POV DANTE MORETTILa vi alejarse con la cabeza en alto, desafiante y enojada hasta el final, como si no supiera lo que significa provocarme. Como si no entendiera que mi paciencia tenía límites y que estaba jugando con fuego.No tenía idea de lo mucho que la deseaba, de lo mucho que la necesitaba cerca, aunque odiara admitirlo.Sophía es un maldito enigma. No sé si quiero protegerla, poseerla o romperla hasta que entienda que no puede desafiarme sin consecuencias.Me dejo caer en el sillón de la sala de visitas y cierro los ojos un segundo, tratando de recuperar el control. Pero entonces su voz vuelve a resonar en mi cabeza."No seré tuya jamás."Ja.Lo que no entiende es que ya lo es. Desde el momento en que se atrevió a desafiarme, desde la primera vez que su mirada chocó con la mía sin miedo. Eres mía desde aquella vez que te vi por primera vez en el club, desde que me enfrentaste, eres mía Sophía, me perteneces.Saco la nota amenazante de mi bolsillo y la leo una vez más. Cada pal
POV DANTE MORETTIEl consultorio quedó en completo silencio.El aire se volvió denso, sofocante. Difícil de respirar Mi mente tardó en procesar las palabras del médico."Dentro de ti llevas una nueva vida."Mierda.Miro a Sophía y la encuentro con la mirada perdida, los labios entreabiertos, como si su cerebro aún intentara asimilar la noticia. Sus manos tiemblan ligeramente, y por primera vez, la veo realmente vulnerable, aterrada. Yo debería decir algo. Cualquier cosa.Pero no puedo. No logro formular palabras Un hijo.Joder un hijo. Es lo que quería pero ahora…la noticia es inesperada y repentina. Un hijo.Con ella.Con la mujer que juré no dejar entrar en mi vida más allá de lo necesario. La que ha logrado incluso enfrentarme como nadie lo hacho, pero ya estás cumpliendo tu parte del contrato, ¿no?Porque eso es lo que hay entre nosotros, un contrato donde cada quien recibe lo que quiere y nada más. Siento mi respiración pesada, mi pulso esta acelerado. No porque no quiera al
Miro la herida con desesperación, sintiendo su sangre caliente empapar mis manos.—¡Joder, Sophía, aguanta! —mi voz suena tensa, desesperada, casi brutal.Su mirada se nubla, pero su mano se aferra débilmente a mi camisa. Su respiración es irregular, y un escalofrío de puro terror me recorre la espalda.No puedo perderla. No así. No ahora.Alrededor, el caos estalla. Valentina grita, completamente en shock, mientras yo levanto a Sophía en brazos, ignorando el dolor que me causa verla así.—¡Llamen a un médico! —gruño, mis pasos son rápidos, firmes, sin importar que la sangre siga fluyendo entre mis dedos.Aunque estamos en el hospital siento que se hace eterno el trayecto hasta llegar a la sala de urgencias.Sophía gime de dolor y eso me atraviesa como una maldita daga.—Vas a estar bien, ¿me oyes? —le susurro, más para convencerme a mí mismo que a ella.— No cierres los ojos, por favor quédate conmigo. —Valen…—intenta hablar pero la sangre que sale de su boca no la deja. ¡ Maldición!
POV DE LUCAS VALENTE.El celular vibró sobre la mesa. Una vez. Dos veces.Lo ignoré. Era necesario ponerle fin o nombre a esta relación extraña que tenemos—No tienes por qué hacer esto más complicado —dijo Ayla, recostándose en el asiento con esa mirada entre fastidio desafío que siempre lograba desarmarme. Es jodidamente tentadora y después de ser ella la que se me lanzó aquella noche, resulta que yo lo hago complicado. —No lo hago complicado —murmuré tomando mi copa con calma.Ella soltó una risa baja, pero antes de que pudiera responder, el teléfono vibró otra vez. Maldije por lo bajo y lo tome sin mucho interés, hasta que vi el remitente. Marcos.Le dije que no quería que me molestaran, debe ser muy urgente para que lo haga.El mensaje hizo que se me secara la boca."Le dispararon a Sophía. Y el señor Moretti necesita que investigues quien esta detrás de todo esto."—Lucas, ¿qué pasa? Sigues creyéndote el importante, te aseguro que eso no va conmigo, solo fue un maldito error de
La furia me recorre como un incendio incontrolable. Sabrina… esa mujer no entiende, le deje claro que si se volvia a interponerse en mi camino no la perdonaría, pero no imaginé que llegaría tan lejos. Debi haberla enviado al otro mundo, maldita sea!Me inclino, recogiendo el teléfono del suelo.—Lucas… ¿dónde está? —Mi voz es puro veneno. Mi control está al límite —Voy camino a verla. Esta dispuesta hablar pero a cambio de algo que supuestamente le debes— lo escucho suspirar. Esa mujer quiere que le meta dos tiros en la cabeza, juro que estoy a punto de hacerlo—Intentaré sacarle la información. Nos vemos pronto Frunzo el ceño.—¿Dónde la verás?— voy a darle su merecido, tendrá que hablar o se arrepentirá —Me parece que le han puesto precio a su cabeza. Tenia que mantenerse callada para conservar su vida..Aprieto los dientes. Así que alguien más quiere su sangre.—Voy para allá. No dejes que nadie se le acerque hasta que llegue.—No. Fue clara, negociará conmigo y quiere que vaya s
POV Dante Moretti —¡Otra vez, descarga! ¡Vamos, Sophía, lucha! —grita el médico, empapado en sudor.El cuerpo de Sophía se sacude con la descarga, pero nada.—Ya no podemos hacer más… —dice en un tono de derrota.No. Esto no es cierto.El sonido del monitor de signos vitales me paraliza. Mi mente en ese momento queda en blanco al ver una línea recta en la pantalla. Sé que eso no es bueno.El doctor suspira frustrado, su expresión no me gusta. Creo que aún no se han percatado de mi presencia.—No responde. —Vuelve a suspirar y suelta el aparato en sus manos y al instante vuelve a usar sus manos, esta dandole RCP, pero nada, el doctor frustrado se seca el sudor y lo siguiente que dice me congela—. Hora de muerte, 10:35 p.m.—¿Qué es lo que… qué es lo que acaba de decir? —Todos giran y se sorprenden.—Señor, no debe estar aquí, esto…—¡Me importa un carajo! ¡Quiero que la salve a ella y a mi hijo, ahora! —Mi tono, aunque bajo, es demandante, peligroso.El doctor, apenado, me mira como s
Mis dedos aprietan el teléfono con fuerza, como si pudiera arrancar más respuestas de esa llamada que se cortó demasiado rápido. No fue mi imaginación. No lo fue. Era ella, su voz.—Señor… —Marco me observa con cautela. Siento que la tensión en el despacho es tan espesa que casi puedo sentirla sofocándome.Levanto la vista hacia él y veo cómo traga saliva antes de atreverse a hablar otra vez.—Señor, ¿quién era?—Sophía —respondo sin pensar, mi voz apenas un gruñido.Un silencio sepulcral sigue a continuación. Todos saben que es imposible. Todos creen que he perdido la maldita cabeza. Y la expresión de Marco me confirma todas sus especulaciones.Pero yo sé lo que escuché.Era su voz. Era mi fiera. —Quiero saber de dónde vino la llamada —ordeno mientras mis pies ya se dirigen a la puerta—. ¡Ahora!—Sí, señor.Marco se mueve rápido, sacando su teléfono y tecleando con prisa. Pero mi mente ya está a kilómetros de distancia.Sophía…Cinco meses. Cinco meses de mirar su cuerpo inmóvil, de
El doctor sale de la habitación después de examinarla, su expresión es de asombro.—Es un milagro que haya despertado —murmura, sin ocultar su incredulidad.No me importa lo que piense. Solo quiero volver a entrar.—¿Cómo está? —pregunto con impaciencia.—Débil, pero estable. Necesitará tiempo para recuperar fuerzas. Le haré más estudios, pero lo importante es que está consciente y responde bien.Asiento sin apartar la vista de la puerta. Apenas el doctor se aleja, entro de nuevo.Sophía sigue acostada, con el ceño fruncido. La observo en silencio. Su cabello es más largo, su piel aún está pálida, pero lo que más me impacta es la chispa en sus ojos. Esa maldita chispa que pensé que nunca volvería a ver.—¿Te quitaron la lengua? —Su voz es ronca, pero la arrogancia sigue ahí.Una risa seca se me escapa.—No. Solo esperaba que empezaras a maldecirme de una vez.Sus labios se aprietan en una línea tensa.—Dame unos minutos y lo haré.Ahí está. Mi fiera.Pero algo en su mirada cambia. Baj