BARCLAY
No había podido dormir en toda la semana a causa del maldito sentimiento de culpa y la vergüenza que sentí al haber pensado que aquella chica rubia era Bryony, estaba equivocado, y ahora que ya me había instalado en la nueva casa que adquirí para vivir junto con Josephine, todo en mi vida se había acomodado, o al menos eso me repetía una y otra vez. Desde aquella tarde en el aparcamiento, tomé la firme decisión de olvidar y enterrar el recuerdo de Bryony, ella era mi pasado, ¡joder, no podía seguir enamorado de un maldito fantasma! ¡Ella me había abandonado, no yo! Recuerdo que ese mismo día bebí, tenía la sincera intención de beberme todo el mundo entero, y después cometí el error más grande de mi vida. Le marqué a Joseph
Rodeo su cintura atrayéndola hacia mi cuerpo, el viejo contacto físico sigue siendo una mera explosión de sentimientos encontrados, el calor de ambos se mezcla y se filtra por nuestras ropas, ella respinga e intenta soltarse de mi agarre pero es imposible, la tengo sujetada como si se me fuera la vida en ello, respiro su aroma y cierro los ojos, su respiración es inestable y puedo ver su pecho subir y bajar.—No tienes una puta idea de lo que te he extrañado —le susurro en la cien.—Barclay... —murmura con voz entrecortada—. No puedo, no entiendes nada...—¡Pues explícamelo! —estallo sin apartarme ni un solo centímetro de ella—. Teníamos un plan, ¿por qué me aband
Escucharlo hablar de ese maldito mal nacido de Ezequiel, hace que me preparé como si estuviera a punto de entrar al cuadrilátero.—Solo serán cinco días, he tenido la oportunidad de entablar un diálogo con la alumna y va avanzada, se las apañará sola en mi ausencia —miento aunque no dudó que Bryony sea buena—. Estaré de regreso el sábado y el lunes le compensaré todas las clases particulares pérdidas.—De ser así entonces me comunicaré yo mismo con el señor Felthom y le llamaré para darle a conocer la última decisión del señor y de su hija —el director se recarga en el respaldo de su silla de piel y me sonríe—. Está bien, puede darse una semana, normalmente
BRYONYMi corazón late desesperado, nunca había estado tan feliz en toda mi vida, Barclay, el único hombre al que he amado, el que me hizo mujer, con el único al que me he entregado en cuerpo y alma, era mi profesor de Filosofía, ¿es en serio? No lo podía creer, los nervios me mataban, estar tan cerca de su cuerpo era excitante, y sabía bien que la misma energía sintió él.—¿Estás segura de querer ver a tu amiga aquí a solas? —la voz de Vadhir me saca de mi ensoñación.—Sí —respondo a secas.—Estás muy extraña —frunce el ceño—. ¿Es
Vadhir me besa como si se le fuera la vida en ello, su lengua penetra mi boca con voracidad y desliza su mano entre mis muslos hasta llegar a mi sexo, pero al estar a punto de penetrarme con sus dedos, la maldita imagen del perfecto perfil de Barclay viene a mí y las ganas se marchitan.—No —susurro empujándolo con los brazos.—¿Qué? —Vadhir parece agitado.—Lo siento, ha sido un día pesado y recordar a mi familia me ha bajoneado —en parte era cierto pero mentía al final—. Tal vez mañana...—Como quieras —la voz de Vadhir suena seria, ronca y fría—. Mañana no iré contigo a la escuela, hay algo que me pidi&o
BARCLAYLunes por la mañana, había faltado una semana entera a la Universidad, me sentía mejor después de haber arreglado las cosas con Josephine por videollamada, tuve que estar con ella a distancia debido a sus fracturas y a que por la imprudencia de una de sus amigas y compañeras de trabajo, ya se había enterado que jamás podríamos tener hijos.Pese a que hice mi mayor esfuerzo por convencerla de que teníamos la oportunidad de adoptar, ella sonrió diciendo que estaba de acuerdo pero que el sueño de crear un ser los dos, era su mayor anhelo. Ahora las cosas marchaban bien, al parecer la noticia le había cambiado el carácter y la templanza reinaba a nuestro alrededor.O al menos
Doy un golpe al escritorio olvidándome de todo y enseguida me disculpo.—Pido disculpas, sigamos con la clase.Al término de mi horario, y mientras camino directamente hacia mi escritorio, comienza a vibrar algo en mi bolsillo, lo cual me parece extraño, ya que mi celular siempre ha estado a tono por si Josephine llamaba. Frunciendo el ceño entré a mi oficina y cerré la puerta con el pie, dejé sobre el escritorio mi portafolios y algunos papeles que me había dado el director para firmar, meto la mano y rebusco en mi bolsillo para sacar el celular de Bryony.La pantalla se enciende y enseguida aparece la leyenda de un mensaje de texto, el nombre de Vadhir aparece y mi corazón comienza a latir. Dejo el aparato infernal
BRYONYMi mente no dejaba de repasar el momento en el que habíamos estado tan cerca y a la vez tan lejos, ¿qué si lo amaba? Por supuesto que lo amaba, pero ya hace cuatro años que me había hecho a la idea de haberlo perdido. Ezequiel fue muy claro conmigo, si en algún momento de mi vida me encontraba con él, tenía que huir, o de lo contrario lo mataría y a mi familia incluida.Por esa razón me había mantenido alejada e incomunicada con mi madre y hermana. Aunque ahora las cosas no estén a mi favor, ¿cómo iba a saber que Barclay sería mi profesor? Y pese a que ya había hablado con mi madre gracias a Cameron, sus vidas seguían corriendo en peligro.
BARCLAYLo único que se escuchaba en la sala de mi casa, era el sonido del péndulo ubicado sobre la chimenea al lado de un retrato de Josephine. Aún me encontraba en estado vegetativo, mi hermano no estaba muerto, pero la gran pregunta que se negaba a surgir de mi garganta era... ¿cómo es posible? ¿Qué relación tiene con Bryony? ¿Por qué en todos estos años nunca se puso en contacto conmigo? ¿Qué esconden los dos?Cameron había salido porque recibió una llamada urgente de Celia, la hermana mayor de Bryony, y ahora estábamos solos, los dos, mientras el chico que respondía al nombre de Vadhir, seguía inconsciente en uno de mis sofás.&mdash