El recuerdo había terminado. Brandon había llegado al lugar prometido, y como ella misma lo había dicho, como ella misma se lo había advertido hacer, ahí se encontraba Tábata, en lo alto de un edificio, quizá esperando por que una estrella fugaz le hiciera el milagro más hermoso de traer de vuelta a la persona que la había olvidado.La culpa se instaló en el corazón de Brandon en el momento en que vio a Tábata ahí, sentada a la orilla del edificio.—Tábata —llamó Brandon avanzando paso a paso hasta ella, quien se negaba a darle la mirada. —Tábata, aquí estoy.— ¿Cómo pudo mi deseo cumplirse si la estrella fugaz no ha pasado? Llevo horas esperando por ella pero ella… creo que se niega a pasar.Esas palabras mataron el alma de Brandon. Una vez más, le había fallado. Todo, todo lo que había hecho desde el momento en que mostró como un hombre casado ante los demás había fallado a la única persona que había estado para él en los momentos buenos y malos. Era a Cristal a quien debía de hacer
Como si nada hubiera pasado una noche anterior, Brandon ahí se encontraba, completamente repuesto, esperando por la gran sorpresa de Enrique, la que le venía prometiendo de días atrás. Ante el mundo él podía seguir pareciendo un hombre fuerte pero eso no quietaba que en su interior la culpa siguiera reinando al solo hecho de pensar en la mujer que había ido a trabajar como si nada hubiera pasado una noche anterior. Como si él no hubiera sentido perderse en su tristeza de no saber a su hermano más con él.No había llegado a casa, por un segundo dudó en hablarle a Cristal. Era su esposa bajo un contrato pero eso no significaba que ella mereciera vivir con la preocupación de dónde había pasado la noche o si le había sucedido algo malo.Tomando su celular, pensó dos veces si marcarle. Si ella en verdad estuviera un poco preocupada por él, ella hubiera marcado.Podría ser posible que, ¿fue Wyatt quien estuvo con ella toda la noche para consolarla? ¡No, Brandon no podía pensar así de ningun
Brandon al notar lo difícil que ese momento se estaba tornando para su esposa, decidió dar un paso adelante. La realidad era que él había estado tan entusiasmado con la idea de tener un hijo que a su mente llegaron momentos de él en la oficina leyendo artículos que en su vida hubiera imaginado.Tan pronto como se sentía más estresado de lo normal, o simplemente la curiosidad le ganaba, su computador se llenada de páginas donde pudiera leer sobre los síntomas de un embarazo. Sobre lo difícil que era ese momento para las mujeres pero sobre todo, pudo más atención en los síntomas que él como hombre también iba a tener y que entre algunos, eran los que estaban destinados a compartirse con su esposa. Puso tanta atención al leer cada uno de ellos pues llegó a creer que de esa manera seria el primero en saber si su esposa estaba esperando un hijo. Todo, de un momento a otro cambió cuando la doctora dijo que Cristal estaba embarazada.—Ya lo sabes, incluso yo he compartido las náuseas matut
Y de esa manera, siendo siempre Cristal de Brandon, lo ayudó a mantenerse en pie en lo que la familia de Brandon se iba. Había sido una noche pesada, hablar y hablar y en esa conversación, Cristal dándose cuenta que a la señora Victoria no le simpatizaba el hecho de que ella fuera la esposa de su hijo. Había mentido, Cristal les había hecho creer de la mejor manera que ella estaba embarazada pero al final, ¿qué iba a pasar con ellos cuando se dieran cuenta de la realidad? Seguramente eso ya no debería ser asunto por el que Crista debería de estar preocupada pues al final, ella ya tenía su plan, su plan no podía fallar. El mundo podía hablar lo que quisiera de ella pero ella, tendría su libertad.—Hasta después —, dijo la señora Victoria a su hijo y a su nuera.—Nos vemos mañana, hijo, en la compañía —, dijo el señor Lambert antes de que su chófer le abriera las puertas de la camioneta.—Maneje con cuidado —, deseo Cristal.Brandon solo tuvo fuerzas para verlos irse. Había tomado tant
Una risa se hizo más extensa en el rostro de Brandon al ver en ella a aquella niña. Le había ganado una a Enrique, Brandon había encontrado a esa niña hecha ya una mujer. —Cristal —sonrió Brandon mientras pronunciaba su nombre. A la mente de Cristal llegaron esos momentos que más habían lastimado, las primeras miradas de Brandon hacia Tábata, la foto que él mismo había colocado en su habitación para hacerle saber que era Tábata la mujer de sus sueños, a su mente llegó la fuerza que usó Brandon para hacer que los doctores hicieran con ella lo que hubieran querido, realmente todo eso seguía soliendo. Ahora que ella lo pensaba un poco más se daba cuenta que solo podía haber una sola razón por la que Brandon había aprovechado el momento y se había emborrachado de la manera en que lo hizo. Todo eso era por Tábata y nada más que por ella. Brandon no podía ver a Cristal de manera diferente. Brandon nunca lo iba a hacer, para él ella solo era una máquina de alumbramiento, quien estaba destin
Astucia y rencor, ¿qué hay de esas dos palabras que se unen de un momento haciendo? ¿Qué sucede cuando estás dos se unen? ¿Qué sucede cuando el viento y el agua se convierten en un gran equipo? Sucede lo que muchos temen. Tormento, tormento es el nombre que se le da al equipo de dos elementos que por sí solos tienen solo el poder de gobernar la mitad del trono en el mundo de los deseos mientras que unidos son capaces de poner de rodillas a un mundo entero, un mundo igualmente sin escrúpulos. Astucia y rencor era todo lo que ella podía estar sintiendo en ese momento porque mientras su corazón se deshacía por aquel hijo no nacido y mucho menos, jamás concebido.Astucia y rencor lo era todo en ella cuando se trataba de recuperar la vida que fue de ella.Mientras con lágrimas en los ojos, recordando la humillación que Brandon, su esposo, le había hecho pasar unas horas atrás, Cristal tomaba el tiempo que necesitaba para comenzar aquel día lleno de oportunidades que un día ella se p
Brandon al notar lo difícil que ese momento se estaba tornando para su esposa, decidió dar un paso adelante. La realidad era que él había estado tan entusiasmado con la idea de tener un hijo que a su mente llegaron momentos de él en la oficina leyendo artículos que en su vida hubiera imaginado.Tan pronto como se sentía más estresado de lo normal, o simplemente la curiosidad le ganaba, su computador se llenada de páginas donde pudiera leer sobre los síntomas de un embarazo. Sobre lo difícil que era ese momento para las mujeres pero sobre todo, pudo más atención en los síntomas que él como hombre también iba a tener y que entre algunos, eran los que estaban destinados a compartirse con su esposa. Puso tanta atención al leer cada uno de ellos pues llegó a creer que de esa manera seria el primero en saber si su esposa estaba esperando un hijo. Todo, de un momento a otro cambió cuando la doctora dijo que Cristal estaba embarazada.—Ya lo sabes, incluso yo he compartido las náuseas matut
Y de esa manera, siendo siempre Cristal de Brandon, lo ayudó a mantenerse en pie en lo que la familia de Brandon se iba. Había sido una noche pesada, hablar y hablar y en esa conversación, Cristal dándose cuenta que a la señora Victoria no le simpatizaba el hecho de que ella fuera la esposa de su hijo. Había mentido, Cristal les había hecho creer de la mejor manera que ella estaba embarazada pero al final, ¿qué iba a pasar con ellos cuando se dieran cuenta de la realidad? Seguramente eso ya no debería ser asunto por el que Crista debería de estar preocupada pues al final, ella ya tenía su plan, su plan no podía fallar. El mundo podía hablar lo que quisiera de ella pero ella, tendría su libertad.—Hasta después —, dijo la señora Victoria a su hijo y a su nuera.—Nos vemos mañana, hijo, en la compañía —, dijo el señor Lambert antes de que su chófer le abriera las puertas de la camioneta.—Maneje con cuidado —, deseo Cristal.Brandon solo tuvo fuerzas para verlos irse. Había tomado tant