Narrador.
Él guardó silencio durante un largo e incómodo minuto y después de pensar bien en su respuesta Boris respondió—esa mujer era mi prometida—el semblante de Karina cambió seguido escucho la palabra prometida. También sintió una pizca de celos ese que había olvidado después de lo sucedido con aquel desconocido.
—Eso significa que mientras me obligaba a hacer tu esposa tenías una prometida, y cuando te canses de jugar a la casita volverás a su lado—no le preguntó sino que afirmó furiosa cambiando su actitud pacífica por una irritante, él quiso defenderse, pero no lo dejó y agregó— tal vez ya no hay necesidad de buscar a una mujer millonaria; olvidaba que ahora sí estoy a la altura del señor Boris Meyer —la amargura que siente Karina al recordar algo que había pasado p
Narrador.No sabía por qué lo hacía, tal vez, los celos no la dejaban pensar con claridad, pero Karina seguía en la terraza mirando hacia la entrada de la mansión y tras sentir sus piernas cansadas decidió tomar asiento y después de varios minutos se fue quedando dormida allí recibiendo el frío de la noche.Por su parte, Boris proseguía tomando sin detenerse e ignoraba los consejos del barman quien le decía que no debía tomar de esa manera, sin embargo, su cuerpo estaba allí más no su mente."El número que ha marcado está fuera de servicio"—Maldita sea— gritó furioso cuando marcó el número de Karina y no pudo comunicarse.Quería escucharla, ya se sentía ebrio y solo quiere decirle que tal vez si sienta amor por ella.Amalia entró al bar y miró para los l
Narrador.Boris se quedó sin palabras cuando Karina tomo a Axel en brazos y no le reclamo nada, puesto que su pequeño lo había delatado delante de la peleona de su madre; sin embargo, Karina por más que quiso enojarse y reclamarle no pudo hacerlo y menos delante de Axel, total él no sabía que ella cuida tanto a su hijo. También le pareció hermoso que su hijo compartiera un momento a solas con su padre, aunque este no se lo merezca su pequeño si tiene ese derecho. Por tal razón siente culpa al no permitirse decir la verdad, eso haría a su hijo muy feliz.Minutos más tarde, después de haber preparado y enviado a Axel al colegio,
Narrador.Ella sintió furia tras comprobar que el desconocido la había engañado y se reprochaba a sí misma por haber sido una tonta al pensar que él se mostraría ante ella, sin embargo, se sintió más aliviada porque calcula que en el momento que lo electrocute podrá ver su rostro.—Sal de las sombras y muéstrate—, exigió tratando de que él se acercara a ella para poner en marcha su estrategia.—Nena, así no va el juego—, él sonrió, puesto que la conoce bien y sabe que ella es muy hábil, tanto que sería capaz de describirlo, aunque de cierta manera lo desea. Anhela que sepa quién es el hombre que la hizo gritar por más. Narrador.—Esto no es apropiado, eres un desconocido y ni siquiera sé si estás enfermo, no conozco tu rostro, no sé tu nombre y sobre todo me has utilizado en contra de mi propia voluntad y ahora te gratifico por eso. Pensé que tú eras un enfermo, pero he comprobado que soy yo la que no se encuentra bien de la cabeza—ella quiso pararse, pero él la detuvo prisionera entre sus brazos y contra el colchón.—Que le jodan a lo apropiado —dijo de una forma tan suave que ni siquiera sonó como una blasfemia—; solo siénteme Karina. Ella solo quería alejarse de él, coger aliento y ser capaz de poner las cosas en su sitio otra vez.Él trazó su cuerpo con la yema de sus dedos y su anatomía respondió a esos toques haci SIN PUDOR.
Narra Boris.Me costó salir de ese cuarto de hotel y dejarla vendada sobre esa cama a la cual deseo regresar para hacerla mía hasta que nuestro cuerpo y corazón sean uno solo. Pero el miedo se instala en mi pecho al saber que ella me descubrirá pronto, como hoy que sentí ese impulso por arrancar esa venda que no la dejaban ver mi rostro, mis ojos, ver en mí esa necesidad que únicamente siento por ella.<<No la supe apreciar>>Me duele saber que la tuve alguna vez y que la deje ir, que ahora no sería un tonto celoso que no siente seguridad de la mujer que tiene como esposa y posiblemente estaría seguro de que es la madre mi hijo. En cambio, únicamente tengo el presentimiento que Axel es mi hijo más no la certeza y me aterra pensar que ot
Narrador.Boris sintió el aroma sutil de Karina y se quedó de espalda a ella paralizado, pues no sabía cómo responderle a qué se debía esos rasguños que le arden mucho recordándole el momento de pasión que pasó a su lado, sin embargo, teme a que ella se entere de la verdad y pueda odiarlo, porque píntese como se pinte él la había secuestrado por puro orgullo, ese que lo conllevó a demostrarle que es mejor amante que todos esos hombres que ella dice tener.Dudaba, sí que lo hacía, porque su cuerpo se lo expresaba sin palabras cada vez que la tocaba, aún recuerda lo apretada que estaba ella la primera vez que la usó; el solo pensar en eso volvió a calentarlo, con Karina siente que es un hipersexual, que no se cansa de poseerla, que la quiere a cada insta
Narrador.Al día siguiente, acostado al lado de su esposa, Ernesto recordaba la locura que estuvo a punto de cometer en la madrugada por medio de la desesperación y el miedo que siente a ser descubierto por su esposa y más al ver la desilusión en el rostro de su hijo eso lo hizo sentir miserable y poca cosa. Recuerda la foto familiar que tiene sobre su escritorio; el haber observado esa foto lo hizo cambiar de opinión, sus hijos y esposa no se merecen cargar con la muerte tan ruin de su parte, ya el daño está hecho y debe ayudarle a Boris a buscar una salida.Es un mal padre tarde lo reconoce, pero siente que algún día podrá recuperar la confianza de Boris, quizás es muy iluso de su parte, pero no pierde la esperanza de que eso suceda.Por otro lado, Karina esta
Narrador.Él la observó atento a todos sus gestos y movimientos, —Dímelo sin bajar tu rostro, al menos hazme creer por un momento que es cierto que quieres que me vaya—la volvió a retar, mientras la miraba entrecerrando los ojos.—Eres un demente —, Karina se deshizo de su abrazo—, que no baje mi rostro, por favor, yo no le bajo el rostro a nadie, yo no me oculto como tú—, levantó el mentón y enderezó la espalda mostrándose firme y decidida.Él sonrió irónico y le respondió—Creo que soy más sincero que cualquiera, estoy aquí porque te deseo —, Boris volvió a tomarla entre sus brazos—, porque te anhelo… —tomó su boca sin más dilación, b