BARCLAY
Despierto exaltado y lleno de sudor, con la respiración agitada y un maldito dolor de cabeza que me es insoportable, sucede cada noche, o mejor dicho cada que su recuerdo vuelve a mí aún en contra de mi propia voluntad. Quisiera decir que en estos cuatro años he podido olvidar a esa chica que me dejó inconsciente en medio del bosque, esa chica que pasé tres años enteros buscando junto con su familia. Chica de la cual ya perdí toda esperanza. Mi celular vibra y me tengo que recordar que esta ahora es mi realidad y que ella solo es un fantasma de mi pasado. Tomo el aparato ruidoso y al apretar el botón de encendido lo primero que diviso de mala gana es la hora, son las cinco de la mañana y tenía que ir a las diez de la mañana a la Universidad en la que ahora trabajaré, por mi
Una parte de mi sabe que lo nuestro nunca funcionará, Bryony me jodió hasta la mierda, la primera mujer que me enloqueció en poco tiempo y por la que me permití sentir más de lo que debía, y me abandonó como basura. Aparto esos pensamientos de mi cabeza y me meto a la ducha, mientras dejo que el agua caliente relaje mis músculos, la imagen de Bryony desnuda, gimiendo debajo de mi cuerpo, gritando mi nombre cada que la embestía, cuando no podía más y terminaba por entrar y salir de ella profundamente, viene a mí y una ola de lujuria mezclada con pasión y odio arrasa con todos mis sentidos, me sentía frustrado de ni siquiera poder masturbarme viendo porno o pensando en Josephine desnuda, realmente no puedo imaginarme haciéndole las cosas que le hice a Bryony, después de todo yo fui quien la hizo mujer, su primera vez, sonrió
BRYONYLa alarma de mi despertador sonó después de que ya había abierto los ojos, pero no me molesto en apagarlo, ya que prácticamente vivía sola y a Vadhir no le molestaba, a más de que conociéndolo estaba segura de que ya se había levantado mucho antes que yo, tenía la costumbre de salir a correr por los alrededores dos horas antes de que saliera el sol. Salgo de la ducha y lo primero que hago es dirigirme con pesadez hasta mi enorme armario y comenzar a tontear con la ropa, por fin había llegado mi primer día de clases y estaba emocionada. No era tonta, sabía que no era libre de hacer lo que quisiera pero al menos ya no tendría que pasarme todo el jodido día encerrada.Mientras toco con mis dedos la tela de las ropas que
Meto algunos cuadernos y otros más que metería en mi casillero, pensando en lo que me había preguntado Vadhir hizo que un escalofrío recorriera mi espina dorsal, ver a Barclay estaba en las pocas posibilidades que me ofrecería la vida, una amenaza para ambos y para los seres queridos que amamos, así que eso no podía pasar, Barclay y yo no podíamos encontrarnos nunca. Cuando estoy lista desciendo las escaleras y justo cuando me encuentro por bajar el último escalón, Vadhir se aparece en mi campo de visión y me atrapa como si yo hubiera saltado.—Sigo pensando que debemos decir que somos novios —me sujeta con fuerza de la cintura—. Así ningún otro chico se te podrá acercar.—El hecho de tener novio no es una etiqueta q
BARCLAYNo había podido dormir en toda la semana a causa del maldito sentimiento de culpa y la vergüenza que sentí al haber pensado que aquella chica rubia era Bryony, estaba equivocado, y ahora que ya me había instalado en la nueva casa que adquirí para vivir junto con Josephine, todo en mi vida se había acomodado, o al menos eso me repetía una y otra vez. Desde aquella tarde en el aparcamiento, tomé la firme decisión de olvidar y enterrar el recuerdo de Bryony, ella era mi pasado, ¡joder, no podía seguir enamorado de un maldito fantasma! ¡Ella me había abandonado, no yo! Recuerdo que ese mismo día bebí, tenía la sincera intención de beberme todo el mundo entero, y después cometí el error más grande de mi vida. Le marqué a Joseph
Rodeo su cintura atrayéndola hacia mi cuerpo, el viejo contacto físico sigue siendo una mera explosión de sentimientos encontrados, el calor de ambos se mezcla y se filtra por nuestras ropas, ella respinga e intenta soltarse de mi agarre pero es imposible, la tengo sujetada como si se me fuera la vida en ello, respiro su aroma y cierro los ojos, su respiración es inestable y puedo ver su pecho subir y bajar.—No tienes una puta idea de lo que te he extrañado —le susurro en la cien.—Barclay... —murmura con voz entrecortada—. No puedo, no entiendes nada...—¡Pues explícamelo! —estallo sin apartarme ni un solo centímetro de ella—. Teníamos un plan, ¿por qué me aband
Escucharlo hablar de ese maldito mal nacido de Ezequiel, hace que me preparé como si estuviera a punto de entrar al cuadrilátero.—Solo serán cinco días, he tenido la oportunidad de entablar un diálogo con la alumna y va avanzada, se las apañará sola en mi ausencia —miento aunque no dudó que Bryony sea buena—. Estaré de regreso el sábado y el lunes le compensaré todas las clases particulares pérdidas.—De ser así entonces me comunicaré yo mismo con el señor Felthom y le llamaré para darle a conocer la última decisión del señor y de su hija —el director se recarga en el respaldo de su silla de piel y me sonríe—. Está bien, puede darse una semana, normalmente
BRYONYMi corazón late desesperado, nunca había estado tan feliz en toda mi vida, Barclay, el único hombre al que he amado, el que me hizo mujer, con el único al que me he entregado en cuerpo y alma, era mi profesor de Filosofía, ¿es en serio? No lo podía creer, los nervios me mataban, estar tan cerca de su cuerpo era excitante, y sabía bien que la misma energía sintió él.—¿Estás segura de querer ver a tu amiga aquí a solas? —la voz de Vadhir me saca de mi ensoñación.—Sí —respondo a secas.—Estás muy extraña —frunce el ceño—. ¿Es
Vadhir me besa como si se le fuera la vida en ello, su lengua penetra mi boca con voracidad y desliza su mano entre mis muslos hasta llegar a mi sexo, pero al estar a punto de penetrarme con sus dedos, la maldita imagen del perfecto perfil de Barclay viene a mí y las ganas se marchitan.—No —susurro empujándolo con los brazos.—¿Qué? —Vadhir parece agitado.—Lo siento, ha sido un día pesado y recordar a mi familia me ha bajoneado —en parte era cierto pero mentía al final—. Tal vez mañana...—Como quieras —la voz de Vadhir suena seria, ronca y fría—. Mañana no iré contigo a la escuela, hay algo que me pidi&o