La tenue luz de la luna se filtra por la ventana, mientras Natalia descansa sobre la suave cama al cuidado del hombre que le ha robado tantos suspiros, como risas y desamores. Al despertar y abrir sus ojos puede ver una leve silueta sentada junto a la ventana, pero debido a la oscuridad de la habitación no puede diferenciarla muy bien. - ¿Has descansado? - Alexa despliega una leve sonrisa mientras se sienta en la cama. - Puedo sentir tu mirada en mí. - ¿Aunque no te pueda ver? - Pregunta ella mientras sonríe. -- Aunque no me puedas ver, porque sé que puedes sentirme. - Se levanta y se acerca hasta el borde de la cama y sentarse en ella. - ¿Cómo te sientes?- Tengo hambre. - Cambia la conversación a propósito, algo que Elías nota de inmediato. - - Te pediré algo para comer. -- Natalia asiente, mientras Elías sale de la habitación, al instante vuelve y toma de la mano a Natalia y la dirige hasta el balcón donde se encuentra una pequeña mesa con dos sillas. - Bien, ¿quieres
Sentada en su cama sin ánimos de levantarse, Natalia observa todo a su alrededor. La amplia habitación con una gran ventana por la cual se filtra la luz de un hermoso amanecer, y aunque su visión no es clara, aún así puede ver la silueta de todo lo que la rodea, lo cual le ha facilitado el poder moverse fácilmente dentro de la mansión; todo esto gracias a que desde hace unos días ha ido recuperando su vista gradualmente.Mientras espera tranquilamente a que Alexa entre a la habitación para ayudarle a alistarse; esto es porque por el momento no tiene pensado decirle a nadie que su visión está prácticamente recuperada. Su rostro comienza a calentarse de improvisto cuando a su mente llega el recuerdo de lo sucedido la noche anterior, pero aunque se sienta avergonzada por sus acciones, también está molesta por el simple hecho de que Elías le haya ocultado la verdad durante tanto tiempo.- Vaya, te has despertado muy temprano. - Alexa se acerca para ayudarla, pero observa detenidamente su
Natalia pasea tranquilamente por el jardín, no se preocupa por chocar con nada ya que sabe que todo está preparado para que ella pueda avanzar sin temor alguno, todo esto lo realiza bajo la vigilante mirada de Elías, quien observa cada uno de sus gestos y movimientos. - Soy yo… - Natalia se asusta un poco debido a que estaba distraida y no sintio su presencia. - Permíteme llevarte a un lugar.- ¿A dónde? - Pregunta con calma, aunque no puede evitar sentirse nerviosa. - No pretenderás secuestrarme, ¿verdad?- Jajajaja, ganas no me faltan. - Responde con un tono de voz suave. - Pero no, ¿te gustaría ir a comer un helado?- Por supuesto, me encantaría. - Mientras caminan tomados de la mano, el silencio es palpable entre los dos, hasta que Natalia decide hablar. - ¿Por qué siempre apareces de la nada?- Me gusta llegar siempre de sorpresa. Además, me encanta ver los diferentes gestos que haces en tu rostro.- Jajajaja, ¿estás bromeando? - Pregunta mientras sonríe negando con su cabe
Elías está en su habitación reflexionando sobre la forma más adecuada de acercarse nuevamente a ella, sin el temor de ser rechazado. Porque si todo es realmente como dice en la investigación, lo más probable es que después de todo lo sucedido con su familia ella se haya cerrado de cierta manera a las demás personas. Continuó caminando de un lado al otro en su habitación hasta que optó por salir de ahí. Sin embargo, justo antes de llegar a las escaleras decidió acercarse a la habitación de ella y entrar, al hacerlo puede verla junto a la ventana, deja salir un leve suspiro, pero ella al parecer lo ha escuchado por que se queda quieta, sin embargo, antes de que pueda salir una sola palabra de su boca decide alejarse y salir de allí inmediatamente.Elías se encuentra embargado por la frustración, debido a esto no logró conciliar el sueño durante toda la noche. Su mente fluctuaba constantemente frente a los eventos acontecidos ese día, en busca de una explicación de por qué Natalia había
El descontento que Elías experimentaba por lo ocurrido con Natalia se apagó al oír las palabras, transformando esa sensación en molestia al saber que su abuelo estaba presente, lo que le daba indicios que de esa visita inesperada y desagradable no resultaría nada beneficioso para él. Aunque se trate de su abuelo, a Elías le resulta complicado albergar algún tipo de sentimientos emocionales hacia él, ya que él fue el responsable de la muerte de sus padres. No le importó terminar con la vida de su propio hijo solo por razones personales, ya que siempre lo único que le ha preocupado ha sido su riqueza y poder, especialmente por lo que puede conseguir mediante ellos.Al llegar a la sala de estar le sorprende ver a su abuelo en compañía de dos mujeres a las cuales reconoce de inmediato, pero mayor sorpresa fue para ellas al reconocer al hombre que se encontraba frente a ellas. - Eres tan ingrato que regresas al país y no eres capaz de ir a visitar al único familiar que te queda, eres un
Todo ha sido tranquilidad y serenidad, sin embargo, para Natalia ha sido un poco estresante debido a su sensación de inquietud, es como si algo malo fuera a ocurrir, pero no consigue deducir que podría ser, y aunque por un instante consideró que podría ser Lourdes quien la encuentre, lo descarto como algo improbable.- Natalia, ¿estás lista? Recuerda que tienes cita con el Dr. Williams. - Le informa Alexa al entrar a la habitación. - No puedes faltar.- Lo sé, pero me siento algo inquieta. - Le dice mientras se levanta de la silla que está junto a la ventana. - Hoy es el último día, ¿verdad? - Alexa deja salir un pequeño suspiro. - Así es, me iré está misma noche. Tengo que estar en un lugar mañana a primera hora. ¿Estarás bien? - Natalia asiente. - Sí, no te preocupes. Me siento bien en este lugar. - Ya veo. Bien, vayamos. - La voz de Alexa suena un poco apagada. - Alexa sostiene a Natalia del brazo y la dirige hasta llegar al auto, el trayecto se desarrolló en absoluto sile
Para Natalia no resultó sorprendente oír esa voz, ya que desde el momento en que Alexa le indicó a dónde irían, comprendió que podía existir la posibilidad de volver a encontrarse con su hermana en ese lugar, ya que era el sitio donde ella desperdiciaba todo el dinero de su padre. A pesar de que inicialmente deseaba volver a la mansión, al final comprendió que no podía continuar mostrando cobardía y que debía confrontar sus propios temores. Además, tenía la certeza de que Alexa no la abandonaría a pesar de todo. - ¿No me digas que estás comprando ropa y que por fin desecharás esos trapos sucios que usas? - Le dice mientras intenta tomar una de las bolsas que Natalia tiene en sus manos. -- Oye, ¿qué crees que haces? - Alexa se interpone e impide que Bianca se acerque a Natalia. - Alejate de ella. - ¿Y tú quién te crees que eres? No me digas que… ¿eres su sirvienta? Vaya, no faltaba más, apártate andrajosa. - Bianca, detente. - Bianca sonríe al escuchar a Natalia. - Dejala tra
A lo largo del día, los dos permanecieron en el balcón disfrutando del amor que habían ocultado durante todos estos años debido un un tonto malentendido, pero que también les permitió conocerse más de lo que anticipaban, consiguiendo que este se consolidará cada día más a pesar de que ninguno de los dos lo viera, convirtiendolo en un amor puro, sincero e inquebrantable.- Espera… entonces, ¿por qué hiciste creer a los demás que Santiago y tú eran pareja? - Pregunta con curiosidad. - - Bueno… Eso es porque Santiago pertenece a una de las familias más influyentes de este país, por no decir que es la número 1; en esas familias los matrimonios siempre han sido por conveniencia, unión de familia igual a un gran poder. Y en ese tiempo su madre quería organizar un compromiso con una joven que ella consideraba era la mejor para ser su esposa, pero a él le gustaba alguien más, pero esa persona estaba en la misma condición, por lo tanto él inventó esa excusa para que su madre desistiera aleja