❍[CONTROL]❍Tenía que controlarse, se tomó otro trago de whisky. Colocó las manos en la orilla de la mesa. Se preguntó una vez más como se lo había repetido durante casi veinte años: «¿Seré como mi padre?»Cada vez que Alessa le mencionaba a Erick Thomas le daban ganas de buscar al hombre y matarlo a golpes, por el simple hecho de haber sido su prometido. Cuando ella le había dicho en la tarde que no se comparara con él en su pecho saltaron los fuegos artificiales. Cada vez que estaban juntos podía sentir que su amor iba creciendo.Aún estaba pensando en la reunión con su ex-novio. Qué era eso tan importante que no podía ni siquiera decirle. Hasta le prohibió que la obligara a usar a Dimitri y que la siguiera a la distancia. Tal vez Alessa tenía razón si quería que lo de ellos funcionara, debía hacerlo.«¡Calma!», se exigió. «Es tu mujer», se recordó.«Lo sientes y lo notas cada vez que se entrega a ti», pensó.Se levantó de su sillón y caminaba de un lado a otro por la oficina como
❍[DECEPCIÓN]❍Era una tonta, una y mil veces. «¿Cómo pude pensar que esas tres brujas se quedarían tranquilas?», se dijo cuando finalizó la llamada con Camilo que le explicó lo que había sucedido. Sus hermanastras lo habían visitado y entregado el vídeo. Recordó la forma en que Yasir la había tratado, como si fuese una puta sin valor. Revivía una y otra vez ese momento. Llorando en la oscuridad de su cuarto con el rostro hundido en el colchón.Cada vez que Mariana y Amanda hacían algo como eso, siempre se hacía la misma pregunta. «¿Qué mierda les he hecho para que ellas actúen conmigo de esa forma?»Lo peor era que había conocido un lado de Yasir que siempre le había dicho que jamás quería que conociera, porque él temía ser peor o igual que su padre. No se merecía que le dijese absolutamente acerca de lo que estaba pasando. Pensó en Erick cuánta razón tenía en no confiar en él. Se levantó de la cama y se puso en frente del espejo.—Ni una sola lágrima más Alessa Sinclair —pasó la m
❍ [ADVERTENCIA] ❍—Te dije una y mil veces. ¡Que no la jodieras, Yasir! —Camilo habló con molestía a su amigo.—¿Qué pasa ahora? —le preguntó indiferente.—Esa chica está encerrada en su apartamento. No abre la puerta.—¿Qué quieres que haga? —se encogió de hombros— ¿Que vaya y la consuele, después de lo que ha hecho?—Todo debe tener una explicación.—¿Una explicación? ¡Una mierda Camilo! Viste el parte del puto vídeo.—Dale gracias a Dios que ella no ha visto lo que tienes de Mariana.—¿Qué estás tratando de decir?—Que te estás haciendo la víctima. Las fotos y los vídeos que tienes con Mariana. Eso sin contar lo que pasó la noche de bodas.—¿Eres mi amigo o mi enemigo? —preguntó esta vez furioso.—De esas mujeres no me fío.—Yo corroboré la información con Dimitri. También con el GPS.—¿Entonces lo hiciste? —lo miró con los ojos cerrados— Activaste el GPS del anillo.—¡Claro que lo hice! —bajó la cabeza— pero en ese momento no dudaba de ella lo hice por seguridad por si Mariana int
❍ [CONOCIMIENTO] ❍En un abrir y cerrar de ojos los días pasaron de manera tan rápida que ni siquiera se dio cuenta. Era hora de pasar de nuevo por casa de la hermana de Sisy. Estaba más nerviosa que antes. La incertidumbre de no saber lo que le esperaba le estaba ocasionando un problema a su salud mental. Era el momento de que, de una vez por todas, enfrentara su pasado por muy duro que fuera. Tenía que hacerlo para retomar su vida a partir de ahí. De nuevo se encontraba frente a la puerta de Cloe.Toco la puerta como lo hizo por primera vez, pero esta vez quien le abrió para recibirla era una mujer rubia, alta de unos ojos azules muy familiar, con el cabello corto, pero que la hacía lucir elegante, sofisticada. En cuanto a su edad parecía unos pocos años mayor que ella, puede que a principio de los treinta.—Hola —la mujer le saludó con cordialidad.—Hola, no quiero molestar. Busco a Cloe Smith. ¿Llegó de viaje?—Sí, soy yo —abrió un poco más la puerta para dejarla entrar. —Pasa —ni
❍ [INCÓGNITA] ❍Al verla a los ojos sintió repulsión de sí mismo. Porque lo que vio en ellos fue miedo. Era un monstruo, se había comportado con ella de la peor manera. Quiso acercarse, tomarla de la cintura y besarla. Como siempre se veía hermosa aunque algo demacrada. Colocó sus manos en los bolsillos del pantalón para controlar su impulso de tomarla. Se había enterado que estaba en el edificio, cuando decidió chequear el GPS del anillo de compromiso. El dispositivo estaba incrustado en la esmeralda que lo decoraba.—¿Cómo ves? —dio la vuelta en su propio eje haciendo que él viera cada una de las curvas de su cuerpo—. No soy una aparición.—¿En dónde has estado estos últimos días? —la voz de Yasir era calmada.—Creo que eso es algo que ya no te incumbe.—Sabes muy bien que sí—Después de que lo has hecho, como me trataste ¿crees que tienes algún derecho sobre mí? No deberías preocuparte por una puta como yo.Yasir apretó los puños y contó hasta cinco. No quería asustarla. —Sé que e
❍ [LÁGRIMAS] ❍Cuando cerró la puerta de su oficina, las lágrimas corrieron por su rostro. La noticia que le acababa de dar Yasir dolía más que la bofetada que le había dado Gissel. Sentía como si una parte de su corazón fuese arrancado del pecho.Estaba tan sereno, tan calmado que se lo dijo como si estuvieran hablando de negocios y para ella fue como si la tierra se abriera y la llevara al fondo. La vida era a veces tan injusta. Trató de sobreponerse pero no pudo, tal vez lo mejor era salir de ahí. Enseguida llamó a Dimitri para que la esperara en la entrada. Ni siquiera iba a recoger nada. Lo mejor era ir a casa y llorar con tranquilidad.Iban ya en camino cuando Dimitri frunció el ceño mientras la miraba por el retrovisor.—¿Está usted bien, señora Alessa?.—No, lo estoy. El imbécil de tu jefe a veces es tan...—Sé que no debo meterme en esos asuntos, pero quiero que sepa que jamás había visto al señor Yasir de esa forma.—¿De qué forma?Su chófer se rascó la nuca, al parecer habí
❍ [OPORTUNIDAD] ❍En ese mismo momento Yasir se quedó sin respiración. La deseaba con todas sus fuerzas. Tenía la mente tan cerrada por los celos, pero el sentimiento por ella era cada vez más fuerte.—Mírame —exigióHizo caso a lo que ella le pidió y sintió cómo por dónde recorría la mirada su cuerpo se estremecía.—Alessa...—Eres ciego —estaba burlándose de él.La miró provocativa, con una invitación silenciosa y estaba muy seguro que si ella continuaba de esa forma iba a tomar lo que le estaba ofreciendo. Apretó los dientes cuando sintió que su miembro se endurecía dentro de sus pantalones de jeans, presionándolo daba por hecho que en el momento que se quitara la ropa tal vez podía tener una marca. Al ver como poco a poco se quitaba las diminutas bragas.Ahora se encontraba totalmente desnuda frente a él. La miró de nuevo detallando cada una de las curvas de su cuerpo y fue en ese preciso momento cuando reaccionó. No podía creerlo, de verdad Alessa tenía razón y era un imbécil, e
❍ [DE NUEVO ] ❍Alessa suspiró antes de abrir los ojos. Tenía miedo de que al hacerlo le doliera la cabeza. Había tenido un sueño hermoso, en donde el protagonista era su guapísimo y amado esposo Yasir.En ese hermoso sueño, todo se había arreglado entre ellos, aunque quedaban cosas por decir, situaciones extrañas que se tenían que aclarar. Deseó que fuese fácil, pero Yasir había huido a Rusia, dejándola sola cuando más lo necesitaba. Aunque él ni siquiera lo sabía porque jamás le dijo nada acerca de los nuevos acontecimientos.Trató de moverse para levantarse, pero no podía hacerlo porque una pierna estaba encima de ella, se quedó muy quieta. También sintió el peso de una mano que la tomaba de la cintura y la respiración suave sobre su cuello.¡Dios que mal le caía el licor! Se asustó y sin ni siquiera abrir los ojos para saber quién era se levantó de golpe y a la persona le dio golpes y patadas y este cayó en el suelo con un estruendo, agarró la sábana y se envolvió en ella.—¡Aless