentí al escupir todas esas palabras hirientes frente a Bryony, me mataban. En especial porque nada de lo que brotó de mi garganta era cierto.POR LA NOCHE, DIEZ HORAS ANTES DEL SUCESO...—¡No me engañes!Esquivo la figurilla de porcelana que estaba sobre la mesilla de noche en medio de la sala de estar.—¡Me di cuenta de como la mirabas, aún la amas! —exclamó Josephine sollozando al tiempo que seguía aventándome lo primero que encontrara en su camino.
BRYONYUna explosión de emociones recorre todo mi cuerpo cuando los labios de Barclay rozan los míos. Su lengua rápidamente busca penetrar mi boca, y pese a que al principio me niego a caer en ese juego, al final cedo ante el deseo que permanecía oculto por todos estos años.Sus manos comenzaron a recorrer las curvas de mi cintura, al tiempo que nuestras respiraciones se volvían una sola. Su pecho se agitaba y casi podía asegurar que el sonido estrepitoso de su corazón, atravesaba nuestras ropas. Necesitaba respirar...Se separó de mi y en sus ojos se colocó ferviente, un destello de locura, deseo sexual y pasion, estaba mal, esto no debió haber ocurrido pero en cuanto volvió a estrecha
BARCLAYLa deseaba, ya no podía guardar más todos estos sentimientos que me carcomían por dentro. La amaba, eso era seguro, no la había podido olvidar y después de pensar bien las cosas, tomé una decisión; luchar por ella. Antes tenía que hablar con Josephine, pero perdí la cabeza cuando la vi entrar con esa falda de mezclilla, y blusa de tirantes blanca.Atrás se quedaron mis deseos de venganza, la vida que quería, lo cierto es que las palabras que me dijo mi hermano antes de marcharme de la casa de Bryony, surtieron el efecto esperado.—Eres un cobarde, porque mientras tu intentas jugar a la casita con esa inválida, la mujer de tu vida se sacrifica para que seas feliz —esc
BRYONYEl frío de la celda en la que me encontraba, hacía que pensara en el sufrimiento que le esperaba a Ezequiel en la cárcel, cuando cumpliera su condena por tantos años de estar metido hasta el cuello en el lavado de dinero, entre otros crímenes como el asesinato y la trata de blancas. Una mezcla de emoción al saber que pronto vería a mi madre y hermana, era lo único que me daba las fuerzas necesarias, para tratar de pensar con la cabeza fría.El sonido irritante del reloj plateado, colgado estratégicamente sobre una de las paredes, hacía que me sintiera frustrada y enojada con Josephine, esa mujer estaba loca por Barclay y era de armas tomar. Tomo una enorme bocanada de aire, cerrando los ojos con fuerza, cuando escucho que mi celda se abr