Narrador.
Boris se había encargado de arreglar la habitación enfocándose en crear un ambiente romántico, creando un camino de velas aromáticas, una mesa arreglada muy hermosa con fresas, cremas y todos los tipos de cosas dulces y saladas que a Karina le gustan era una cena sencilla únicamente para los dos, y para tomar; un champán sin alcohol, por la salud de su bebé.
—Oh por Dios aún me cuesta asimilar que has estado haciendo esto para mí y yo ni cuenta de nada—, Karina no podía dejar de sonreír mientras se quitaba las pantuflas para sentir los pétalos que adornan el piso bajo sus pies y Boris gozaba de verla feliz por algo tan sencillo.
—Ese era el plan princesa, para ser una sorpresa no debías saber nada, q
Narrador.Edgar llegó a la planta cafetalera de los González, como un día más de trabajo, presentó su carnet en la máquina lectora de código de barra, el pitido y la luz roja no le permitió entrar más allá de vigilancia, lo intentó tres veces más, furioso se dirigió con prepotencia al guardia de seguridad,—Llama al gerente de operaciones—, pidió autoritario, fingiendo ser jefe aún.—Señor, yo no tengo ese número. —, le respondió el guardia con inocencia y aterrado por la actitud un poco violenta de ese hombre que abría los ojos de más al hablarle pareciendo fuera de control.—&iqu
Narrador.Ana había llegado a casa de Karina, con su pequeño hijo un poco más grande que Axel, y el baby a verlo se emocionó pues le encanta tener compañía y más si son niños de su edad; por su parte Karina se echó a charlar con Ana contándole todo lo que había pasado después de su última llamada donde le siguió los pasos y fue a inseminarse, pero no logro nada.—Estabas bien loca Karina, tú eras muy joven, en cambio, yo lo hice porque tengo claro que no deseo casarme ni tener un compromiso con un hombre al que me sienta atada — le decía muy segura de su decisión, puesto que después de su desastroso matrimonio, aborrece la idea de volver a tener que vivir bajo el yugo de un hombre que se crea su dictador. Narrador.Al día siguiente Edgar estaba yendo a un país desconocido para él, pues es la primera vez que visitaba Berlín; todo para buscar una persona que pueda ayudarlo en su propósito, se sentía fuera de lugar desde incluso antes de salir, no viajó en primera clase como está acostumbrado, ya que este viaje lo pagaba él y no la empresa, así que cuando por fin estuvo en Berlín después de no haber dormido nada, maldiciendo a la señora que le tocó de compañera de viaje que roncaba como un león, estaba más que molesto y con los nervios a flor de piel, pidió a un taxista llevarlo directo al lujoso edificio donde estaban las oficinas de Marck Baddi, allí se anunció con la secretaria, él podía hablar alemán con cierta soltura, pero era obvio que era un extranjero, la secSAQUEN A ESTE LOCO.
Por otro lado, en Colombia, Adelina estaba feliz con la propuesta de Anna quien cumpliendo con su promesa había ido a buscar a Samuel, él estaba complacido de verla, pero no sabía cómo reaccionar y más en el momento que Ana le pidió que debía empezar con la terapia para poder caminar. A puros ruegos por parte de Adelina aceptó, entonces Anna lo llevara a un centro de rehabilitación para discapacitados, puesto que allí ella contaba con los mecanismos para ayudarle.—Señor Samuel es momento de que demuestre que verdaderamente usted desea ser mi amante— bromeó Ana a modo de chantaje mientras agarraba la silla de ruedas indicando que debía usarla.—Lo haré si aceptas darme otro beso— pidió coqueto y Boris que estaba parado en la puerta la
Ana entró y disimuló frente a los hermanos.—No te preocupes, no te despidas tanto que lo traeré de regreso.—Dame unas horas para que no quieras deshacerte de mí; mujer —le respondió Samuel mientras Ana movía la silla.—Querido, lamentablemente dentro de un rato querrás tú deshacerte de mí, las terapias son dolorosas y te haré gritar.—Promesas, promesas...Boris los observó sonriendo y aliviado en que su hermano estaba esta vez por un buen sendero fue hacia la cocina donde su amada estaba devorando un pastel de chocolate, a escondidas de Axel.En el momento que ella lo vio
Boris duró unos segundos, recobrando el aliento, pero seguía con ganas de más, así que casi inmediatamente salió de ella y fue bajando de nuevo hasta sus caderas dónde se agachó a la altura de su intimidad empezando a saborear su fruto favorito. Provocando que Karina se retorciera tirando de su pelo.—Para... para, que estoy muy sensible…— pidió con la voz entrecortada, apenas pronunciando bien las palabras.—Shhh, nena— replicó apartando sus manos de su cabeza pellizcando unos de sus botones de placer erectos.Ella respondía con gemidos bajitos mientras él seguía saboreando a boca llena. Lo hacía suave, pasando su lengua por toda su hendidura, y siguió de esa manera durante unos seg
Narrador.Marck quedó satisfecho con el plan de Edgar entregándole así la cantidad de plata que él le pidió, lo único que exigió a cambio fue que no lo involucrara en nada porque estaba siendo investigado por la unión antinarcóticos europea y seguir en el ojo de la justicia no era su plan hasta demostrar que no tiene compenetración con narcos y mafiosos, a pesar de que él es uno, pero debe cuidar lo que con esfuerzo ha logrado construir así fuera por medios ilegales.Edgar viajó mucho más cómodo de vuelta, puesto que su nuevo socio lo envió de vuelta en su jet privado, pero lo que él nunca supo fue que todo eso era una estrategia de Marck para enviar a varios de sus hombres para que mantuvieran a ese retrasado vigilado por si algo no salía bien, incluso orden
Narrador.Boris había llegado a la oficina de Karina siendo esperado por el abogado Personal de ella quien tenía todo derecho legal para proceder en su nombre, cediéndolo a Boris como su clienta se lo había pedido por medio de una llamada; Manuel se asombró al encontrarlo allí, sin embargo, no dijo nada, por el contrario, sonrió tras ver que al fin no se había equivocado al aceptar a Boris como su yerno.— Yerno, ya que estas aquí iré al lado de mi hija, estoy muy preocupado por su salud y la verdad es que si pongo todo en una balanza prefiero no tener nada con tal de no perderla a ella— dijo Manuel preocupado cambiando el concepto que Boris tenía hacia su persona porque llegó a pensar que él amaba mucho su patrimonio.— Má