Narrador.
Boris estaba dividido en dos, temía dejar a Karina sola porque seguía depresiva, por otro lado, debía ir a la clínica para ayudar a sus padres con Samuel.
—Amor ¿ya estás mejor? — le preguntó emocionado cuando la vio de ánimos.
—Si debo enfrentar la realidad, ya pasó, no puedo hacer más; es hora de que enfrentemos todo con valentía como la familia que somos — sonrió, con nuevo propósito en mente.
—Ahora es momento de que vayas con Adelina y dependiendo del estado de salud en qué se encuentra tu hermano debes traerlo a casa.
—¿A casa? — señaló el lugar con confusión en su m
Narrador.Más tarde tras llegar a casa Samuel se asombró, pues Boris no lo había llevado a casa de sus padres sino a la suya y quiso preguntar qué por qué lo trae a su casa que, si no teme a que lo pueda lastimar o tal vez que le pudiera hacer daño a su familia, aunque esos ya no eran sus planes, ver como su hermano dejó todo de lado para brindarle apoyo en un momento tan precario como el que se encuentra lo hace ver que él fue quien siempre estuvo equivocado como se lo dijeron sus padres y no lo quiso entender.—Isabel, ¿y mi esposa? — le preguntó al ama de llaves seguida ella abrió la puerta encontrando raro que ella no fuera a recibirlo.—El niño Axel no se sentía bien y lo ha llevado al hospital—, otro susto para l
Narrador.Axel aliviado de que su padre no se iría y que se libró de que le pincharan su bracito fue en busca de Isabel, le diría que después de todo seguía siendo un buen cupido y que no necesitarían de un cupido profesional, pero al pasar por el pasillo vio una puerta abierta de una habitación en la planta baja que él nunca había visto abierta, se dispuso a investigar, dentro vio a un hombre acostado y una silla de ruedas al lado, Axel solo sabía que en esa silla ponían a la gente que no podía caminar, a los ancianitos y a los enfermitos, así que se preguntó quién sería este señor, se acercó a investigar; el hombre tenía los ojos cerrados, pero no era un ancianito, Axel curioso tocó su brazo, y el hombre abrió los ojos.—Hol
Narrador.Boris se había encargado de arreglar la habitación enfocándose en crear un ambiente romántico, creando un camino de velas aromáticas, una mesa arreglada muy hermosa con fresas, cremas y todos los tipos de cosas dulces y saladas que a Karina le gustan era una cena sencilla únicamente para los dos, y para tomar; un champán sin alcohol, por la salud de su bebé.—Oh por Dios aún me cuesta asimilar que has estado haciendo esto para mí y yo ni cuenta de nada—, Karina no podía dejar de sonreír mientras se quitaba las pantuflas para sentir los pétalos que adornan el piso bajo sus pies y Boris gozaba de verla feliz por algo tan sencillo.—Ese era el plan princesa, para ser una sorpresa no debías saber nada, q
Narrador.Edgar llegó a la planta cafetalera de los González, como un día más de trabajo, presentó su carnet en la máquina lectora de código de barra, el pitido y la luz roja no le permitió entrar más allá de vigilancia, lo intentó tres veces más, furioso se dirigió con prepotencia al guardia de seguridad,—Llama al gerente de operaciones—, pidió autoritario, fingiendo ser jefe aún.—Señor, yo no tengo ese número. —, le respondió el guardia con inocencia y aterrado por la actitud un poco violenta de ese hombre que abría los ojos de más al hablarle pareciendo fuera de control.—&iqu
Narrador.Ana había llegado a casa de Karina, con su pequeño hijo un poco más grande que Axel, y el baby a verlo se emocionó pues le encanta tener compañía y más si son niños de su edad; por su parte Karina se echó a charlar con Ana contándole todo lo que había pasado después de su última llamada donde le siguió los pasos y fue a inseminarse, pero no logro nada.—Estabas bien loca Karina, tú eras muy joven, en cambio, yo lo hice porque tengo claro que no deseo casarme ni tener un compromiso con un hombre al que me sienta atada — le decía muy segura de su decisión, puesto que después de su desastroso matrimonio, aborrece la idea de volver a tener que vivir bajo el yugo de un hombre que se crea su dictador. Narrador.Al día siguiente Edgar estaba yendo a un país desconocido para él, pues es la primera vez que visitaba Berlín; todo para buscar una persona que pueda ayudarlo en su propósito, se sentía fuera de lugar desde incluso antes de salir, no viajó en primera clase como está acostumbrado, ya que este viaje lo pagaba él y no la empresa, así que cuando por fin estuvo en Berlín después de no haber dormido nada, maldiciendo a la señora que le tocó de compañera de viaje que roncaba como un león, estaba más que molesto y con los nervios a flor de piel, pidió a un taxista llevarlo directo al lujoso edificio donde estaban las oficinas de Marck Baddi, allí se anunció con la secretaria, él podía hablar alemán con cierta soltura, pero era obvio que era un extranjero, la secSAQUEN A ESTE LOCO.
Por otro lado, en Colombia, Adelina estaba feliz con la propuesta de Anna quien cumpliendo con su promesa había ido a buscar a Samuel, él estaba complacido de verla, pero no sabía cómo reaccionar y más en el momento que Ana le pidió que debía empezar con la terapia para poder caminar. A puros ruegos por parte de Adelina aceptó, entonces Anna lo llevara a un centro de rehabilitación para discapacitados, puesto que allí ella contaba con los mecanismos para ayudarle.—Señor Samuel es momento de que demuestre que verdaderamente usted desea ser mi amante— bromeó Ana a modo de chantaje mientras agarraba la silla de ruedas indicando que debía usarla.—Lo haré si aceptas darme otro beso— pidió coqueto y Boris que estaba parado en la puerta la
Ana entró y disimuló frente a los hermanos.—No te preocupes, no te despidas tanto que lo traeré de regreso.—Dame unas horas para que no quieras deshacerte de mí; mujer —le respondió Samuel mientras Ana movía la silla.—Querido, lamentablemente dentro de un rato querrás tú deshacerte de mí, las terapias son dolorosas y te haré gritar.—Promesas, promesas...Boris los observó sonriendo y aliviado en que su hermano estaba esta vez por un buen sendero fue hacia la cocina donde su amada estaba devorando un pastel de chocolate, a escondidas de Axel.En el momento que ella lo vio