❍[NUEVO COMIENZO ]❍Alessa se despertó en medio de la oscuridad con dulces besos repartidos en su cuello y una mano posesiva acariciando su vientre. Su cuerpo se estremeció cuando recordó parte de lo que había sucedido horas antes.—Uhmm, estás despierta —la voz de Yasir era ronca mientras mordisqueaba el lóbulo de su oreja para después lamerlo.Enseguida sus pezones se pusieron duros y él se dio cuenta enseguida de eso. Subió la mano y les prestó atención acariciándolos delicada y sutilmente.—Yasiirrr —susurró.—Me gusta cuando pronuncias mi nombre gimiendo —continuó besándola.Descaradamente comenzó a frotarse contra el gran cuerpo masculino. —Mmmm —fue lo único que le contestó.—No es la primera vez que me despierto en la madrugada con ganas de estar dentro de ti, pero si es la primera que puedo hacerlo sin que nada me lo impida —subió una de las piernas de Alessa, para dejarla encima de sus estrechas caderas, dejando expuesto su sexo, posó su mano en aquel calor que lo encendía
❍[ DECLARACIÓN DE GUERRA ]❍Parecía algo tonto, pero no quería volver a América a pesar de que sabía que las cosas eran total y completamente diferente. Algo le decía que se acercaba una tormenta de problemas. Alessa era una mujer que era su igual en todos los sentidos, en inteligencia, en la manera de actuar con calma, con mucha precaución y en la cama sabía encender sus motores de una manera que ninguna mujer lo había hecho.Con ella no necesitaba nada más que tenerla cerca; para sentir que si no se enterraba en ella se volvería loco de la necesidad. Se entregaba a él de una forma que solo de recordarlo se ponía duro como una piedra. Lo cierto era que iban en el avión viajando a América, sentía que estaba pensando demasiado, porque estaba un poco aburrido, como siempre a Alessa le sentaba mal el volar, aunque había sido sincera con él y le había contado que era el miedo lo que le hacía sentirse así.Yasir encontró la forma de relajarla haciéndola suya hasta dejarla agotada que dormi
❍[PRESENTIMIENTO]❍Sentía una opresión en el pecho desde hacía días, aunque habían pasado más de cuatro semanas de que Yasir había echado a sus hermanastras de la empresa, algo le decía que una bola de fuego se acercaba.Gissel también la había buscado para atacar y recordarle de mala manera que era la viuda de su padre y que tenía que darle sus acciones. Alessa le dijo que estaba completamente de mente porque nadie le había puesto un arma en la sien para que vendiera sus acciones a Yasir.Aunque todo estaba funcionando muy bien; de hecho hasta el ambiente laboral había cambiado sin esas arpías. No se sentía tranquila.—Cuando ustedes estén fuera del país, yo iré a la casa de la hermana de Sisy —le dijo Alessa a Erick de la línea.—No entiendo porque tiene que ser de esa manera.—Tuve que justificar en el banco el retiro de dos millones de dólares en efectivo y tardó unos días.—¿Pero es tu dinero?—Sí, usé el dinero de mi fideicomiso. Esta tarde tendremos los documentos de Sisy y us
❍[CONTROL]❍Tenía que controlarse, se tomó otro trago de whisky. Colocó las manos en la orilla de la mesa. Se preguntó una vez más como se lo había repetido durante casi veinte años: «¿Seré como mi padre?»Cada vez que Alessa le mencionaba a Erick Thomas le daban ganas de buscar al hombre y matarlo a golpes, por el simple hecho de haber sido su prometido. Cuando ella le había dicho en la tarde que no se comparara con él en su pecho saltaron los fuegos artificiales. Cada vez que estaban juntos podía sentir que su amor iba creciendo.Aún estaba pensando en la reunión con su ex-novio. Qué era eso tan importante que no podía ni siquiera decirle. Hasta le prohibió que la obligara a usar a Dimitri y que la siguiera a la distancia. Tal vez Alessa tenía razón si quería que lo de ellos funcionara, debía hacerlo.«¡Calma!», se exigió. «Es tu mujer», se recordó.«Lo sientes y lo notas cada vez que se entrega a ti», pensó.Se levantó de su sillón y caminaba de un lado a otro por la oficina como
❍[DECEPCIÓN]❍Era una tonta, una y mil veces. «¿Cómo pude pensar que esas tres brujas se quedarían tranquilas?», se dijo cuando finalizó la llamada con Camilo que le explicó lo que había sucedido. Sus hermanastras lo habían visitado y entregado el vídeo. Recordó la forma en que Yasir la había tratado, como si fuese una puta sin valor. Revivía una y otra vez ese momento. Llorando en la oscuridad de su cuarto con el rostro hundido en el colchón.Cada vez que Mariana y Amanda hacían algo como eso, siempre se hacía la misma pregunta. «¿Qué mierda les he hecho para que ellas actúen conmigo de esa forma?»Lo peor era que había conocido un lado de Yasir que siempre le había dicho que jamás quería que conociera, porque él temía ser peor o igual que su padre. No se merecía que le dijese absolutamente acerca de lo que estaba pasando. Pensó en Erick cuánta razón tenía en no confiar en él. Se levantó de la cama y se puso en frente del espejo.—Ni una sola lágrima más Alessa Sinclair —pasó la m
❍ [ADVERTENCIA] ❍—Te dije una y mil veces. ¡Que no la jodieras, Yasir! —Camilo habló con molestía a su amigo.—¿Qué pasa ahora? —le preguntó indiferente.—Esa chica está encerrada en su apartamento. No abre la puerta.—¿Qué quieres que haga? —se encogió de hombros— ¿Que vaya y la consuele, después de lo que ha hecho?—Todo debe tener una explicación.—¿Una explicación? ¡Una mierda Camilo! Viste el parte del puto vídeo.—Dale gracias a Dios que ella no ha visto lo que tienes de Mariana.—¿Qué estás tratando de decir?—Que te estás haciendo la víctima. Las fotos y los vídeos que tienes con Mariana. Eso sin contar lo que pasó la noche de bodas.—¿Eres mi amigo o mi enemigo? —preguntó esta vez furioso.—De esas mujeres no me fío.—Yo corroboré la información con Dimitri. También con el GPS.—¿Entonces lo hiciste? —lo miró con los ojos cerrados— Activaste el GPS del anillo.—¡Claro que lo hice! —bajó la cabeza— pero en ese momento no dudaba de ella lo hice por seguridad por si Mariana int
❍ [CONOCIMIENTO] ❍En un abrir y cerrar de ojos los días pasaron de manera tan rápida que ni siquiera se dio cuenta. Era hora de pasar de nuevo por casa de la hermana de Sisy. Estaba más nerviosa que antes. La incertidumbre de no saber lo que le esperaba le estaba ocasionando un problema a su salud mental. Era el momento de que, de una vez por todas, enfrentara su pasado por muy duro que fuera. Tenía que hacerlo para retomar su vida a partir de ahí. De nuevo se encontraba frente a la puerta de Cloe.Toco la puerta como lo hizo por primera vez, pero esta vez quien le abrió para recibirla era una mujer rubia, alta de unos ojos azules muy familiar, con el cabello corto, pero que la hacía lucir elegante, sofisticada. En cuanto a su edad parecía unos pocos años mayor que ella, puede que a principio de los treinta.—Hola —la mujer le saludó con cordialidad.—Hola, no quiero molestar. Busco a Cloe Smith. ¿Llegó de viaje?—Sí, soy yo —abrió un poco más la puerta para dejarla entrar. —Pasa —ni
❍ [INCÓGNITA] ❍Al verla a los ojos sintió repulsión de sí mismo. Porque lo que vio en ellos fue miedo. Era un monstruo, se había comportado con ella de la peor manera. Quiso acercarse, tomarla de la cintura y besarla. Como siempre se veía hermosa aunque algo demacrada. Colocó sus manos en los bolsillos del pantalón para controlar su impulso de tomarla. Se había enterado que estaba en el edificio, cuando decidió chequear el GPS del anillo de compromiso. El dispositivo estaba incrustado en la esmeralda que lo decoraba.—¿Cómo ves? —dio la vuelta en su propio eje haciendo que él viera cada una de las curvas de su cuerpo—. No soy una aparición.—¿En dónde has estado estos últimos días? —la voz de Yasir era calmada.—Creo que eso es algo que ya no te incumbe.—Sabes muy bien que sí—Después de que lo has hecho, como me trataste ¿crees que tienes algún derecho sobre mí? No deberías preocuparte por una puta como yo.Yasir apretó los puños y contó hasta cinco. No quería asustarla. —Sé que e