Para ese momento Vivian solo supo pasar a su lado sin decir una sola palabra. Entre más lo veía, entre más le hablaba, entre más tiempo se encontraba cerca de él se daba cuenta que el dolor estaba ahí, que incluso si él le pedía porque no se fuera, seguramente ella lo iba a terminar haciendo.Sebastián estaba completamente destrozado. Ella era todo lo bueno que le había pasado, ella todo lo que tenía al final. Una vez más Sebastián se enfrentaba a la realidad de la destrucción, la misma que decía que la gente estaba destinada a perder a las personas que más se querían en el mundo.—Por favor, Vivian, no hagas esto, aún podemos hablar.—No, no es necesario —, continuó ella diciendo de manera seca.La ropa ya estaba casi lista en la maleta de Vivian. Aunque por un lado Sebastián sentía como se le rompía el corazón por otro claramente sabía que él no podía interceder en sus decisiones, no sería como otros hombres que buscarían la manera en que ella se quedara por las buenas o por las mal
Y tal como Brandon lo había dicho, la señora Victoria ya esperaba por ellos con una inmensa sonrisa en el rostro. Como si no hubiera pasado, como si ella jamás hubiera sido la responsable de tantas cosas malas que le pudo haber hecho a su hijo.Desde esa distancia podía ver a su hijo siendo feliz con Tábata, el tiempo había pasado y todo lo que se podía saber es que su hijo había olvidado a Cristal por completo. Cristal, una mujer que solo pretendía quedarse con la gran fortuna de los Lambert. Su hijo seguramente estuvo confundido todo ese tiempo, nada más. Y si él había perdonado a Tábata a pesar de haberle mentido que no tendría un hijo como muchas veces lo había declarado, debía de ser por una razón.—La verdad es que me tenía muy molesta por haberlos esperado más de diez minutos aquí pero viéndolos llegar juntos me doy cuenta que valió la pena —, dijo Victoria al mismo tiempo que abrazaba a su hijo y le daba un beso en la mejilla.Brandon solo supo sonreír a Tábata. Ni siquiera
Inmediatamente atrás de Cristal al ver como el taxi se iba, llegó Wyatt con el pequeño entre sus brazos. Fue de esa manera en que poco a poco, paso a paso, él fue capaz de acercarse a ella y hacerle saber que él estaba una vez ahí para ella.Pero, ¿qué era lo que en verdad estaba haciendo a ella sufrir de esa manera? Quizá el sufrimiento estaba yendo más allá de lo que debía porque al final no era exactamente la historia de Sebastián y Vivian sino lo que le estaba haciendo recordar más aquel sentimiento extraño en el corazón de que ella no debió de irse nunca.—Ella no debió de irse —, dijo entre lágrimas.Wyatt solo supo acercarse a ella y abrazarla como solo debía de hacer Brandon pero siendo las mentiras de Wyatt las que le permitieran estar ahí.—Algo me dice que ella no debió de haberse ido —, continuó ella diciendo de manera desesperada. —Tengo que hablar con Sebastián, tengo que hablar con él.Y sin más, continuó su camino hasta donde estaba su primo. Era como si se aferrar
De la camioneta negra que Wyatt había llevado con él, bajó al darse cuenta que adelante no había paso. Todo parecía ser un accidente y lo peor era que Wyatt no podía perder más tiempo pues no iba a lograr alcanzar a Vivian.Molesto se acercó a la escena, ya había gente que rodeaba el accidente junto con policías que impedían el paso y dos ambulancias más adelante. No había manera de pasar así que tomando su celular solo pensó en hablarle a Cristal. Seguro que si le decía que ella le hablara a Vivian lo iba a hacer. Seguro Vivian no iba a querer recibir ni una sola llamada de Sebastián.Caminando adelante con el celular marcando el número de su prima, algo llamó su atención. En el suelo estaban una de las maletas de color morado, casi tan idéntica como fue la de Vivian y que era la misma que llenó al último, cuando Cristal entró en la habitación. La diferencia es que… La verdad es que no había diferencia.Fue en ese momento en que sus ojos comenzaron a buscar de mane
A lado Wyatt fue capaz de voltear a ella al escuchar lo que había dicho la mujer que él amaba, Eso no podía ser posible, ¿por qué le llamaba? Ahora eran las manos de Wyatt las que no podía dejar el volante al mismo tiempo que aceleraba un poco más y la mirada le cambiaba por completo. Él estaba odiando a Cristal por haber tomado esa llamada pero más que eso, por haber tomado esa posición al solo hecho de saber que era Brandon.—Siento llamarte de esta manera Cristal, pero aquí en el hospital está tu primo Sebastián. Ceo que su novia tuvo un accidente muy grande. Ven. Te necesita.— ¿Qué? ¿Cómo que Vivian tuvo un accidente? —Cristal levantó la voz al momento.Una vez más Wyatt regresó al mundo.— ¿En qué hospital están? ¿Cómo está ella? ¿Cómo está mi primo?—Te mando la dirección en un mensaje, por favor, ven rápido. Al parecer nadie sabe nada aún.—Gracias, Brandon, ahí estaremos.Wyatt no tenía ni siquiera la intención de saber lo que ese imbécil había hablado con ella pero al final
Un poco fuera de la realidad, Cristal aún se atrevió a preguntar. — ¿Abogado Fermín, qué hace aquí? —Preguntó.Los dos se pusieron nerviosos al mismo tiempo.Ahora que el abogado de Brandon la veía se había dado cuenta de que Brandon no se había equivocado en el momento en que la describió por segunda vez. Ese recuerdo llegó a la mente del abogado de Brandon. Con una copa de vino, Brandon se sentó frente a su abogado de confianza, el mismo que sabía muchas cosas de él.— ¿Por qué haces esto, Brandon? ¿No es más fácil decirle las cosas tal como las piensas y mostrarle lo mucho que has cambiado?Frente a él Brandon comenzó a reír, incluso si las cosas se daban de esa manera Brandon ya podía saber que ella no iba a querer escucharle, le había fallado tanto que lo más seguro era que ella pensara dejarse llevar por acciones antes que palabras.—Ella ya no es la persona que pudimos conocer todos en este momento. Ella ha cambiado tanto, ha cambiado hasta la manera
Y sin que la misma Cristal y el abogad pudieran saberlo o verlo, en la puerta de la cafetería estaba aquella mujer. Tábata se lo había dicho todo en aquella llamada, ella solo iba a ver a su hijo y descubrir la razón por la que él y Tábata estaban en el hospital cuando la verdad no pensó encontrarse con el abogado de Brandon y la misma Cristal.Eso solo le hizo saber que ese abogado se traía algo entre manos para beneficiar a Cristal. Esa mujer que no merecía nada de los Lambert.Molesta por lo que estaban viendo sus ojos, Victoria caminó de manera rápida hacia donde estaban ellos.— ¡Ni creas que vas a recibir algo de la familia de los Lambert. Tú estás divorciada de mi hijo y que te quede bien claro! Cristal y el abogado se levantaron al momento al ver la acción de la mujer frente a ellos. Si no hubiera sido por el mismo abogado, seguramente Victoria se hubiera lanzado a ella con todas las armas de las que podía disponer en ese momento.Victoria odiaba a Cristal, estaba demás deci
UNA SEMANA DESPUÉS—Vamos, Leonado, comete todo si no quieres tener problemas con mami.—No tengo hambre.Cristal y Wyatt solo se miraron entre sí. Todo lo que estaba pasando estaba afectando a todos. Por un lado, Cristal se sentía tan culpable por haber querido regresar mientras que por otro lado algo dentro de ella le hacía saber que simplemente eso que había pasado no era más que algo más. Algo que tenía que pasar tarde o temprano.Había pasado una semana en que las cosas no se habían movido de donde estaban, las cosas con Vivian seguían de igual manera. No había avance en ella, y es que como el doctor lo había dicho incontables veces, en el coma no había nada dicho, no estaba nada por escrito. Todo podía pasar en cualquier momento y era la misma incertidumbre la que le estaba matando a Sebastián.No había día que se parara de culpar sobre lo que habría podido evitar si él no la hubiera dejado ir de esa manera.—Mamá, ¿cuándo va a regresar mi tía? —Preguntó Leonardo sin haber comid