Muchas preguntas rondaban la mente de Elías, ¿por qué el tono de su voz salió completamente diferente al habitual?, pero lo que más le intrigaba era el hecho de que ella no lo reconociera, ¿cómo era eso posible? Se supone que eran amigos desde hace mucho tiempo y que al parecer iban a escapar juntos, ¿cómo era posible que ella no reconociera su voz? Pero sus cuestionamientos no podrían obtener una respuesta. ********** En la actualidad. ********El silencio en la habitación era algo incómodo, Natalia sabía que tantas preguntas habían abrumado a Alexa quién no encontraba las palabras para poder responder de la manera en que ella necesitaba que lo hiciera, y hasta ahora ella era la única que podía ayudarla a obtener una respuesta.- ¿Por qué dudas? - Natalia habla con impotencia al no poder ver a la mujer frente a ella. - - ¡No…! No es que… dude, es solo que… - Alexa se siente entre la espada y la pared al no poder brindarle a Natalia las respuestas que ella quiere. - - ¿Acaso mi
Elías se encuentra en un campus, las personas corren de un lado al otro sonriendo, otras van con prisa, con muchos libros en sus manos, se queda observando todo detalladamente, el ambiente se siente tan familiar, era como si hubiera estado en ese lugar muchas veces. Hasta que escucha su nombre.- ¡Elías! - Al observar detenidamente puede ver a Natalia acercarse a él con una gran sonrisa. - - Hola princesa ¿cómo estás? - Su abrazo es bastante cálido y reconfortante. - Hoy madrugaste.- Siempre lo hago, - Siente un leve golpe sobre su brazo. - No me digas así delante de todos, pensaran cosas que no son.- Me parece muy bien. - Elías toma de la mano a Natalia como si fueran pareja. - Así ningún invecil tratará de acercarse a ti. - Eres un tonto. - Si, pero así me quieres. Ambos continúan caminando hacía el interior de la universidad. Elías abre sus ojos y algunas lágrimas se escapan al recordar su sueño, “Natalia, ¿cómo pude olvidarme de ti?” Los sueños de Elías junto a Natal
Después de lo sucedido con Elías, su cuidado se volvió aún más estricto, algo que lo tenía realmente fastidiado sobre todo porque lo trataban como a un niño pequeño. Al día siguiente de lo ocurrido Santiago llegó a la mansión y al verlo lo primero que hizo fue regañarlo por sobre esforzarse demasiado. - Lo primero que dijo el médico era que no debías forzarte a recuperar tus recuerdos y eso es lo primero que haces. - Lo reprende mientras se sienta con un vaso de jugo en su mano. - - No estoy forzando mi mente, fue algo que simplemente ocurrió. Además, la culpa la tienen ustedes al traerla a este lugar. - Responde tranquilamente. - Debieron llevarla a otro lugar.- Lo hicimos porque esa fue tu orden en caso de que algo te sucediera. - Deja salir un suspiro de resignación. - ¿No podías simplemente quedarte tranquilo sin acercarte? Eres un dolor en el…- Cuida tu boca o tendré que decirle a Bernardo que te la lave con jabón. - Bien, el doctor dijo que hay que llevarte a la clínic
Los días han transcurrido rápidamente y Natalia ahora tiene una nueva actitud, eso es debido a que no quiere ser una carga para otros y quiere poder valerse por sí misma. Alexa se ha mantenido a distancia, sólo se ha limitado a ayudarle profesionalmente debido a que comprende la molestía de Natalia, y sabe que aunque haya sido una orden de su padre ella debió informarle sobre lo que estaba sucediendo, y así permitir que ella misma tomará una decisión. Mientras todos están distraídos en su deberes, Natalia camina silenciosamente por uno de los pasillos, esto es porque ha estudiado cuidadosamente cada lugar y ahora puede andar tranquilamente sin tanta dificultad, y en este preciso momento quiere aprovechar que Alexa no está cerca para hacer algo que ha querido hacer desde hace mucho tiempo. Al llegar abre la puerta cuidadosamente e ingresa a la habitación, al sentir el aroma sonríe con calma, esto es porque desde hace unos días ha estado pendiente del horario de todos, y aunque no pue
Alexa caminaba distraída perdida en sus pensamientos lo que provocó que tropezará con algo duro haciendo que ésta cayera al suelo, al levantar su mirada y ver a la persona que está frente a ella, siente como el enojo emerge dentro de su ser. - Tú, tú fuiste el culpable de lo sucedido hace unos días atrás. - Dice mientras se va levantando del suelo. - Si no le hubieras dicho nada a Natalia ese día, en estos momentos no estaría molesta conmigo. - No sé de lo que está hablando. - Santiago no comprendía de que lo estaba acusando esa joven, pero lo único de lo que tenía certeza era de que esa señorita no le agradaba. - - Por supuesto que lo sabe, si no fuera así, ella no me habría reclamado por no decirle lo de su padre, usted fue quién le dijo todo, por eso me dijo esas palabras antes de irse. - Las palabras de Alexa salían cargadas de enojo mientras lo golpeaba con su dedo índice en el pecho. - Es un maldito. - Primero que nada, es de muy mala educación señalar a las personas de
Unos días después de que Elías partiera, Natalia había avanzado bastante en su recuperación, algo que nadie sabía, esto era debido a que ella no confiaba por completo en nadie. Alexa había comenzado a distanciarse y se limitaba sólo a atenderla profesionalmente, situación que hizo que Natalia decidiera que eso era lo mejor, porque eso significaba que ella tenía razón y que habían muchas cosas que ella aún le ocultaba. Lo que no sabía Natalia era que sus días de paz serían interrumpidos por una desagradable visita la cual empezaría a complicarle los días si se enteraba de que ella estaba en ese lugar. Un BMW gris ingresa por las puertas de la gran mansión, mientras su ocupante observa con negación, haciéndole imposible creer que su nieto en verdad sea el dueño de esa propiedad mientras que sus acompañantes muestran una expresión completamente diferente, la ambicioso se ve reflejada en sus rostros confiadas de que pronto serán las propietarias de ese hermoso lugar. El señor Bernardo
Santiago, al ver lo que sucedía decidió acercarse con calma, a decir verdad lo que me le interesaba era inmiscuirse en problemas tan banales pero le había prometido a su amigo cuidar ese lugar y eso incluía a quienes vivían allí. Su mirada se posa en cada una de las mujeres que estaban frente a él, “Mujeres oportunistas” pensaba mientras observaba al par de desconocidas y después a Alexa, quién no terminaba de agradarle por más que lo intentará. Pero lo que le llamó la atención era la condición en la que se encontraban aunque no lo refleja en su rostro. - ¿Me quieren explicar que es todo este desastre? - Pregunta con fastidio. - - Alexa es la primera en hablar, porque sabe que si no lo hace esas mujeres la culparán de todo. - Yo sólo estaba cortando algunas rosas para llevarlas a la habitación, pero estás señoras se atravesaron en mi camino y terminaron llenas de tierra. - Asegura con confianza. -- Eres una mentirosa, todo lo hiciste adrede. - La joven mujer comienza a llorar c
El señor Bernardo aún estaba procesando la pregunta de Natalia, “¿cómo es posible que se haya dado cuenta? Bueno, su jefe tampoco era muy cuidadoso cuando se trataba de ella” sus pensamientos hicieron que se olvidará de la joven que estaba frente a él, llena de ansiedad en espera de una respuesta. - Señorita Natalia, eso… - Él no sabía qué respuesta darle. - - Sí lo sé, entonces lléveme a dónde está Santiago. De alguna manera, ella estaba dispuesta a confirmar sus sospechas. Aunque estaba completamente segura de su deducción. El señor Bernardo dejó salir un suspiro de resignación, él sabía que ella se daría cuenta en algún momento de lo que sucedía y que no podrían seguir ocultándolo por siempre. - De acuerdo. Al llegar a la puerta del estudio el señor Bernardo toca la puerta y al escuchar el pase, ingresa acompañando a Natalia. - Joven, la señorita Natalia desea hablar con usted. - Tardaste un poco. - Santiago deja lo que está haciendo de inmediato, porque a decir verdad