Narrador.
Al día siguiente Edgar estaba yendo a un país desconocido para él, pues es la primera vez que visitaba Berlín; todo para buscar una persona que pueda ayudarlo en su propósito, se sentía fuera de lugar desde incluso antes de salir, no viajó en primera clase como está acostumbrado, ya que este viaje lo pagaba él y no la empresa, así que cuando por fin estuvo en Berlín después de no haber dormido nada, maldiciendo a la señora que le tocó de compañera de viaje que roncaba como un león, estaba más que molesto y con los nervios a flor de piel, pidió a un taxista llevarlo directo al lujoso edificio donde estaban las oficinas de Marck Baddi, allí se anunció con la secretaria, él podía hablar alemán con cierta soltura, pero era obvio que era un extranjero, la sec
Por otro lado, en Colombia, Adelina estaba feliz con la propuesta de Anna quien cumpliendo con su promesa había ido a buscar a Samuel, él estaba complacido de verla, pero no sabía cómo reaccionar y más en el momento que Ana le pidió que debía empezar con la terapia para poder caminar. A puros ruegos por parte de Adelina aceptó, entonces Anna lo llevara a un centro de rehabilitación para discapacitados, puesto que allí ella contaba con los mecanismos para ayudarle.—Señor Samuel es momento de que demuestre que verdaderamente usted desea ser mi amante— bromeó Ana a modo de chantaje mientras agarraba la silla de ruedas indicando que debía usarla.—Lo haré si aceptas darme otro beso— pidió coqueto y Boris que estaba parado en la puerta la
Ana entró y disimuló frente a los hermanos.—No te preocupes, no te despidas tanto que lo traeré de regreso.—Dame unas horas para que no quieras deshacerte de mí; mujer —le respondió Samuel mientras Ana movía la silla.—Querido, lamentablemente dentro de un rato querrás tú deshacerte de mí, las terapias son dolorosas y te haré gritar.—Promesas, promesas...Boris los observó sonriendo y aliviado en que su hermano estaba esta vez por un buen sendero fue hacia la cocina donde su amada estaba devorando un pastel de chocolate, a escondidas de Axel.En el momento que ella lo vio
Boris duró unos segundos, recobrando el aliento, pero seguía con ganas de más, así que casi inmediatamente salió de ella y fue bajando de nuevo hasta sus caderas dónde se agachó a la altura de su intimidad empezando a saborear su fruto favorito. Provocando que Karina se retorciera tirando de su pelo.—Para... para, que estoy muy sensible…— pidió con la voz entrecortada, apenas pronunciando bien las palabras.—Shhh, nena— replicó apartando sus manos de su cabeza pellizcando unos de sus botones de placer erectos.Ella respondía con gemidos bajitos mientras él seguía saboreando a boca llena. Lo hacía suave, pasando su lengua por toda su hendidura, y siguió de esa manera durante unos seg
Narrador.Marck quedó satisfecho con el plan de Edgar entregándole así la cantidad de plata que él le pidió, lo único que exigió a cambio fue que no lo involucrara en nada porque estaba siendo investigado por la unión antinarcóticos europea y seguir en el ojo de la justicia no era su plan hasta demostrar que no tiene compenetración con narcos y mafiosos, a pesar de que él es uno, pero debe cuidar lo que con esfuerzo ha logrado construir así fuera por medios ilegales.Edgar viajó mucho más cómodo de vuelta, puesto que su nuevo socio lo envió de vuelta en su jet privado, pero lo que él nunca supo fue que todo eso era una estrategia de Marck para enviar a varios de sus hombres para que mantuvieran a ese retrasado vigilado por si algo no salía bien, incluso orden
Narrador.Boris había llegado a la oficina de Karina siendo esperado por el abogado Personal de ella quien tenía todo derecho legal para proceder en su nombre, cediéndolo a Boris como su clienta se lo había pedido por medio de una llamada; Manuel se asombró al encontrarlo allí, sin embargo, no dijo nada, por el contrario, sonrió tras ver que al fin no se había equivocado al aceptar a Boris como su yerno.— Yerno, ya que estas aquí iré al lado de mi hija, estoy muy preocupado por su salud y la verdad es que si pongo todo en una balanza prefiero no tener nada con tal de no perderla a ella— dijo Manuel preocupado cambiando el concepto que Boris tenía hacia su persona porque llegó a pensar que él amaba mucho su patrimonio.— Má
Narrador.Dos días habían pasado y Boris, Ernesto y Samuel no habían descansado nada tirando a primera hora al mercado la nueva marca siendo un éxito en su primer lanzamiento logrando hacerlo en tiempo récord y eliminando del mercado la mala fama hacía los productos González, sin embargo, ya lo estaban sacando para introducir el producto nuevo estando a la par con la competencia y si continuaban así la competencia sería historia.Una celebración hicieron los empleados accionistas y demás alabando la inteligente estrategia de Boris, quien sonreía con el rostro cansado y con un solo pensamiento, ansiando ver a su esposa e hijo quienes llegaron en compañía de sus escoltas y familiares.En cuanto vio a su hijo y amada, corrió a ellos, pue
Narrador.Estando todo en calma, Ernesto le pidió a Adelina que lo acompañara a un lugar, llevándola a dar un paseo por la playa.—Es hermoso, lo necesitaba— respiró profundamente aliviada.—Te vi cansada, debes tomarte un respiro ya gracias a Dios, Samuel está con Ana y Boris … ¿Qué digo?, mi hijo me ha demostrado lo que es ser un verdadero padre y un buen esposo—Adelina asintió emocionada, pensando en lo feliz que son Boris y Karina.Caminaron por las costas y ella se quitó el calzado sintiendo la arena bajo sus pies, tomando grandes bocanadas de aire, y mirando de reojo a su ex.—Hoy me ha llegado tu petición de divorcio—, Adelina se
Ana le dio a Karina la oportunidad de utilizar primero el sanitario por su estado, cuando Karina regresó a los lavamanos no estaba Ana, decidió que la esperaría fuera, así daba una vuelta a los niños a quienes Boris después que no los dejó ir, prácticamente los echó de la mesa para que fueran al salón de toboganes y personal de animadores para niños, Karina caminaba distraída por el pasillo, imaginando las fotos que haría para la boda de Ana y Samuel, cuando al pasar por el servicio de caballeros Edgar la interceptó cubriendo su boca y hablando en su oreja con su voz horrible, a Karina le dieron náuseas, Edgar estaba pegajoso y olía a su fuerte colonia ligada a sudor rancio.—Te quedaras quietecita Karina y no gritaras o te dispararé.Último capítulo